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Quito tiene la tasa más alta de cáncer de próstata en el Ecuador
8 de cada 100 hombres residentes en la ciudad desarrollarán cáncer de próstata a lo largo de su vida
Lunes, 14 de junio de 2021, a las 13:21
El cncer de prstata tiene alta posibilidad de curacin con un diagnstico oportuno y un manejo multidisciplinario.

El cáncer de próstata tiene alta posibilidad de curación con un diagnóstico oportuno y un manejo multidisciplinario.


Redacción. Quito
El cáncer de próstata es el tipo de tumor más frecuente en hombres en Ecuador, según el Registro Nacional de Tumores, SOLCA - Núcleo de Quito.
 
En conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Próstata, celebrado el 11 de junio, el Registro Nacional de Tumores ha emitido su segundo boletín epidemiológico dedicado a esta patología en la ciudad de Quito.
 
De acuerdo al boletín, el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en Ecuador está en 35.7 casos por 100.000 hombres. En relación a la mortalidad, el riesgo se encuentra entre 10.6 y 14.3 casos por 100.000 hombres, ubicándolo en una posición intermedia en el contexto mundial.

De hecho, debido al continuo envejecimiento de la población este cáncer seguirá siendo un desafío para la salud pública, por lo que resulta urgente implementar de manera sostenible, participativa y multisectorial, la Estrategia Nacional del cáncer en el país.
 
En Quito
 
Las tasas de  incidencia por cáncer de próstata en Quito se han incrementado de manera continua desde 1985. Desde 1991 hasta 2003 se registra un aumento anual significativo de 7.5 por ciento, pasando de 21 a 51 casos por 100.000 hombres. Desde ese año hasta el 2017 se reporta un incremento menos marcado con 1.9 por ciento de crecimiento anual.
 
Acceda al segundo boletín epidemiológico: https://bit.ly/3zlP1Hf
 
Es así que en 2017 se registra una tasa de incidencia de cáncer de próstata de 61.9 casos por 100.000 entre los residentes de Quito, lo cual representa la tasa más alta del país. En este sentido, se estima que 8 de cada 100 hombres desarrollará la enfermedad a lo largo de su vida.
 
La tendencia observada a inicios de la década de los noventa está relacionada al uso generalizado de pruebas diagnósticas como el Antígeno Prostático Específico.
 
Por otro lado, en estos mismos periodos, las tasas de mortalidad en Quito han aumentado significativamente, pero a un ritmo menor que la incidencia.
 
Entre 2014 y 2017, la mayor incidencia de casos de cáncer de próstata en Quito es en hombres mayores de 75 años, seguidos por las edades entre 70 y 74 años, 65 y 69 años, 60 y 64 años, 55 y 59 años, y 50 y 54 años.
 
Entre 2016 y 2017 se han diagnosticado 1.770 nuevos casos de cáncer de próstata, tanto pacientes residentes como no residentes de la ciudad. De estos la mayoría fue diagnosticada en el sector de salud privado. Por ejemplo, SOLCA ha diagnosticado al 9 por ciento de estos casos, porcentaje que se incrementa al 19.5 por ciento cuando se incluye a los pacientes referidos.
   
Según el boletín epidemiológico, en Ecuador la supervivencia de cáncer de próstata ha alcanzado 82.8 por ciento a los 5 años y en Quito fue del 93 por ciento.
 
Al interior del país se han evidenciado diferencias importantes en la supervivencia de los pacientes, de manera que es necesario profundizar en las razones de este comportamiento, que permita complementar las estrategias de control.
 
El Registro Nacional de Tumores ha señalado que el cáncer de próstata tiene alta posibilidad de curación con un diagnóstico oportuno y un manejo multidisciplinario. De acuerdo al estadio en el que se realiza el diagnóstico, las opciones de tratamiento van desde abordajes focalizados conservadores hasta abordajes sistémicos como la hormonoterapia-quimioterapia e inhibidores PARP basados en mutaciones genéticas.
 
No obstante, al momento no se ha alcanzado un consenso sobre el tamizaje y la detección precoz del cáncer de próstata en la población. En Ecuador, la Estrategia Nacional para la Atención Integral del Cáncer publicada en 2017, reconoce que no es apropiado el tamizaje colectivo generalizado porque los riesgos de una intervención superan los beneficios. La estrategia se centra más bien, en la promoción de estilos de vida saludables.
 
Por este motivo, SOLCA ha propuesto fortalecer la educación y asesoramiento a los pacientes y sus familias, con el fin de que estén bien informados sobre los daños, riesgos y beneficios, y sean capaces de tomar decisiones sobre su propia salud. Asimismo, ha recomendado garantizar un acceso adecuado a los servicios, disponibilidad de directrices basadas en evidencia, y mecanismos ágiles de referencia de pacientes.




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