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Ecuador | Colombia
Pensamientos en voz alta
Voluntariado en tiempos de crisis


Jueves, 05 de mayo de 2016, a las 00:01
Lamentablemente el terremoto ocurrido en Ecuador el pasado fin de semana empieza a enseñarnos que a veces tener buena voluntad no es suficiente al momento de una tragedia.

Es verdad que los ecuatorianos somos un pueblo muy solidario pero en ocasiones eso no basta.

Luego del desastre, casi inmediatamente, varios organismos tanto públicos como privados iniciaron un llamado a “voluntarios que deseen ayudar en la zona del terremoto”.

Sin experiencia alguna, pero con “la firme actitud” varios acudieron a la convocatoria, sin embargo, ¿es suficiente tener solo buena voluntad al momento de enfrentar este tipo de situaciones?

Como dice mi padre: “más ayuda el que no estorba”, y si, no dudo que la mayoría de las personas que han asistido en ayuda de nuestros hermanos estén capacitadas para hacerlo, pero aceptémoslo, una parte de ellos solo han consumido recursos.

Hay testimonios de propios militares, que aunque agradecen la ayuda recibida, piden que los voluntarios sean filtrados y canalizados a través de los organismos gubernamentales ya que “incluso desvían las atenciones médicas”.

Sobre esto, la propia viceministra de Salud, Verónica Espinosa, ha sido enfática en sus ruedas de prensa y también se suma al pedido de que “sea gente preparada” la que acuda al voluntariado. Incluso el Ministerio de Salud realizó días después una lista de requisitos para que la gente “piense bien” antes de viajar.

Lo positivo

Hay que reconocer que los médicos ecuatorianos han demostrado su gran capacidad de solidaridad, convocatoria y vocación de servicio.

Pese a no tener aseguradas las condiciones de trabajo, en 48 horas, más de 4.000 médicos han manifestado su deseo de asistir de manera voluntaria a brindar ayuda en las poblaciones afectadas por el sismo.

Incluso, especialistas ecuatorianos residentes en Chile y Venezuela han gestionado de manera particular su venida al país para colaborar en lo que se necesite.

En medio de este panorama hay que destacar que el trabajo de los médicos ecuatorianos será clave en lo que dure la crisis. La gran presión y largas horas de trabajo se sumarán a la falta de recursos y a tener que lidiar no solo con los afectados, sino con gente que por querer ayudar representará una carga a su labor.
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