Edición Médica

Gabriela García, directora del proyecto RECETAS.

Redacción. Quito
En el marco del Día Internacional de las Personas Adultas Mayores y tras 5 años de investigación ha concluido el proceso de investigación del proyecto RECETAS “Re-imagining Environments for Connection and Engagement: Testing Actions for Social Prescribing in Natural Spaces”, impulsado por la Universidad de Cuenca y financiado por la Unión Europea.
 
En la ciudad de Cuenca, en el Museo Municipal de Arte Moderno, se ha llevado a cabo el Tercer y Último Encuentro RECETAS para la Soledad, donde se han reunido investigadores, representantes de movimientos sociales e invitados internacionales que trabajan con y para las Personas Adultas Mayores, ha informado la Universidad de Cuenca.
 
El proyecto RECETAS se ha ejecutado entre 2021 y 2025 en la ciudad de Cuenca, con la finalidad de comprender y evaluar cómo la naturaleza puede ayudar a combatir la soledad, fomentar la interacción social, mejorar la salud y fortalecer el bienestar mental.
 
A lo largo de estos años, un equipo transdisciplinario de investigadores ha abordado el problema de la soledad en las personas adultas mayores desde la salud, las ciencias sociales, el patrimonio, la arquitectura y las artes.
 
Durante el encuentro, Gabriela García, directora del proyecto, ha agradecido el respaldo de la Municipalidad de Cuenca, institución que ha acompañado la iniciativo, así como a las entidades que brindan cuidado y apoyo a los adultos mayores, como el Hogar Miguel León, Hogar Cristo Rey, Centro de Cuidado del Adulto Mayor del IESS y Centro de Cuidado Municipal.
 
De su parte, Alfredo Campoverde, director del Consejo Cantonal de Salud de Cuenca, ha resaltado la importancia de RECETAS como un proyecto innovador que visibiliza una problemática muchas veces silenciada: la soledad.
 
Ha explicado que para enfrentarla se requiere un trabajo conjunto entre municipios, academia y sociedad civil, en un esfuerzo cooperativo que abre la posibilidad de construir futuros esperanzadores.
 
Para Campoverde, estas experiencias no solo generan conocimiento científico, también aportan directamente al bienestar de las personas adultas mayores, ayudándoles a reducir la ansiedad, mejorando la calidad del sueño, aliviando la depresión y, sobre todo, fortaleciendo el sentido de pertenencia y la participación activa en la sociedad.
 
En su intervención, María Augusta Hermida, rectora de la Universidad de Cuenca, ha indicado que la universidad ha propuesto espacios pensados para la vejez, considerando que ahora se vive más y por ello se debe vivir mejor. “Desde la academia queremos que esta visión sea real y por ello pese a los desafíos del siglo XXI la academia busca tener respuestas contundentes”.
 
Este proyecto es ejemplo de una investigación pertinente y multidisciplinaria que busca un participación de expertos en varias áreas buscando un mismo objetivo: conocer, reconocer, reflexionar y actuar frente a la soledad no deseada, ha manifestado Monserrath Jerves, vicerrectra de Investigación e Innovación.
 
Durante el encuentro, los especialistas han coincidido en que la naturaleza y la reconexión social son fundamentales para que los adultos mayores no enfrenten la soledad y puedan mejorar su calidad de vida.
 
A través de este último encuentro, la ciudad de Cuenca ha cerrado su participación en un proceso de investigación internacional que ha dejado como legado evidencia científica, propuestas transformadoras y un mensaje claro: la soledad no deseada se puede enfrentar desde la comunidad, la naturaleza y la creatividad colectiva.
 
 
El dato
 
En este encuentro también se ha conmemorado el Día Mundial de la Salud Mental, que está en línea con los objetivos de la Década del Envejecimiento Saludable promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
 
Además, se han presentaron los resultados del Proyecto Arte y Naturaleza, iniciativa local ganadora del XXI Concurso Universitario de Proyectos de Investigación, que explora la incidencia de las artes escénicas como parte de las Prescripciones Sociales Basadas en la Naturaleza (PSBN). Esta propuesta ha demostrado que la participación en actividades artísticas puede reducir el estrés, fortalecer redes sociales y convertirse en una estrategia terapéutica innovadora.

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