Edición Médica

Juan Andrés Suarez, abogado de DS Legal Group.

El consentimiento informado es un proceso esencial en la atención médica moderna, ya que garantiza que el paciente reciba información clara, completa y comprensible sobre los procedimientos a los que será sometido, sus riesgos, beneficios y alternativas. En áreas críticas, donde las decisiones clínicas pueden tener consecuencias inmediatas y graves, este proceso adquiere una relevancia aún mayor. Sin embargo, en Ecuador, su aplicación sistemática en estos contextos aún no es una práctica común ni estandarizada, a pesar de estar respaldada por normativas como la Constitución, la Ley Orgánica de Salud y el Acuerdo Ministerial 5316.
 
Las áreas críticas comprenden unidades como cuidados intensivos (UCI), quirófanos, neonatología, oncología, hemodiálisis y trasplantes. En estos entornos, los pacientes suelen estar inconscientes, sedados o en condiciones que limitan su capacidad de decisión. Por ello, el consentimiento debe ser anticipado, delegado a familiares o representantes legales, y documentado con especial cuidado. Además, debe actualizarse si el estado clínico cambia o si se requiere un nuevo procedimiento.
 
La falta de consentimiento informado adecuado en estas áreas puede generar consecuencias legales y éticas graves. En caso de complicaciones, los familiares pueden alegar que no fueron informados de los riesgos, lo que puede derivar en demandas por mala práctica. Además, la ausencia de este proceso debilita la relación médico-paciente y puede afectar la confianza en el sistema de salud. En contextos críticos, donde la vida del paciente está en juego, la transparencia y la comunicación son esenciales.
 
Implementar el consentimiento informado de forma efectiva en áreas críticas requiere voluntad institucional, capacitación continua del personal de salud y herramientas adaptadas a cada contexto. Esto incluye formatos específicos, protocolos de comunicación en situaciones de urgencia. También es clave fomentar una cultura de respeto a los derechos del paciente, donde la información no se vea como una carga, sino como parte integral del cuidado.
 
En conclusión, el consentimiento informado en áreas críticas no es solo un requisito legal, sino una herramienta de seguridad clínica, ética profesional y humanización del cuidado. Su correcta aplicación protege tanto al paciente como al equipo médico, y fortalece la calidad de la atención. En Ecuador, avanzar hacia una práctica más consciente y estructurada del consentimiento informado es un paso necesario para garantizar una atención digna, segura y respetuosa en los momentos más delicados de la vida de una persona.
 
En caso de que los profesionales o establecimientos de la salud del sector público o privado requieran asistencia legal o mantengan dudas respecto del correcto manejo del consentimiento informado en áreas críticas, desde DS LEGAL GROUP estaremos gustosos de asesorarlos como despacho jurídico especialista en derecho médico a nivel nacional al número de contacto 098 100 1289.