ESTUDIANTES DE MEDICINA
Tatuajes y piercing, hay que informar sobre sus riesgos microbiológicos
Entre las personas de 18 y 35 años existe una desinformación muy grande al respecto
Roxana Ganchozo, estudiante de Medicina de la UCE.
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Jonathan Veletanga. Quito
Un grupo de estudiantes de tercer semestre de la carrera de Medicina de la
Universidad Central del Ecuador (UCE) ha realizado una investigación en
Quito para averiguar si las personas entre 18 y 35 años conocen los riesgos microbiológicos y efectos secundarios de los
tatuajes y piercing.
Roxana Ganchozo, representante de este grupo de estudiantes, ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA que el principal hallazgo de esta investigación es que “
la preocupación primordial” de las personas no son los riesgos microbiológicos y ni los efectos adversos que puedan tener al realizarse un tatuaje sino el dolor que puede producir. Solo el 18 por ciento de los encuestados ha pensado en las complicaciones.
También se ha encontrado que el 69 por ciento de los encuestados
no conoce el tipo de infecciones que puede contraer tras la realización de un tatuaje o piercing. “Para ellos cuando hablamos de reacciones adversas solo piensan en picor, rubor en la piel, VIH o hepatitis”, ha comentado Ganchozo.
En este sentido ha aclarado que no solo se pueden producir estos efectos sino otros que pueden presentarse a largo plazo como
hepatitis B y C, sífilis, granulomas, dermatitis de contacto alérgica, síndrome de koebner, queloides, condritis, entre otros.
“No todas las personas van a desarrollar este tipo de problemas de salud, sin embrago se debe tomar
más conciencia al respecto, ya que estas cosas no se toman en cuenta al momento de realizarse un tatuaje o piercing”, ha aclarado Ganchozo, quien recomendó buscar centros que cumplan con las medidas sanitarias necesarias para reducir los riesgos de estos problemas.
Educación al respecto
Según estudiantes de Medicina.
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Para Ganchozo, las personas tienen “una
desinformación muy grande” sobre los riesgos microbiológicos y efectos adversos que puedan tener los tatuajes y piercing, por lo que se fomentar más este tipo de información en la población a pesar de que no todas las personas sean propensas a desarrollar este tipo de problemas.
Al respeto,
Ramiro Salazar, profesor de Microbiología de la UCE, ha manifestado que este tema debería ser parte de la educación que se infunde desde la escuela y colegios, ya que los tatuajes y piercing tienen “riesgos potenciales”, que si bien no afectará a todos, sí pueden afectar algunos y a largo plazo como por ejemplo la hepatitis c que solo va a manifestarse en 20 años.
En este sentido ha expresado que las autoridades de Salud deberían
intensificar los controles en establecimientos de piercing y tatuajes para saber si cumplen normas higiénico-sanitarias mínimas, si quienes realizan tatuajes tienen los conocimientos para hacer su trabajo de manera profesional, si conocen sobre estos riesgos y sobre todo si tiene las vacunas del tétano y hepatitis, indispensables para hacer tatuajes.
Materiales de colorantes y piercing
De acuerdo a otros resultados, el 98 por ciento de las personas desconocen que dentro los componentes de los materiales de los piercing y los colorantes de los tatuajes existen
pequeñas cantidades de materiales tóxicos que pueden desarrollar reacciones fotosensibles, alergias, tiempos de cicatrización más prolongados o afectar a la salud a largo plazo. Asimismo el 99 por ciento no sabe si es alérgico a algún tipo de metal o colorante.
Al respecto, la estudiante de Medicina ha recomendado a quienes piensen en realizarse un tatuaje hacerse una aprueba de alérgenos con el fin de saber si son algún tipo de colorante o metal y así evitar una posible reacción en la piel.
“La
prueba de alergia es indispensable para hacerse un tatuaje, por tanto los centros que los realizan deberían exigir o hacer este tipo de pruebas”, ha comentado Salazar.
Medidas de higiene y esterilización
Según la investigación también se encontró que un 57 por ciento no conoce los procedimientos de higiene y esterilización necesarios para la realización de un tatuaje o piercing. “Piensan que la mayor medida de seguridad es que la aguja sea nueva o desechable pero no tienen en cuenta que incluso
el material debe estar esterilizado”, ha señalado Ganchozo.