César Paz-y-Miño. Investigador en Genética y Genómica Médica. Universidad UTE.
¿Y si Pinocho no mentía, sino que tenía una condición genética?
Todos recordamos a Pinocho, el muñeco de madera que soñaba con convertirse en un niño “de verdad”. Lo que no se suele contar es que, más allá de su famosa nariz creciente, el verdadero drama de Pinocho era otro:
no crecía como los demás niños. No saltaba como ellos, ni corría igual, ni su cuerpo respondía a la vida como lo haría un cuerpo humano. Quizá, sin saberlo, Carlo Collodi, su creador, nos estaba hablando de genética.
Y no de una cualquiera, sino de condiciones reales que afectan el desarrollo físico, óseo y hormonal de miles de niños en todo el mundo, y que hacen que el crecimiento —esa palabra aparentemente simple— se convierta en un desafío cotidiano.
Diagnósticos posibles para el “niño de madera”
1. Síndrome de Laron: El gen implicado sería el
GHR (receptor de hormona de crecimiento), que pese a producir hormona de crecimiento (GH), los receptores de las células no responden a ella. Es como tener llave, pero no cerradura. Es especialmente prevalente en
Ecuador, en la provincia de Loja, donde se ha estudiado una de los mayores concentrados del mundo y que se caracterizan por tener muy baja estatura, rasgos faciales inusuales y llamativos, resistencia a diabetes tipo 2 y a cáncer. El cuerpo no crece, pero las células parecen inmunes al envejecimiento patológico. Pinocho, sin querer, nos hablaba de longevidad genética.
2. Déficit de hormona de crecimiento (GH): El gen afectado sería el
GH1 (hormona de crecimiento humana) que al estar mutado determinará baja producción hormonal y talla corta. La administración de GH recombinante en edades tempranas puede revertir o mitigar el déficit, diferenciándolo del anterior. Sin tratamiento, estos niños crecen muy lentamente, mantienen proporciones normales, pero suelen estar por debajo del percentil 3 de talla.
3. Displasia espondiloepifisaria congénita (SEDC): El gen mutado es el
COL2A1, que codifica colágeno tipo II, su ausencia produce baja estatura desproporcionada, deformaciones vertebrales, movilidad reducida, cara plana, cuello corto. Lo que podría asemejarse a Pinocho por la rigidez, torpeza motriz, dificultad para moverse con agilidad, como si el cuerpo fuese de madera.
4. Síndrome de insensibilidad a IGF-1: El daño está en el gen
IGF1 (factor de crecimiento similar a la insulina) importante para el crecimiento postnatal, su daño se manifiesta con baja estatura y severa, cabeza pequeña, retraso del desarrollo. En el cuento literario, Pinocho deseando ser “real” podría reflejar esta desconexión entre señales genéticas y realidad corporal.
Epidemiología y Ecuador: la paradoja de Loja
En el sur del Ecuador, en la provincia de Loja, se ha documentado una frecuencia insólitamente alta del
síndrome de Laron. Más de 100 personas han sido identificadas con mutaciones en el
GHR, lo que ha convertido a esta población en objeto de estudio internacional. Entre los hallazgos más notables está el hecho de que estas personas
no desarrollan cáncer ni diabetes tipo 2, incluso en edades avanzadas. Esta extraña asociación ha sido considerada una pista para la biomedicina del futuro.
En otras palabras, la condición de "no crecer" puede traer consigo una inesperada fortuna: una forma de protección natural frente a enfermedades que afectan al resto del mundo.
La nariz: ¿otra pista genética?
¿Y la famosa nariz que crece al mentir? Aunque simbólica, esta exageración puede relacionarse con condiciones genéticas que afectan el tejido conectivo, como el
Síndrome de Marfan que presenta alteraciones faciales, estatura alta, extremidades largas y diversos problemas internos asociados, o el Síndrome de
Ehlers-Danlos, caracterizado por hiperlaxitud de articulaciones, piel elástica, fragilidad vascular. En algunos síndromes craneofaciales, el crecimiento desproporcionado de la nariz o la frente es parte del cuadro clínico.
El dilema ético de "ser un niño real"
Pinocho es un ensayo filosófico sobre la identidad corporal. ¿Qué significa ser un niño “real”? ¿Debe un cuerpo cumplir ciertos estándares para ser considerado humano? ¿Quién define la “normalidad”?
