Edición Médica

Enrique Terán, docente e investigador de la USFQ.

Redacción. Quito
Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos han ratificado la rápida expansión en ese país de la nueva variante de la COVID-19 denominada FLiRT (KP.2), pero en Ecuador aún no hay reporte de su trasmisión, ha informado Enrique Terán, docente e investigador de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
 
El experto, en una entrevista radial, ha dejado claro que esta variante tiene mayor trasmisibilidad, pero lo que más preocupa es la “modificación en la proteína de la espícula (Spike)”, la cual como se sabe es la que juega un papel fundamental en el modo en el que el virus coloniza el cuerpo y nos enferma.
 
Cabe recordar que la proteína Spike “es la que usa el virus como anclaje para unirse a la célula pulmonar cuando infecta. Al darse ese cambio, lo más preocupante es que puede escaparse en mayor medida a la protección que dan las vacunas”, ha explicado Terán.
 
El investigador ha informado una persona enferma con esta nueva variante puede contagiar a otras 10 y se ha evidenciado que FLiRT tiene tres veces más capacidad de escapar a la protección de la vacuna.
 
Terán ha recordado que desde el inicio de la pandemia de la COVI-19 se advirtió que este virus tenía una “alta mutagenicidad, es decir que cambia permanente y esos cambios pueden tener impacto en la transmisibilidad y en la severidad de la enfermedad”. Por ello no sorprende que aparezcan nuevas variantes, “porque el virus al sentirse limitado comienza a generar estas mutaciones”.
 
No obstante, es preocupante para el caso ecuatoriano que hace más de un año su población mayoritaria no ha tenido acceso a una vacuna actualizada contra la COVID-19 y, por tanto, carece de protección. Según Terán hay que insistir con la autoridad sanitaria para que permita al sector privado ofertar las nuevas vacunas, pensando en el resto de la población que no está considerada en los programas nacionales de inmunización.
 
Y, aunque el Instituto de Microbiología de la USFQ no ha reportado aún en el país la presencia de la nueva variante, el investigador ha advertido de la peligrosidad de esta variante, no tanto por los síntomas sino, por el impacto en la tasa de casos de COVID prolongado o ‘long COVID’.
 
Los síntomas FLiRT se asemejan a un cuadro gripal, pero según Gabriela Zambrano, docente e investigadora de la Universidad Central del Ecuador (UCE) “en general una persona es tres veces más propensa a padecer COVID prolongado después de tres reinfecciones”
 
Y Terán ha insistido en que la COVID prolongada es el resultado de las infecciones repetidas. Eso no se ha alertado adecuadamente entre la población y de allí que ha recalcado en la importancia de la vacunación.
 
¿Por qué vacunarse si al parecer el virus es leve?             
 
Según Terán el hecho de la COVID ya no produzca hospitalizaciones “no quiere decir que hay que tomarse a la ligera” e insistió en la vacunación “porque el virus al ingresar repetidas veces al organismo ocasiona un proceso inflamatorio que deja secuelas a largo plazo en los sistemas: nervioso central, cardiovascular y respiratorio”. A eso se suma que se incrementa riesgo de enfermedades clásicas como hipertensión o diabetes, ha advertido.
 
“Creo que hay que rescatar lo que habíamos aprendido durante la pandemia como es la autoprotección” (lavado de manos, ventilación, uso de mascarilla, evitar aglomeraciones, etc.). Pero la medida más importante sigue siendo la inmunización, aunque para Terán, la parte negativa de la pandemia ha sido poner “en tela de duda esa estrategia tan noble como es la vacunación”.
 
“Hay que recordar que es gracias a la vacunación que hemos controlado otras enfermedades con terrible impacto. Es un retroceso pensar que no son beneficiosas” las vacunas”, ha manifestado.
 
Finalmente, Terán ha recomendado a la población buscar fuentes oficiales de información sobre la vacunación y no dejarse invadir por el miedo, ni retransmitirlo.

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