INFORME DE LA FAO	                            
	                            
	                                Paradoja de la malnutrición en Ecuador toma impulso	                            
	                            
	                                EEl hambre, la inseguridad alimentaria, el sobrepeso infantil y la obesidad en adultos están empeorando	                            
		                        
	                        			                        	
	
		
			
				 
				
					El sobrepeso también afecta a pueblos indígenas. 
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Cristina Coello. Quito
El último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha realizado una actualización de la situación de la 
seguridad alimentaria y la 
nutrición en América Latina y el Caribe del cual se desprende que persiste la paradoja de la malnutrición en Ecuador, así como en otros países.
 
 
El documento ‘Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2022’ ha advertido que en la región, en los hogares de escasos recursos económicos, subsiste la 
malnutrición “por carencia en los 
niños, como consecuencia, en muchos casos, del hambre, y en los adultos la malnutrición por exceso: el sobrepeso y la obesidad, que harían pensar en abundancia alimentaria, pero que al revisarse se observa que es el resultado, al igual que en el caso anterior, de la 
inseguridad alimentaria que afecta los hogares”.
 
Aumenta el hambre en Ecuador 
 
Según la FAO, en Sudamérica, Venezuela ha registrado la mayor prevalencia de 
subalimentación (22,9 por ciento), que en números absolutos equivale a 6,5 millones de personas; seguido de 
Ecuador, con el 15,4 por ciento (2,7 millones); y Bolivia, con el 13,9 por ciento (1,6 millones).
 
Las 
tendencias del hambre en los países de la región entre los períodos 2013-2015 y 2019-2021 han mostrado que aumentó significativamente en Venezuela (18,4 por ciento; es decir, 5 millones más de personas con hambre).
 
Y le sigue 
Ecuador con un aumento de 6,7 puntos porcentuales (1,3 millones); luego está con 4,6 por ciento en Haití (900.000); y 1,6 puntos porcentuales en Brasil (3,4 millones de personas más).
 
“Si se comparan los últimos datos sobre el hambre (periodo 2019-2021) con el trienio anterior a la pandemia de la 
COVID-19, 2017-2019, se observa que los países en los cuales más creció la 
subalimentación fueron Ecuador (3,8 puntos porcentuales); Honduras (2,2 puntos porcentuales); San Vicente y las Granadinas (2,1 puntos porcentuales). En Colombia, la prevalencia de la subalimentación aumentó en 2 puntos porcentuales (1,1 millones de personas más)”, ha precisado el informe.
 
Desnutrición y sobrepeso en niños
 
Pero en la actualización de la FAO también se ha mencionado que la 
prevalencia del retraso del crecimiento disminuyó en todo el mundo y en la región, menos en países como el nuestro.
La mayor prevalencia de retraso del crecimiento en la región entre 2000 y 2020 aumentó en Guatemala (42,8 por ciento), seguido de 
Ecuador (23,1 por ciento), Haití (20,4 por ciento) y Honduras (19,9 por ciento).
 
En ese sentido ha alertado que el retraso del crecimiento es especialmente frecuente entre niños “cuyas madres no han recibido 
educación formal y que pertenecen al quintil de menor ingreso”.
 
Los países con niveles de 
desnutrición aguda superior al 3 por ciento son Barbados (6,8 ), Trinidad y Tabago (6,4), Guyana (6,4), Suriname (5,5), Venezuela (4,1) y Ecuador (3,7).
 
Por otro lado, están las estimaciones de 
sobrepeso en niños menores de cinco años, y según advierte el informe en la mayoría de los países de la región ha tendido a aumentar entre 2000 y 2020.
 
Los países con mayores aumentos fueron Ecuador (5,3 puntos porcentuales), Trinidad y Tabago (5,1), Paraguay (4,8) y Barbados (3,6). En Cuba, Guyana, Honduras y Panamá la prevalencia de sobrepeso aumentó más de 2 puntos porcentuales en el mismo periodo.
 
Es decir que el país pasó del 4,5 por ciento en 2000 al 9,8 por ciento en 2020. Pero en Sudamérica en general en ese período el sobrepeso en los niños menores de cinco años pasó del 7 al 8,2 por ciento. Es decir, un incremento del 1,2 por ciento.
 
El organismo internacional ha insistido en que la prevalencia del sobrepeso en niños menores de cinco años y de la 
obesidad en adultos en la región “está muy por encima de los promedios mundiales y afecta a personas de todos los niveles de ingresos, tanto en zonas rurales como urbanas, incluidos los 
pueblos indígenas. Si esta problemática no se aborda con políticas eficaces, se podrían experimentar efectos de largo alcance, dejando atrás a una gran proporción de la población”.
 
Pero también ha recordado que “el retraso del crecimiento y otras formas de desnutrición en las primeras etapas de la vida también pueden predisponer a los niños a tener sobrepeso y a desarrollar 
enfermedades no transmisibles (ENT) más adelante”.
 
Por último, se detalla que, si bien el Ecuador es uno de los países con los costos más bajos de una 
dieta saludable, alrededor del 20 por ciento de la población no puede permitirse esa dieta.
Alimentación escolar
El punto que se destaca sobre Ecuador es su normativa de alimentación escolar. La nueva Ley (2020) incluye 
alimentos naturales, frescos y variados, teniendo en cuenta la
 interculturalidad de la población estudiantil y el desarrollo de la economía local y la agricultura familiar.
 
Se ha mencionado al gobierno local de 
Manabí que ha desarrollado, con el apoyo de la FAO, un nuevo programa de abastecimiento descentralizado que supera los retos impuestos por los sistemas de abastecimiento centralizados, vinculando la alimentación escolar a la producción local y la agricultura familiar.
Como resultado de esta iniciativa 
piloto, se han entregado más de 82.000 raciones de frutas locales a los estudiantes, beneficiando a los agricultores familiares, incluidas las mujeres productoras. Se conoce que la iniciativa se está ampliando a otras regiones del país.
 
El dato
 
La 
subalimentación es definida por la FAO como la condición de un individuo cuyo consumo habitual de alimentos es insuficiente para proporcionar, en promedio, la cantidad de energía alimentaria necesaria para mantener una vida normal activa y saludable.