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Punto y aparte
¡El paciente es lo primero!
Miércoles, 23 de marzo de 2016, a las 03:53
* Jonathan Veletanga es periodista de Redacción Médica
Actualmente existe una clara preocupación entre los trabajadores de la salud por casos puntuales que se han suscitado: las deudas que el Estado mantienen con algunas instituciones médicas privadas y el Caso Mazoyer.
Entonces cabe preguntarse ¿cómo brindar al paciente una atención de calidad? si por un lado (a ciertas instituciones) les faltan recursos económicos porque el Gobierno les adeuda una cantidad considerada de dinero, y por otro si los médicos empiezan a tener miedo de llevar casos porque pueden desencadenar demandas por mala práctica médica.
La falta de recursos económicos afecta directamente a la calidad de las atenciones porque se deben suspender proyectos, mejoras en el equipamiento, infraestructura, aumento de personal, entre otras cosas.
De la misma manera el Caso Mazoyer, marca un claro camino en la mejora de la atención, es decir, ahora los galenos tendrán esa preocupación de ser demandados que simplemente evitarán tratar casos críticos, por ejemplo donde el paciente tenga pocas posibilidades de sobrevivir.
Es verdad que si existen profesionales de la salud que ameritan una sanción por realizar una labor no ética pero ¿por uno pagan todos?
En el caso de las clínicas a las que se les adeuda ¿cómo seguir atendiendo si escasea el dinero para comprar medicamentos y pagar a los trabajadores?
No olvidemos que el paciente, independientemente del lugar donde se haga atender, del caso clínico que tenga o de la enfermedad que padezca, es prioridad en el sistema de salud público y privado.
Sería bueno que las autoridades y las instituciones sanitarias se sienten para emprender un diálogo verdadero y empiecen a solucionar estos problemas, que están marcando un antes y un después en el país, pero sobre todo que desvían la atención de lo que es prioridad, la salud del paciente.
Actualmente existe una clara preocupación entre los trabajadores de la salud por casos puntuales que se han suscitado: las deudas que el Estado mantienen con algunas instituciones médicas privadas y el Caso Mazoyer.
Entonces cabe preguntarse ¿cómo brindar al paciente una atención de calidad? si por un lado (a ciertas instituciones) les faltan recursos económicos porque el Gobierno les adeuda una cantidad considerada de dinero, y por otro si los médicos empiezan a tener miedo de llevar casos porque pueden desencadenar demandas por mala práctica médica.
La falta de recursos económicos afecta directamente a la calidad de las atenciones porque se deben suspender proyectos, mejoras en el equipamiento, infraestructura, aumento de personal, entre otras cosas.
De la misma manera el Caso Mazoyer, marca un claro camino en la mejora de la atención, es decir, ahora los galenos tendrán esa preocupación de ser demandados que simplemente evitarán tratar casos críticos, por ejemplo donde el paciente tenga pocas posibilidades de sobrevivir.
Es verdad que si existen profesionales de la salud que ameritan una sanción por realizar una labor no ética pero ¿por uno pagan todos?
En el caso de las clínicas a las que se les adeuda ¿cómo seguir atendiendo si escasea el dinero para comprar medicamentos y pagar a los trabajadores?
No olvidemos que el paciente, independientemente del lugar donde se haga atender, del caso clínico que tenga o de la enfermedad que padezca, es prioridad en el sistema de salud público y privado.
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