ES UN TRASTORNO CRÓNICO
La insuficiencia cardiaca aguda, más mortal que el ataque al corazón
Sólo la mitad de los pacientes dados de alta con esta patología vive a los tres años
Christian Mueller, de la Sociedad Europea de Cardiología.
|
Redacción. Quito
"Sólo la mitad de los pacientes dados de alta del hospital con insuficiencia cardiaca aguda están vivos a los tres años, a pesar de que se sentían bien. La mortalidad por insuficiencia cardiaca aguda es aún mayor que la de un ataque al corazón por lo que es una situación urgente," afirma el profesor Christian Mueller, presidente del Grupo de Estudio de la Insuficiencia Cardiaca de la Asociación de Asistencia Cardiovascular Aguda (ACCA, por sus siglas en inglés) de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés).
"A pesar de la gravedad de la afección no existen vías de tratamiento estándar, mientras que sí que hay consenso en toda Europa para el ataque al corazón desde hace 30 años", agrega, con motivo de la publicación este lunes en 'European Heart Journal: Accute Cardiovascular Care' del primer consejo europeo en atención de emergencia para los pacientes con insuficiencia cardiaca aguda. Este documento es el primer paso para ponerse al día con la atención del ataque al corazón y el establecimiento de normas similares para la insuficiencia cardiaca aguda.
La insuficiencia cardiaca aguda es un trastorno crónico que estalla y conlleva tener que ir a urgencias. La gran mayoría de los pacientes se presentan en un servicio de urgencias con falta repentina y severa de aliento (llamada disnea aguda) en reposo. En el 50 por ciento de los pacientes la enfermedad subyacente es la insuficiencia cardiaca crónica, mientras la otra mitad podría haber tenido un ataque al corazón hace diez años o su enfermedad cardiaca subyacente está sin diagnosticar.
"La mayoría de los pacientes con insuficiencia cardiaca aguda no se pueden curar --lamenta el profesor Mueller--. Podemos tratar con eficacia los brotes agudos de disnea con vasodilatadores y diuréticos que eliminan el exceso de líquido en los pulmones. Sin embargo, la progresión de la enfermedad subyacente permanece y los pacientes necesitan un seguimiento a largo plazo para asegurarse de que están con la medicación correcta en las dosis correctas".
El documento hecho público este lunes se centra en la decisión fundamental de si se debe dar de alta los pacientes con insuficiencia cardiaca aguda del servicio de urgencias y verlos como pacientes ambulatorios o ingresarlos en el hospital. Hasta ahora no había ninguna orientación sobre este tema y los médicos de urgencias han tendido a actuar de forma conservadora e ingresar a los pacientes en el hospital.
"El hospital no siempre es el mejor lugar para atender a los pacientes gravemente enfermos --reconoce Mueller--. Mientras están en el hospital ,los pacientes con insuficiencia cardiaca aguda --que tienen un promedio de edad de 78 años-- están en riesgo de desarrollar infecciones y sufren problemas para dormir .También hay presión sobre los hospitales para evitar ingresos caros cuando sea posible. Pero los pacientes se benefician de un seguimiento más intenso mientras están en el hospital".
Un documento consensúa cómo actuar con estos pacientes
El documento describe los criterios para ayudar a los médicos seleccionar a los pacientes que pueden ser dados de alta de forma segura desde el servicio de urgencias. Un nuevo algoritmo muestra el orden de decisiones a tomar y qué tener en cuenta en cada paso.
La importancia del seguimiento a largo plazo se enfatiza, sin tener en cuenta si los pacientes son dados de alta directamente desde el servicio de urgencias o si pasan un periodo en el hospital antes de ser enviados a casa. El seguimiento de la planificación debe realizarse por el equipo de urgencias en colaboración con el médico general, el cardiólogo y otras personas involucradas en el cuidado a largo plazo del paciente.
"Es imposible tratar la insuficiencia cardiaca aguda suficientemente en 24 horas en el servicio de urgencias --subraya el profesor Mueller--. Siempre será necesario un intenso seguimiento. Es la tarea del médico de urgencias hacer la primera cita de seguimiento o asegurar que se produzca. Los pacientes deben ser evaluados por su médico de cabecera dentro de las siguientes 48 horas para ajustar con precisión el número de fármacos y sus dosis, y evaluar los signos vitales, la presión sanguínea, los electrolitos y la función renal".