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Salud Pública

DÍA MUNDIAL DE CONCIENTIZACIÓN
La población ecuatoriana con linfoma tiene importantes factores de riesgo
Cada tipo de linfoma requiere un enfoque de diagnóstico y tratamiento
Martes, 15 de septiembre de 2020, a las 16:50
Manuel Granja, hematlogo.

Manuel Granja, hematólogo.


Cristina Coello. Quito
La exposición a pesticidas, químicos, tóxicos y radiaciones, así como la edad, son un importante factor de riesgo para desarrollar linfoma en la población adulta ecuatoriana, ha informado a EDICIÓN MÉDICA, el hematólogo Manuel Granja.
 
El especialista ha detallado que el linfoma es un tipo de cáncer de los linfocitos y existen más de 60 tipos, pero los más comunes son el Hodgkin (LH) y el no Hodgkin (LNH). Los primeros son más frecuentes en población joven y los segundos en mayores a 50 o 60 años.
 
Según el último reporte de Registro Nacional de Tumores de SOLCA, Quito, esos linfomas ocupan el tercer lugar en hombres (luego de próstata y estómago); y el quinto en mujeres (luego de tiroides, mama, cuello del útero y estómago).
 
La incidencia es de 16.3 en hombres y 12.3 en las mujeres por cada 100 mil habitantes, con la particularidad que ha sido más frecuente que en quinquenios anteriores.
 
De allí que será clave sospechar en esta patología ante los primeros síntomas, para aplicar un abordaje terapéutico acertado, ha enfatizado Granja.
 
Para el especialista es importante además un trabajo en equipo multidisciplinario, para el buen diagnóstico y posterior tratamiento y seguimiento.
 
Por regla general aparece en el paciente un aumento de tamaño de los ganglios en zonas accesibles como el cuello, las axilas o las ingles, “se pueden palpar, estos bultos no siempre son dolorosos. Pero cuando aparecen en zonas menos accesibles como el abdomen, pueden pasar desapercibidos, por lo que el diagnóstico es más difícil y solo se lo consigue con otro tipo de estudios” ha señalado.
 
Granja ha recomendado a los profesionales del primer nivel derivar al especialista cuando se observen los siguientes síntomas más comunes: inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, infecciones graves o frecuentes, sudoración profusa durante la noche, fiebre (puede ser intermitente durante varios días o semanas) sin una infección.
 
Tratamiento
 
Cada tipo de linfoma requiere diferentes enfoques de diagnóstico, evaluación y tratamiento. La evolución y posibilidades de curación dependen cada vez más de la precisión de ese diagnóstico y del acceso a un tratamiento adaptado tanto al tipo de linfoma como al paciente.
 
Gracias a los avances en investigación, el tratamiento de los linfomas ha mejorado, aumentado la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes tanto en fase inicial como en fase de mantenimiento.
 
Según el especialista, el Cuadro Nacional de Medicamentos Básicos(CNMB) dispone de tratamiento para este tipo de cáncer y generalmente el 85 por ciento de los pacientes con LH “responde muy bien con la primera línea, cuando son diagnosticados a tiempo”.
 
Para el LNH se estima que entre 60 al 70 por ciento de pacientes responden adecuadamente con anticuerpos monoclonales (rituximab) y el resto requiere terapias adicionales.
 
Al conmemorarse el Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma  (15 de septiembre), Granja ha insistido en que los primeros síntomas no deben ser ignorados y ha recomendado aumentar el conocimiento de sus características particulares para ofrecer al paciente un tratamiento oportuno y adecuado.



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