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Ecuador | Colombia
Salud Pública

TRANSMITIDA POR VECTORES
La leishmaniasis, una enfermedad olvidada en Ecuador
No se conoce la incidencia real en la población
Jueves, 03 de diciembre de 2015, a las 13:08

Sonia Zapata, investigadora del Instituto de Microbiología de la USFQ.


Jonathan Veletanga. Quito
La leishmaniasis es una enfermedad que se transmite por picadura de vectores, la aparición de nuevos brotes está vinculada a las malas condiciones de vida y a la invasión del habitat natural de los mosquitos, que son los portadores del parásito.

En lo que va del año, en Ecuador se han notificado 1.002 casos de leishmaniasis cutánea, de los cuales se han reportado 28 en los últimos meses en las provincias de Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas, según datos de la Subsecretaria de Vigilancia de la Salud Pública.

Sin embargo, la incidencia de leishmaniasis ha aumentado con la apertura de nuevas vías, deforestación, urbanización y pobreza en zonas aledañas, ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA, Sonia Zapata, investigadora del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), quien ha dicho que no se conocen las estadísticas reales porque no se reportan todos los casos.

Actualmente, en el país solo se presenta leishmaniasis cutánea y muco-cutánea, las cuales causan ulceras en la picadura del mosquito y en los casos más graves deformaciones en las zonas afectadas.

La investigadora ha señalado que si bien todavía no aparece la leishmaniasis visceral, la única que es mortal, se debe estar alerta porque existe en países cercanos como Venezuela, Colombia y Brasil.  

Por un parte, las instituciones públicas y privadas deberían unirse para encontrar mejores soluciones a esta enfermedad olvidada y desatendida, donde el único tratamiento es un fármaco “muy tóxico” y puede presentar en efectos adversos en las personas, ha indicado Zapata.

En este marco, la investigadora ha mencionado que otra alternativa es seguir investigando sobre la leishmaniasis para identificar la aparición de nuevos vectores con su tasa de infección, posibles reservorios, medicamentos alternos y otros indicadores que muestren zonas donde se puede se puede tener brotes.

De esta forma se quiere informar a las autoridades de salud para que mejoren los servicios de atención, provean fármacos alternativos y métodos diferentes para tratar la leishmaniasis, como extractos de plantas para que los afectados se los puedan aplicar en casa de manera que concluyan sus tratamientos. El actual medicamento no es adecuado y por este motivo los enfermos no los terminan y esperan a que las úlceras sanen solas, ha concluido Sonia Zapata.




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