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Salud Pública

EN LA RED PÚBLICA
Ecuador ya integra el mayor proyecto investigativo que busca mejorar el diagnóstico oportuno del cáncer
Alrededor de 60 investigadores de 7 países participan
Viernes, 15 de octubre de 2021, a las 13:31

En el centro Rodrigo Henríquez y Francisco Vallejo del MSP y parte del equipo de investigadores.


Cristina Coello. Quito
Con financiamiento de la Unión Europea y bajo la tutela de la Universidad Católica del Ecuador (PUCE) se ha iniciado en el país uno de los proyectos investigativos más importantes en la salud pública, que busca aportar en la mejor elaboración de normativas, planes y políticas de atención al cáncer, además de identificar estrategias efectivas para optimizar la atención de esa enfermedad.
 
El EquityCancer-LA es un proyecto de investigación que tiene como objetivo principal evaluar la efectividad contextual de la implementación, con un enfoque participativo, de una intervención de atención integrada multicomponente en la mejora del diagnóstico temprano del cáncer en las redes públicas de servicios de salud de Chile, Colombia y Ecuador.
 
La investigación estará liderada por el Consorcio de Salud y Social de Cataluña, a través de su Unidad de Investigación en Políticas de Salud (SEPPS) y en colaboración con la Fundació Sant Joan de Déu (FSJD) de España; la Universidad de Chile (UChile), la Universidad del Rosario (URosario) de Colombia; la PUCE de Ecuador; la Universidade Nova de Lisboa (UNL) en Portugal; y, la University of Copenhagen (UCPH) de Dinamarca.
 
Con la presencia de Rodrigo Henríquez, coordinador general de Desarrollo Estratégico del Ministerio de Salud (MSP) y Francisco Vallejo, Subsecretario Nacional de Promoción de la Salud e Igualdad ha sido presentado el proyecto en el Ecuador.
 
Ya entre 2009-2013 y luego entre 2013-2019 se ha ejecutado el proyecto en Chile y Colombia. Ahora el Ecuador se suma al Equity-LA para los próximos 5 años, con el compromiso de las autoridades del MSP.
 
Los objetivos
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Ana Lucía Torres, directora del Instituto de Salud Pública de la PUCE e investigadora principal del proyecto en su capítulo Ecuador, ha considerado que el éxito de la investigación “reside en los compromisos de los servicios de salud y va a depender de la voluntad política de las autoridades” para que el proceso se mantenga en el tiempo.
 
Por ello ya desde mayo se ha trabajo en la conformación de comités ejecutores locales que lo integran investigadores y delegados de los servicios de salud; se dispone de las aprobaciones éticas en cada país y de la estandarización de los instrumentos, pues parte de la investigación será comparar entre países y entre sistemas de salud.
 
María Luisa Vásquez, directora del Consorcio de Salud y Social de Cataluña, ha ratificado que en las anteriores etapas de la investigación tuvieron “buenas experiencias y se logró mejorar la colaboración entre el primer nivel de atención los otros niveles”.
 
Para Vásquez, “estamos en transición epidemiológica, con más casos de cáncer porque la población sigue envejeciendo y es una patología de la edad avanzada, aunque existan casos en jóvenes” y por ello es preciso ejecutar este tipo de investigaciones.
 
Por su parte, Ingrid Vargas, también investigadora del Consocio, ha considerado que este proyecto va aportar mucha evidencia sobre los problemas en el retraso del diagnóstico de cáncer en las redes de servicios públicos y además datos sobre las barreras con que se enfrentan los pacientes durante ese proceso.
 
“Se sabe poco y vamos aportar en este estudio cualitativo y cuantitativo desde la perspectiva de los profesionales de los servicios de salud y de los pacientes”, pues se buscará reconstruir toda la trayectoria del paciente hasta la confirmación del diagnóstico, la derivación al tratamiento y las dificultades y cuanto es el retraso, ha detallado la investigadora.
 
Por su parte, Amparo Mogollón, docente de Medicina de la Universidad del Rosario de Colombia, ha resaltado que este tipo de investigaciones tienen el objetivo de aportar seriamente en la elaboración de política pública, y al trabajar con las mismas redes de salud de cada país, “se traducirá en buenas prácticas”, ha dicho.
 
Eso lo ha ratificado Isabel Carreño, del equipo de investigación del Equity-LA II en Chile, quien ha confirmado que en ese país se lograron conformar redes “muy potentes” de equipos de salud y se establecieron diferencias en el funcionamiento de los servicios de salud que estaban fragmentados.
 
Según Carreño, en Chile las acciones se han sostenido después de los 5 primeros años del primer proyecto (que terminó en 2019) y ha considerado que la experiencia “fue tan buena” que ahora sus orientaciones técnicas fueron acogidas a nivel nacional como ejemplo de buenas prácticas.
 
“La metodología del Equity-LA II ha demostrado que funciona, porque trabaja con los distintos niveles” ha insistido.
 
Finalmente, Ana Lucía Torres, ha recalcado que esta investigación en Ecuador “busca generar una serie de recomendaciones que no salgan desde la academia sino desde los servicios, para generar acciones de cambio” basadas en evidencia científica y así contribuir e incidir en la política pública.
   
¿Por qué es importante esta investigación?
 
Se ha determinado que la fragmentación de la atención sanitaria y la mala calidad de la atención primaria (AP) en América Latina (AL) son las principales causas de retraso en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, lo que contribuye a unas tasas de mortalidad elevadas y en constante aumento, especialmente entre poblaciones desfavorecidas (por ejemplo, en términos de posición socioeconómica).
 
Los datos de AL han sugerido que la mayoría de los retrasos se producen entre la consulta inicial y la confirmación del diagnóstico de cáncer.
 
Entonces, las intervenciones de atención integrada para fortalecer la AP y aumentar la coordinación de la atención en todos los niveles asistenciales han demostrado ser eficaces para mejorar el diagnóstico temprano del cáncer, sobre todo en países de renta alta, y también son promovidas por los planes nacionales contra el cáncer en AL, pero su aplicación y evaluación son limitadas.
 
Un enfoque participativo, que implique a los principales actores en la adaptación de la intervención, confiere mayor relevancia y validez contextual a la intervención, facilita su integración en la práctica clínica y su sostenibilidad en el tiempo.
 
Por lo tanto, la realización de una investigación operativa, con un enfoque participativo, es esencial para generar evidencia sobre la efectividad y los costos de la implementación de intervenciones de atención integrada, en condiciones reales, que puedan traducirse en políticas efectivas para una variedad de contextos socioeconómicos y sistemas de salud.
 
Algunos datos
 
En el Ecuador, el cáncer constituye una de las principales enfermedades crónicas no transmisibles y es causa de una importante carga de muerte y reducción de la calidad de vida.
 
De acuerdo a la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia de cáncer es de 157 casos por 100.000 habitantes. Lo que supone una importante carga de muerte y enfermedad para toda la sociedad.
 
Para más detalles del proyecto en su web (aquí el enlace)

Ana Luca Torres, Amparo Mogolln, Ingrid Vargas, Mara Luisa Vsquez e Isabel Carreo.

Ana Lucía Torres, Amparo Mogollón, Ingrid Vargas, María Luisa Vásquez e Isabel Carreño.




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