En un mundo que discrimina por la talla, la forma, la diferencia, Pinocho nos recuerda que no todos los cuerpos siguen la misma secuencia. Que algunos niños enfrentan la escuela, la amistad y el amor con una estatura distinta, pero con un corazón igual de grande. Quizás el hada azul no necesitaba convertirlo en humano, quizás ya lo era.
La madera, los genes y la verdad
Pinocho no necesitaba mentir para ser cuestionado. Su sola diferencia bastaba para ser visto como “otro”. Y sin embargo, ese “otro” nos enseña verdades profundas sobre la biología humana: Que los genes pueden explicar (pero no justificar) nuestras diferencias, que el deseo de crecer es también un deseo de pertenecer y que en la ciencia, como en los cuentos, hay espacio para lo extraordinario.
Una travesía entre la fábula de Pinocho y la ciencia Genética, nos hace reflexionar sobre el deseo de crecer que se convierte en un modelo del desarrollo humano en el cual existe tantos matices como la individualidad misma.
Diagnóstico final
La condición más plausible, según el texto narrativo anterior y las comparaciones de la Tabla, es el
Síndrome de Laron, y podría especularse, en honor a un ecuatoriano, que podría ser el Síndrome de Guevara-Rosembloom (GRS), descubierto por el investigador Dr. Jaime Guevara Aguirre y de herencia autosómica dominante caracterizado por: trastorno genético raro caracterizado por talla extremadamente baja y diabetes tipo 2 de aparición temprana, no asociado a obesidad. A diferencia del Síndrome de Laron clásico, que presenta resistencia a la hormona de crecimiento y protección contra la diabetes, el GRS se debe a una mutación específica en el gen
CDKN1C (Cyclin-Dependent Kinase Inhibitor 1C), ubicado en el cromosoma 11p15.5 (OMIM 600856), y causa disfunción pancreática, producción excesiva de IAPP (amiloide de los islotes pancreáticos o amlin, hormona peptídica producida y liberada principalmente por las células beta del páncreas, las mismas células que producen insulina) acompañada de agotamiento precoz de las células beta. Este hallazgo, realizado en poblaciones andinas, destaca la importancia de la investigación genética en poblaciones aisladas para descubrir enfermedades raras con impacto clínico global.
Tabla: Diagnósticos genéticos probables en el caso de Pinocho
Síndrome / Condición |
Gen(es) Implicado(s) |
Manifestaciones Clínicas Relevantes |
Prevalencia |
Comentario |
Síndrome de Laron |
GHR |
Baja estatura severa, cara infantil, resistencia a diabetes y cáncer. |
1:1.000.000 (global) |
Endémico en Loja (Ecuador). Pinocho sería un buen modelo literario del fenotipo laroniano. |
Déficit de hormona de crecimiento (GH) |
GH1 |
Baja estatura proporcionada, fatiga, retraso puberal. |
1:10.000
a
1:30.000 |
Responde a tratamiento con GH. En Pinocho, simbolizaría la incapacidad de “crecer como los demás”. |
Displasia espondiloepifisaria congénita |
COL2A1 |
Baja estatura desproporcionada, rigidez articular, cara plana, cifoescoliosis. |
1:100.000 |
Su cuerpo rígido como madera sería alegoría perfecta de esta displasia del colágeno tipo II. |
Síndrome de insensibilidad a IGF-1 |
IGF1 |
Baja talla, microcefalia, retardo del desarrollo. |
<100 casos documentados |
Menor respuesta incluso a GH. Pinocho podría representar una forma extrema de esta condición. |
Síndrome de Marfan (atípico) |
FBN1 |
Estatura alta, nariz prominente, extremidades largas, afectación cardíaca. |
1:5.000
a
1:10.000 |
Podría explicar el crecimiento desproporcionado de su nariz. Poco compatible con rigidez corporal. |
Síndrome de Ehlers-Danlos (tipo clásico) |
COL5A1, COL3A1 |
Hiperlaxitud, piel frágil, problemas articulares. |
1:5.000
a
1:20.000 |
En algunos cuentos Pinocho se deforma fácilmente, lo que recuerda laxitud. |