Edición Médica

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Ecuador | Colombia
Mi Punto de Vista
¿Y por qué no más?


Lunes, 17 de junio de 2019, a las 22:14
*Santiago Zuñiga Ojeda, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Médicos Posgradistas

Lo acontecido en el Ecuador es algo que no podemos dejar de lado, sea cual sea el área, profesión, grupo social, es algo que nos compete a todos.

Cómo Médicos en este país en el proceso de formación y ejercicio profesional nos hemos topado más de una vez con personas que se identifican como homosexuales, las cuales según guías internacionales y nacionales, se quiera aceptar o no por estos grupos, son grupos de riesgo, pero ese no es el punto, no voy hablar de sus intimidades, en eso si estoy de acuerdo que cada quien puede hacer de su vida lo que desee, pero apegado a normas de respeto y convivencia social.

Tener amor por un ser es algo que se debe celebrar, que se debe proteger, pero el amor tiene reglas, tiene bases, tiene principios y tiene un fin, díganme cuál es el fin de seguir siendo permisivos y aceptando las corrientes modernas de ideologías, quien define cuándo decir basta?

Seguro habrá gente molesta con esta opinión, ya tendrán tiempo de llamarme odiador, mente reducida, o busquen el seudónimo que deseen, pero esto es un problema, y uno serio. Que las personas, todas ellas (mujer, hombre, homo, hetero, bi, trans, pedofilo, asesino, violador, político, futbolista, piloto, mendigo, etc, Human Rights nos ha dejado claro que todos) tenemos derechos, claro como el agua nos queda; pero en qué momento pasamos de la pugna por los derechos a perder la noción de lo natural, él y ella, y no me quiero adentrar en religión ni nada por el estilo, esto no se trata de eso, se trata del fundamento, de donde se parió esto.

Leo las redes y blogs de opinión, y hablan en su mayoría de justificaciones poco o nada pensadas, más suenan a frustraciones y rabia contenida; que la agresión a la mujer, que esto es amor igual a cualquiera, que por qué no permitir que el amor sea libre, qué hay parejas hetero que son un problema, llenos de violencia e irresponsabilidad con hijos y formadores de hogares disfuncionales; es en serio? No hay más argumentos?!!

Hablemos por un momento con argumentos, con bases; la realidad de las personas con trastorno de personalidad (homosexuales y todas sus variaciones o subgrupos) hasta hace 40 años atrás era considerado una enfermedad por la Asociación Americana de Psiquiatría, y hasta la fecha no se establecen estudios claros sobre la famosa duda de si estas personas nacen con esta identidad, quienes nacen con alteraciones físicas francas tienen una denominación clara “hermafroditas” quienes tienen caracteres sexuales combinados y que no se pudrieron definir de manera clara en su desarrollo. Por otra parte la duda ante él “se hacen” tiene más peso y esto se sustenta en que más del 70 por ciento de las personas homosexuales ha tenido algún tipo de contacto con violencia física o mental en su proceso de desarrollo infantil y juvenil, por lo que pese a que hablen de derechos igualitarios o lo que deseen argumentar, se trata de un grupo social con una base de problemas, con serios dificultades para el desarrollo emocional seguro, que lamentablemente ni el mejor de los profesionales ha logrado corregir. No lo queremos, dirán, por qué voy a cambiar, así me quiero, tal y como soy, respétame, es lo que se escucha y ve con frecuencia en estos debates, pero en qué punto dejamos que esto se vuelva un, o me aceptas o estás en contra mía? Sino piensas igual que yo eres un reducido, una mente diminuta, poco moderno ser humano que no entiende la evolución. Me pregunto y donde queda la opinión de los que simplemente no compartimos esto, ahora somos vistos como eso, odiadores y prácticamente opositores del “amor libre”, no señores! no! El amor no es libre, se educa, se entiende, se construye y se sostiene, y no solo necesita de dos, necesita de todos para que se lo pueda proteger como se debe.

Ahora mi pregunta es, por qué no más? Quien dicta ahora los límites, ella y ella o él y él ahora son lo mismo que él y ella, quien los detiene?, que los mismos que promovieron esto y las autoridades que lo aprobaron no se escandalicen al ver a niños nacidos de él y ella, inseminados, alquilados o adoptados, ahora criados por él y él o por ella y ella, rompiéndose la cabeza para comprender donde esta papá o donde está mamá; ya me vendrán a decir “eso se cura con amor”, me pregunto, será el mismo amor que recibió ese 70 por ciento, esperemos que no.

Para los que hablan de evidencia y se justifican aquí les dejo lectura interesante.

“Homosexualidad y evidencia científica: sobre anécdotas sospechosas, datos anticuados y generalizaciones generales
Robert L. Kinney, III” Léanlo, a más de uno le va a aclarar el panorama.

Esto es más que un tema de derechos, se trata de que rumbo queremos tomar como sociedad.

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