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Profesionales

HACIA LA IGUALDAD
La mujer se posiciona en cargos jerárquicos superiores en el ámbito sanitario en Ecuador
En el Día Internacional de la Mujer, queda claro que las ecuatorianas dan pasos firmes
Martes, 08 de marzo de 2022, a las 14:52

Ruth Jimbo, Cristina Aldaz, Gloria Arbeláez, Gulnara Borja, Mónica Tarapués.


Cristina Coello. Jonathan Veletanga
En el Ecuador, en el contexto del incremento progresivo del ingreso de las mujeres al mercado laboral, su participación en cargos jerárquicos superiores se ha ido consolidando poco a poco, y a paso firme, al menos en lo que concierne al ámbito sanitario.
 
Uno de los grandes avances ha sido el fortalecimiento del rol de la mujer en la Medicina, en la Ciencia y en otros campos profesionales, lo cual es un factor importante para el desarrollo del país. La pandemia de COVID-19 ha evidenciado significativamente este panorama y toda la potencialidad de las mujeres, de manera que ha marcado un nuevo camino, donde seguramente se irán alcanzando muchos logros.
 
En eso han coincidido Cristina Aldaz, gerente institucional del Plan Nacional de Vacunación del Ministerio de Salud Pública (MSP), Gulnara Borja, directora ejecutiva del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI), Ruth Jimbo Sotomayor, subsecretaria para el Fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud en la Vicepresidencia de la República, Mónica Tarapués, especialista en Farmacovigilancia y Gloria Arbeláez, vicepresidenta del Colegio de Médicos de Pichincha (MDP); quienes además de los tradicionales roles de género atribuido a las mujeres, han transcendido en ellos y siguen posicionado otros que hasta hace poco eran dominados solo por los varones.
 
Los datos dicen, por ejemplo, que en el MSP hay 84.705 servidores públicos entre administrativos y personal sanitario. De ellos, 54.637 son mujeres, lo que representa el 64,50 por ciento. Así mismo, de los 268 cargos jerárquicos existentes, 124 están dirigidos por mujeres, lo que constituye cerca del 50 por ciento del total.
 
Todo eso es el resultado de un proceso, además de “años de mucho trabajo, sacrificio y estudio”, ha comentado Aldaz. Por su parte, Borja ha añadido que muchas de esas mujeres en cargos de jefatura han debido sortear infinidad de dificultades incluso fuera del país, como ella que construyó su carrera en Brasil.
 
Cuando empezó la pandemia, con el aislamiento, las cuarentenas, etc., las mujeres se encontraron en un nuevo escenario: tuvieron que manejar toda la carga laboral (por vía telemática en la mayoría de los casos) y a la par tuvieron que lideran sus familias. Esto generó una modificación en sus estilos de vida, de trabajar y de llevar todo el tema del hogar. En primera instancia fue “difícil y complejo”, ha reconocido Jimbo.
 
En este primer periodo muchas mujeres dejaron de generar Ciencia porque sus tiempos se vieron limitados por esta doble responsabilidad, sin embargo, con el tiempo fue un aprendizaje muy importante y, sobre todo, “vimos que este rol puede ser cumplido y llevado a cabo con responsabilidad”. Esto sin duda alguna ha fortalecido su rol, además ha permitido que las mujeres puedan seguir desarrollándose en todos los campos y aspectos profesionales.
 
De hecho, “he visto con muchísima satisfacción que las mujeres han liderado la pandemia en el país, no solo desde el campo Ejecutivo, como autoridades en el campo de la Salud, sino también en el manejo del paciente. Si hacemos una evaluación a nivel hospitalario y centros de atención, vemos que quienes lideran la pandemia son justamente mujeres que trabajan desde la Medicina, Enfermería, Terapia Física, Técnicos de Atención Primaria, auxiliares, etc. Esto ha sido un incentivo y una inspiración”, ha manifestado Jimbo, quien es también es PhD en Epidemiologia y Salud Pública.
 
Para las galenas, la pandemia ha marcado un antes y un después en el desarrollo profesional de la mujer, de mujeres en cargos de liderazgo, mujeres en procesos de toma de decisiones, en el empoderamiento en todos los campos profesionales, etc. Es decir, ha generado un cambio significativo que dará un empujón para ir reduciendo esa brecha en la desigualdad de género.
 
Capacidad de adaptabilidad y rol de la familia
 
A criterio de Tarapués, médica con especialidad en Farmacología Clínica, la pandemia ha evidenciado que la adaptabilidad es una cualidad muy necesaria hoy en día. “Probablemente, en muchas de las mujeres que han destacado durante la pandemia, ha sido por esa capacidad de adaptabilidad mucho más flexible que el género masculino. Creo que esta es una situación que sí tiene que ver con el género, la sensibilidad a la adaptación”.
 
“No fue fácil adaptarse, pero creo que sí ha tomado más fuerza el rol de la mujer en ciertos campos” por esta característica de adaptabilidad, ha enfatizado. 
 
En este contexto, Tarapués ha agregado que durante la pandemia también ha permitido visibilizar el rol de la familia. Gracias al apoyo de la familia se puede equilibrar la vida familiar con la vida académica y científica.
 
