ASOCIADAS O NO A LA DISCAPACIDAD
Importancia de la atención integral a niños, niñas y adolescentes con necesidades educativas especiales
La Fundación Centro San Juan de Jerusalén ofrece un programa integral de inclusión escolar
Carla Suárez, psicóloga de la Fundación Centro San Juan de Jerusalén.
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Jonathan Veletanga. Quito
¿Qué son las necesidades educativas especiales (NEE) asociadas o no a la discapacidad? ¿Cómo identificar a un niño, niña o adolescente que tiene una necesidad diferente a la de sus compañeros dentro del aula? Para resolver estos interrogantes muy frecuentes durante el proceso de educación de una persona, REDACCIÓN MÉDICA ha conversado con
Carla Suárez, psicóloga de la Fundación Centro San Juan de Jerusalén, institución quiteña
pionera en inclusión escolar y neurorrehabilitación.
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Desde hace más de 20 años nos especializamos en recibir a niños, niñas y adolescentes con dificultades escolares y brindarles una atención terapéutica integral. Además, realizamos inclusión educativa de niños de 2 a 5 años en aulas dentro de la Fundación, donde se preparan para una futura educación regular”, ha manifestado Suárez.
La especialista ha explicado que cualquier infante o adolescente puede tener una
necesidad especial ligada o no a la discapacidad en el transcurso de su escolaridad, muchos de ellos que no están asociados a la discapacidad son comunes, por ejemplo la dislexia, discalculia, hiperactividad, entre otros trastornos. No obstante, en los dos casos se requiere solventar sus necesidades con adaptaciones curriculares determinadas para que exista una verdadera inclusión.
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Toda la vida han existido estos niños con distintas formas de aprender, sin embargo, antes no eran tomados en cuenta como tal, es decir, en base a sus diagnósticos, y eran tachados de vagos, irresponsables, inquietos, indisciplinados, etc.”. Por este motivo, para garantizar un adecuado proceso de aprendizaje y educación es muy importante identificar estas necesidades especiales de manera temprana y darles un seguimiento integral a los niños, niñas y adolescentes.
Justamente,
la Fundación Centro San Juan de Jerusalén se especializa en este ámbito. Por ejemplo, en el caso de los niños que entran a la institución desde muy pequeños, se logra identificar estás necesidades educativas especiales a temprana edad gracias a la atención y seguimiento que les brindan las maestras, los psicólogos y terapistas de la fundación.
En cambio, en el entorno escolar las maestras y maestros son los primeros que detectan alguna de estas necesidades, ellos se encargan de hacer las primeras observaciones y de
remitir a profesionales o centros especializados como el nuestro, ha indicado Suárez.
Cómo identificar estas necesidades educativas especiales
En la Fundación Centro San Juan de Jerusalén el despistaje de estas necesidades especiales inicia con una
evaluación psicopedagógica, donde se evalúan varios campos como coeficiente intelectual, habilidades cognitivas, competencias curriculares dependiendo de la edad y nivel educativo del niño, niña o adolescente, las áreas social y afectiva.
La evaluación socioafectiva es muy importante porque muchas veces ciertas dificultades escolares están dadas por cómo el niño se relaciona con su entorno, es decir, compañeros, maestra y familia, ha sostenido Suárez.
Posteriormente, si se identifica algún trastorno del aprendizaje, el niño, niña o adolescente pasa a las
áreas de terapia física, terapia de lenguaje o terapia ocupacional, para recibir una evaluación más específica, según su necesidad.
Después de estas evaluaciones se definen las áreas en las que necesita atención especializada y se procede al tratamiento. En todo este proceso se da
apoyo psicológico tanto al niño como a la familia.
Dentro del área de Psicología, los infantes y adolescentes son recibidos en un
‘taller de expresión’, un grupo de psicoterapéutico semanal dónde los niños, niñas o adolescentes con NEE que asisten a escuelas regulares, pueden compartir sus sentimientos, temores, experiencias y juegos, para que se motiven a seguir en el proceso educativo y en su vida cotidiana.
Además, cuando un niño, niña o adolescente entra al programa de inclusión educativa de la fundación, nosotros hacemos
visitas a las escuelas, desde el inicio del año lectivo, para informar a los docentes sobre la evaluación del niño y así solventar a través de varias actividades las diferentes dudas o problemas que se pueden presentar, ha agregado Suárez.
Alianzas estratégicas
Para Suárez, la atención integral de las necesidades educativas especiales asociadas o no a la discapacidad es muy importante, por lo que, ha sostenido que el
Estado debería generar alianzas estratégicas con establecimientos especializados, para solventar toda la demanda que tiene el sector público en este ámbito, principalmente de aquellas personas más vulnerables.
“Lastimosamente el sector público no se abastece y muchas familias tienen que pagar estos servicios. Para una familia a la que le cuesta conseguir para el día a día,
este tipo de atención queda en segundo plano, y cuando se trata de una discapacidad el gasto de cada niño es enorme”, ha lamentado la especialista.