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Salud Pública

SITUACIÓN ACTUAL
OMS determina que la COVID-19 aún es una emergencia de importancia internacional
Existe riesgo de nuevas variantes que exacerben el impacto sanitario en curso
Miércoles, 19 de octubre de 2022, a las 17:50
El Comit de Emergencias analizar un cambio de situacin en su prxima reunin.

El Comité de Emergencias analizará un cambio de situación en su próxima reunión.


Redacción. Quito
En su decimotercera reunión, el Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha determinado que la pandemia de COVID-19 sigue constituyendo una Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional (PHEIC).
 
“Al evaluar los criterios de una emergencia de salud pública de importancia internacional, el Comité convino en que, aunque la percepción pública es que la pandemia ha terminado en algunas partes del mundo, sigue siendo un evento de salud pública que continúa afectando adversa y fuertemente la salud de la población mundial”.
 
Además, ha señalado que aún hay riesgo de nuevas variantes que exacerben el impacto sanitario en curso, en particular a medida que se acerca el invierno en el hemisferio norte (y el aprendizaje del hemisferio sur). Por lo tanto, todavía hay necesidad de una respuesta internacional coordinada para hacer frente a las desigualdades en el acceso a las herramientas para salvar vidas.

El Comité ha reconocido que muchas políticas nacionales de COVID-19 reflejan la percepción de que la emergencia puede haber terminado y que los gobiernos, los trabajadores de la salud y las sociedades en general están experimentando "fatiga de COVID-19".
 
Por lo tanto, ha enfatizado la necesidad de mejorar la escucha social y la participación de la comunidad como medios para adaptar mejor la comunicación de riesgos y contextualizar las políticas, lo que ayudará a las personas a continuar tomando las medidas necesarias para proteger su salud.
   
En este sentido, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha destacado que las muertes por COVID-19 notificadas semanalmente han alcanzado niveles comparables al comienzo de la pandemia y que casi dos tercios de la población mundial ha completado el esquema de vacunación primario.
 
Sin embargo, ha expresado preocupación por las persistentes inequidades en la cobertura de vacunas y acceso a tratamientos antivirales y terapéuticos entre países, reducciones en las actividades de vigilancia epidemiológica y de laboratorio para COVID-19 que son necesarias para monitorear la evolución e impacto del virus, y la eliminación de muchas medidas sociales y de salud pública antes del aumento esperado en la transmisión en los próximos meses, particularmente durante el próximo invierno en el hemisferio norte.
 
El Comité ha reconocido el progreso en el control del brote en muchos países con una disminución sustancial del número de casos graves y muertes, así como con altos niveles de inmunidad de la población, lo cual ha llevado a la reanudación de la vida económica y social y al levantamiento de la mayoría de las restricciones relacionadas con COVID-19.
 
No obstante, ha indicado que existen incertidumbres considerables sobre la trayectoria futura del virus, así como sobre las características genéticas y antigénicas y el impacto clínico de futuras variantes.
 
También le preocupa los crecientes desafíos para cuantificar la carga más amplia de COVID-19 en los sistemas de salud, incluidas las complicaciones trombóticas y endocrinas, así como el alcance y la carga de la condición posterior a COVID-19. “Muchos sistemas de salud continúan bajo presión debido a otras emergencias de salud y prioridades de salud contrapuestas, además de los desafíos que plantea la pandemia”.
 
El Comité además ha expresado su preocupación por la reducción de la vigilancia epidemiológica y de laboratorio para SARS-CoV-2. Esto impide las evaluaciones de las variantes emergentes y en circulación del virus, incluidas las evaluaciones genómicas y fenotípicas, y dificulta la capacidad de interpretar las tendencias en la transmisión y la carga de la enfermedad.
 
Por este motivo, ha resaltado la importancia de acelerar la integración de la vigilancia de COVID-19 en otros sistemas de vigilancia de rutina, incluida la vigilancia de otros patógenos respiratorios, vigilancia comunitaria y vigilancia de aguas residuales.
 
Los argumentos
 
La OMS ha indicado que existe una clara disociación entre los casos incidentes y la enfermedad grave, que ha llevado a las comunidades a percibir que la emergencia puede haber terminado y que ya no se justifican las medidas para reducir la transmisión. Aunque la cantidad de muertes semanales notificadas a la OMS es casi la más baja desde que comenzó la pandemia, sigue siendo alta en comparación con otros virus respiratorios, y la carga adicional de complicaciones relacionadas con la COVID-19 y la condición posterior a la COVID-19 también es alta y su impacto total no completamente entendido.
 
En segundo lugar, aunque se espera que continúe la evolución actual del virus, las características genéticas y antigénicas de las variantes futuras aún no se pueden predecir de manera confiable, en parte debido a las brechas actuales en la vigilancia global que dificultan la identificación y evaluación temprana de estos cambios. Además, la evolución del virus en curso, con propiedades potencialmente incrementadas de escape inmunológico, puede plantear desafíos para las vacunas y las terapias actuales.
 
Por último, persisten las desigualdades en el acceso a las vacunas y tratamientos contra la COVID-19 entre y dentro de los países, de modo que los grupos de mayor prioridad actualmente no tienen acceso a vacunas y tratamientos seguros y efectivos en todas partes.
 
Con este contexto, el Comité ha considerado que la implementación de varias medidas públicas (recomendadas en la última sesión) crearía una situación compatible con la finalización de la PHEIC relacionada con la pandemia de COVID-19 en una reunión futura, sin embargo, la situación podría seguir caracterizándose como una pandemia incluso si se finaliza la PHEIC.
 
Además, ha mencionado que estas recomendaciones respaldarán los mensajes de salud pública apropiados sobre el riesgo en evolución de COVID-19, a pesar de la "fatiga pandémica" comunitaria y política.




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