“Esto ha permitido que muchas mujeres logren destacar también al llegar a este equilibrio con mayor flexibilidad. Considero que la pandemia crea un punto de quiebre que permite visibilizar más cosas”, ha destacado.
 
Frente a este panorama, Arbeláez, ha considerado que los hombres también deben hacer conciencia de esta situación, y apoyar y resaltar el desarrollo de las mujeres porque ya se han visto las ventajas de ir reduciendo las brechas de desigualdad. Hay datos que muestran que todos los procesos funcionan mejor cuando se incorporan a las mujeres.
 
Hoy en día la realidad de las mujeres ecuatorianas ha trascendido el rol de madre y de esposa, por ello ha hecho que conjuguen su plan de vida con su plan de carrera. De esta manera, han incursionado con gran éxito tanto en áreas administrativas como en áreas operativas, mediante las especialidades médicas.
 
En su familia, en cambio, potencian la calidad de vida del hogar a través de la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. Asimismo, promueve mayor cobertura y acceso en las unidades de salud, rompiendo esa barrera cultural que existe en la actualidad, ha sostenido Arbeláez, quien es médica especialista y magister en Salud Pública y Gerencia Hospitalaria. Ella dirigió por tres años el Comité de Ética de Investigación en Seres Humanos del HCAM. 
 
El aspecto cultural ha permitido potencializar el rol y ámbito de acción de la mujer”, ha destacado.
 
Por esta razón, ha puntualizado que, tras la pandemia, es necesario generar un cambio cultural profundo, así como cambios en los sistemas de política pública, normativas (aprobar la Ley de Carrera Sanitaria) y, principalmente, en la forma de pensar (desde la familia), para ir fortaleciendo aún más el rol de la mujer en los diferentes campos profesionales.
 
En más cargos jerárquicos
 
Por su parte, la directora del INSPI ha dejado claro que un cargo de jefatura “no se lo consigue a corto plazo. Sea hombre o mujer hay que prepararse, y mucho”, ha recalcado, tras lamentarse que los jóvenes hoy en día “quieren resultados con rapidez” en sus carreras profesionales. La realidad es que también se requiere experiencia para hacerlo con eficiencia y eso se “gana con años de servicio, años de investigación”, ha insistido.
 
Borja ha admitido que es difícil para la mujer conciliar el trabajo de investigación y otros roles vitales. Por ello ha justificado el que muchas han optado por comenzar su vida familiar tardíamente, después de culminar sus estudios de PHD o posdoctorado. “Justamente para no sacrificar el lado familiar. Pero, ese tipo de concepciones y comportamientos no se ve en los hombres, ellos generalmente tienen la ayuda de la mujer en casa”, ha recordado, tras resaltar la doble función que muchas mujeres ejercen.
 
Ella y muchas otras, se han “acostumbrado” a sortear esas dificultades, siguen trabajando sin desmerecer el apoyo que reciben también de muchos colegas varones con quienes han formado solidos equipos. “Cuento con personas incondicionales” ha dicho Borja.
 
Pero ella ha insistido en que las mujeres científicas “tienen que demostrar por más tiempo que son buenas en lo que hacen y en ir construyendo su hoja de vida y trayectoria”. A eso suma que las publicaciones requieren 10, 15 o más años de trabajo arduo y constante.
 
Pero los retos en investigación no son los únicos. La toma de decisiones en la política pública es otra arista en la que las mujeres están liderando, en un momento histórico muy complejo como es la pandemia de SARS-COV-2.
 
Aldaz ha recordado que el país, además de requerir vacunas contra la COVID-19 enfrentó un desabastecimiento de vacunas del cuadro regular y se puso en riesgo el control, erradicación o eliminación de enfermedades. Su accionar fue determinante, “había que ir resolviendo problemas administrativos, de gestión, toma de decisiones para asegurar la vacunación a toda la población”.
 
En medio de la pandemia, esta funcionaria junto a su equipo (80 por ciento son mujeres) debía estar a cargo de la planificación, organización, ejecución de los planes de vacunación, entre otras funciones. Uno de los resultados visibles fue el cumplimiento del ‘Plan 9/100’ de inmunización contra la COVID-19.
 
No obstante, ha apuntado que a nivel nacional la tarea de la vacunación la siguen asumiendo completamente las mujeres: enfermeras o médicas. “Hay muy poco profesional especializado en estas áreas” que no sean del género femenino, a pesar de ser un aspecto de la salud pública indispensable.
 
Por ello Aldaz ha opinado que aún existen labores relegadas a la mujer en ciertos espacios del ámbito sanitario. “No es equitativo en todos los cargos, todavía siguen las desigualdades, pero si hay avances” en mejorarlo, ha admitido.
 
Aldaz ha estimado que los roles asumidos históricamente por las mujeres las hacen estar atentas a múltiples facetas y eso en ciertos espacios es una ventaja. Pero también es una limitante el momento de ejercer cargos en igualdad de condiciones con los hombres.
 
Aun así, “hemos demostrado que podemos hacer importantes gestiones, no solo para salvar la vida” de las personas, sino en la toma de decisiones y ejecución de la política pública en salud con lo cual se “debería generar más espacios” de liderazgo para las mujeres, “tenemos la capacidad y posibilidad”, ha resaltado la gerente institucional.
     



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