Los debates sobre aborto no son exclusivos de las mujeres
A pesar de ser un tema censurado socialmente, existen varias recomendaciones para encontrar los contextos adecuados
Lunes, 08 de septiembre de 2025, a las 18:25
Ana Cristina González Vélez, pionera del movimiento Causa Justa.
Jonathan Veletanga. Quito
El aborto es un tema de salud pública que todavía es censurado socialmente, a pesar de los grandes avances que se han alcanzado en su despenalización, tanto en Ecuador como en otros países de la región. Por ello, es importante conocer las experiencias positivas en este campo para mantener viva la identidad colectiva, así como para luchar contra el estigma, las trabas y el acoso que existen entre las personas y profesionales de la salud que están involucrados en este campo.
Para conocer los campos que se han explorado y los desafíos que persisten, EDICIÓN MÉDICA ha conversado con Ana Cristina González Vélez, médica colombiana, pionera del movimiento Causa Justa, quien ha trabajado articuladamente por la despenalización del aborto y su aplicación en Colombia.
La experta ha compartido sus experiencias, las lecciones aprendidas y los desafíos que hay en esta lucha por la igualdad y los derechos sexuales y reproductivos, que en grandes rasgos se replican a lo largo de los países.
En Colombia, la sociedad civil organizada empezó a trabajar a finales de los años 90 fundando la Mesa por la Vida y Salud por la Mujeres, cuando el aborto era totalmente prohibido en todas las circunstancias. “Los primeros años de nuestro trabajo estuvieron muy enfocados en pensar cómo se podía hablar públicamente sobre un tema que era ilegal y censurado socialmente… Desde ese entonces hemos hecho muchísimas cosas”, ha asegurado la galena.
Este camino, así como en otros países, estuvo lleno de retos, desafíos, etc., hasta cuando en 2006, tras una decisión judicial de la Corte Constitucional, se despenalizó el aborto en 3 causales: riesgos para la salud y la vida, malformación fetal incompatible con la vida extrauterina, y en casos de violación.
Si bien fue un gran logro, González junto a otros activistas trabajaron por más de una década para que se implementara esta decisión judicial, con la finalidad de que se garantizara un acceso real al aborto. Sin embargo, a lo largo de los años de lucha se encontraron desigualdades en el acceso, criminalización de las mujeres, entre otras injusticias sociales.
Así, nació la idea de Causa Justa y, con esta iniciativa que surgió en la Mesa por la Vida y Salud, el movimiento al que se unieron no solo organizaciones feministas y de mujeres, sino también asociaciones de profesionales de la salud, como el Grupo Médico por el Derecho a Decidir. De esta manera, más de 120 organizaciones empezaron a trabajar de manera articulada en todo el país, abriendo una conversación y discusión nacional sobre los argumentos por los cuales el aborto tenía que dejar de ser un delito.
Después de varios años de lucha, cuando se dieron las condiciones adecuadas, “encontramos una ventana de oportunidad en la Corte Constitucional y presentamos una nueva demanda en nombre del Movimiento Causa Justa y 5 organizaciones… y en 2022 logramos una decisión judicial que eliminó el delito de aborto hasta la semana 24”, ha dicho.
Entonces, en resumen, ha puntualizado que son 3 logros importantes que pueden considerar quienes están involucrados en estos procesos: abrir una conversación pública con argumentos propios que alimenten y nutran este debate polémico; constituir un movimiento que trabaje de manera articulada; y mantener los objetivos a pesar de las presiones e incertidumbres que se enfrenten.
Tras estos logros, en Colombia el trabajo no ha terminado ya que el movimiento se ha enfocado en promover la implementación y consolidación de la última decisión judicial. Adicional, “seguimos trabajando en la despenalización social”, ha agregado.
Las luchas para impulsar la despenalización social del aborto, no solo en Colombia sino en otros países como Ecuador, no terminan con las decisiones judiciales. Al contrario, continúan e involucran a otros profesionales, como los de salud, de la política, entre otras voces.
“Somos un movimiento con vocación de diálogo, de generación de intercambios estratégicos, compartimos nuestros argumentos, nuestras estrategias y por su puesto estos aprendizajes de liderazgo”, ha destacado.
Para González, las luchas sociales son difíciles de empezar, bajo cualquier contexto, y una vez iniciadas son batallas de largo aliento, “no necesariamente se gana en un primer intento o momento. Se puede avanzar con distintas estrategias y a distintos niveles. Pero, siempre mantener la conversación viva es una manera de crear condiciones para que después haya una transformación más profunda”.
Asimismo, ha recordado que los debates sobre aborto no son exclusivos de las mujeres, ni de una pequeña parte de sociedad. “La libertad reproductiva un elemento sustantivo para la igualdad. Hay que entender que las luchas por la libertad reproductiva y por el aborto son luchas que tienen que ver con el tipo de sociedad que queremos y con el tipo de democracia en la que queremos vivir”, ha enfatizado.
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