ACADÉMICO DE NÚMERO
Enrique Terán acepta el desafío de fortalecer la presencia de Ecuador en la Academia Hispanoamericana de Doctores
El investigador considera su nombramiento como un paso para fomentar la colaboración entre académicos
Enrique Terán, académico de número; Wellington Aguirre, presidente de la Academia Ecuatoriana de Medicina, y, Oscar Aparicio, presidente de la Academia Hispanoamericana de Doctores.
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Cristina Coello. Quito
El docente investigador,
Enrique Terán ha sido investido como
miembro de número de la
Academia Hispanoamericana de Doctores, un reconocimiento que ha definido como un “orgullo personal” y, al mismo tiempo, una responsabilidad para promover a otras personas del país.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Terán ha descrito a las Academias como “el punto de coyuntura” donde, en el caso del sector sanitario, se une la universidad, la clínica y las sociedades para
promocionar la actividad científica.
Sobre la experiencia con el nombramiento como académico de número, Terán ha considerado su promulgación como un reconocimiento inesperado y, a la vez, “una responsabilidad” porque, al ser la cara visible del país, debe promover la entrada de otros profesionales a la academia y buscar mayor presencia institucional.
A su parecer es hora de
consolidar las academias y motivar a más profesionales valiosos del país a sumarse. “Muchos de ellos no han encontrado una razón suficiente para dedicarse a una actividad paralela, comunicacional y motivacional. Espero lograr que cada vez más miembros puedan venir a las academias”, ha insistido.
El papel de la academia en la toma de decisiones
Una de las ideas centrales que ha manifestado Terán fue que las academias deben ser el motor de las
decisiones públicas, “En el Ecuador las academias desafortunadamente son débiles; en otros países y regiones, las academias han sido el punto de contacto fundamental para la toma de decisiones gubernamentales, son el
equipo consultor, porque se supone que ahí están los expertos”.
Y en ese sentido ha dejado claro que en nuestro país aún “hay un contacto más individual” lo cual pude ser un factor que debilita la credibilidad y hasta genera recelos. Por ello, ha pedido que los miembros de la
comunidad científica se acerquen a las academias y las fortalezcan.
A los
jóvenes en formación, ha sido enfático en señalar que es hora de “subir la vara” y aspirar a metas más grandes. “No basta con ser bueno en lo que se hace; hay que buscar un espacio de visibilidad que trascienda lo personal para convertirlo en algo institucional, nacional y regional”.
Y si bien ha destacado la formación que muchos ecuatorianos realizan fuera del país, tal como él lo hizo en Inglaterra, también ha reflexionado que, “para que el país cambie, todos tenemos que
aportar un granito de arena” y que, en algún momento, será bueno regresar para aportar “desde la trinchera de cada uno”.