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La violación del secreto profesional en Medicina: una responsabilidad ética y legal
Miércoles, 11 de junio de 2025, a las 09:33
José Ignacio Vallejo, abogado en Ds Legal Group.
El ejercicio de la Medicina no solo exige conocimientos técnicos y científicos, sino también el cumplimiento de principios éticos fundamentales, entre ellos, el secreto profesional ocupa un lugar central, pues garantiza la confianza entre el médico y el paciente. Este principio no es nuevo, ha sido reconocido desde la antigüedad y se mantiene vigente en todas las áreas de la medicina contemporánea.
A lo largo de su práctica, los profesionales de la salud acceden a información confidencial de sus pacientes: diagnósticos, antecedentes médicos, tratamientos, aspectos psicológicos, familiares, sexuales o incluso genéticos. Proteger esa información es una obligación moral, ética y legal.
La violación del secreto profesional no solo pone en riesgo al paciente, sino también al médico, quien puede enfrentarse a sanciones que van desde advertencias administrativas hasta procesos legales.
Este artículo ofrece una guía práctica y comprensible para comprender qué es el secreto profesional, cómo se vulnera, y qué medidas pueden adoptar los médicos en Ecuador para evitar incurrir en esta falta.
¿Qué es el secreto profesional en Medicina?
El secreto profesional es el deber del médico de no divulgar la información que haya conocido como parte de la atención al paciente. Este compromiso abarca no solo lo que el paciente expresa verbalmente, sino también cualquier dato clínico, diagnóstico, resultado de exámenes y observaciones personales obtenidas durante la evaluación médica.
Se trata de un compromiso que no se limita únicamente al médico tratante, también se extiende a todos los miembros del equipo de salud: enfermeras, tecnólogos, auxiliares, administrativos y cualquier persona que, en el ejercicio de sus funciones, tenga acceso a datos sensibles de los pacientes.
La confidencialidad es esencial por varias razones: garantiza el respeto por la intimidad del paciente, fomenta una comunicación honesta entre médico y paciente, protege la dignidad humana y previene discriminaciones, estigmatización o conflictos legales.
El secreto profesional: entre la ética y la Ley
Aunque su origen es ético como lo demuestra el Juramento Hipocrático, en la actualidad el secreto profesional está regulado también por normas legales y administrativas. En Ecuador, diversas leyes reconocen el derecho de los pacientes a la confidencialidad, y establecen obligaciones específicas para los profesionales de la salud.
En términos generales, el médico solo puede divulgar información médica de un paciente con el consentimiento expreso del mismo, cuando una autoridad legal lo ordena como parte de un proceso judicial, o en situaciones excepcionales que comprometen la salud pública o la vida de terceros.
Fuera de estos supuestos, cualquier divulgación puede considerarse una violación del secreto profesional y ser sancionada.
¿Cómo se puede vulnerar el secreto profesional?
Existen múltiples formas de violar la confidencialidad, algunas intencionales y otras involuntarias. A continuación, se describen las más comunes para ayudar a los profesionales a reconocer situaciones de riesgo.
Una violación directa o consciente ocurre cuando el médico, de manera deliberada, revela información privada. Un ejemplo de esto es cuando un profesional comparte la historia clínica de un paciente con medios de comunicación o terceros, sin contar con la autorización necesaria.
La violación indirecta o por descuido es más común. En muchos casos, no hay intención de causar daño, pero igualmente puede tener consecuencias graves. Por ejemplo, comentar detalles clínicos en lugares públicos, como cafeterías o pasillos de hospitales, aunque sea sin mencionar el nombre del paciente, puede facilitar su identificación. También ocurre cuando se entrega información médica a familiares sin consentimiento, se accede a historias clínicas sin justificación profesional o se hace referencia a casos clínicos en redes sociales o conversaciones informales.
Consecuencias para el profesional
Cuando se vulnera el secreto profesional, el médico puede enfrentar diversas consecuencias.
Desde el ámbito administrativo, puede recibir sanciones por parte del hospital, clínica o institución pública donde labora. Esto puede incluir advertencias, suspensiones o incluso desvinculación laboral. En el ámbito legal, el paciente afectado puede iniciar acciones legales, lo que podría implicar compensaciones económicas o sanciones judiciales. Además, desde el punto de vista ético, el profesional podría enfrentar procesos disciplinarios por parte de comités de ética, afectando su reputación profesional y su futuro laboral.
Recomendaciones para evitar sanciones
Para actuar conforme al deber profesional, es importante que el médico mantenga absoluta confidencialidad en todo momento. Compartir información clínica con colegas solo debe hacerse cuando sea necesario para el tratamiento del paciente, y siempre dentro del marco legal y ético.
El consentimiento informado es clave. Si se necesita compartir información del paciente con otro especialista, institución o familiar, se debe contar con su autorización explícita.
También es fundamental evitar hablar de casos clínicos en lugares públicos y las conversaciones en redes sociales deben evitar cualquier tipo de referencia a pacientes o situaciones médicas reales.
Acceder a historias clínicas solo debe hacerse cuando exista una necesidad médica legítima. La curiosidad, el interés personal o la relación con el paciente no justifican la revisión de su expediente clínico.
La formación continua en ética médica, bioética y normativas sanitarias es otra herramienta fundamental. Conocer los límites legales y las obligaciones profesionales ayuda a prevenir errores. Asimismo, los sistemas de información deben usarse de forma segura. Las historias clínicas digitales deben tener accesos restringidos, y se deben cerrar las sesiones luego de su uso.
Cuando exista incertidumbre sobre si se puede o no divulgar cierta información, lo más prudente es consultar con el Comité de Ética Institucional o el asesor jurídico de la unidad de salud.
El secreto profesional no solo constituye una obligación legal, sino también un deber ético esencial en la práctica médica. Su cumplimiento protege al paciente, fortalece la relación médico-paciente y resguarda al profesional frente a posibles sanciones.
Cada médico tiene la responsabilidad de proteger, con especial esmero, los datos que se le confían. La formación científica debe ir siempre acompañada de una sólida formación ética, pues la calidad profesional no se define únicamente por el conocimiento médico, sino también por el respeto a los principios que rigen la relación con los pacientes.
En caso de que los profesionales o establecimientos de la salud del sector público o privado requieran asistencia legal o mantengan dudas respecto del correcto manejo del secreto profesional, desde DS LEGAL GROUP estaremos gustosos de asesorarlos como despacho jurídico especialista en derecho médico a nivel nacional al número de contacto 098 100 1289.
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