CORRESPONSABILIDAD CIUDADANA
Siniestros de tránsito, un problema de salud que ya cobra la vida de más de 260 personas en Quito en 2025
Este problema deja un número alto de discapacidades graves
Martes, 18 de noviembre de 2025, a las 16:48
Miguel Malo, secretario de Salud del Distrito Metropolitano de Quito.
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Jonathan Veletanga. Quito
Los siniestros de tránsito están entre las principales causas de muerte en Quito y en el país, por ello es fundamental comprender que se ha convertido en un problema importante de Salud Pública y se lo debe abordar como tal, puesto que afecta la salud y la calidad de vida de la gente en su conjunto, ha explicado Miguel Malo, secretario de Salud del Distrito Metropolitano de Quito.
“Es un tema de salud pública, nos estamos muriendo y hay una cantidad de heridos por un problema que se puede prevenir. La frustración es que no deberíamos tener un solo fallecido por siniestro de tránsito. Todo esto que sucede se puede prevenir”, ha sostenido Malo, en entrevista con EDICIÓN MÉDICA.
Malo ha indicado que en Quito los siniestros de tránsito
son la quinta causa de muerte y la segunda causa de muerte entre el grupo etario de entre los 5 y 29 años. De manera que es una situación que está causando muerte en la población joven y productiva, principalmente.
En lo que va del 2025, Quito registra 261 fallecidos por siniestros de tránsito; los más fatales han sido en las vías rápidas (Ruta Viva, Simón Bolívar y Mariscal Sucre), según datos de la Secretaría de Salud.
Este problema está generando un “peso muy grande” para la sociedad en términos de calidad de vida y bienestar, ya que se estima que hay alrededor de “40 heridos por cada fallecido”, de los cuales
por lo menos la mitad con discapacidades graves. Esto implica pérdida de años productivos, así como una carga para las familias y la sociedad, ha agregado.
La siniestralidad vial también afecta la salud mental, lo que además se evidencia en un “manejo muy ofensivo, muy agresivo y poco solidario”, ha agregado.
Abordar desde la salud pública, también permite identificar los
principales factores de riesgo que están desencadenando esta alta siniestralidad, lo cual es necesario para definir cómo y dónde actuar para prevenirlos.
Entre las principales causas están: la velocidad (a mayor velocidad, mayor es el riesgo de herida y muerte), el consumo excesivo de alcohol y las distracciones al conducir, particularmente el uso de celulares. Estos aumentan considerablemente la posibilidad de siniestros.
“Reconocer los factores de riesgo es el primer paso para salvar vidas” y para comprender que “cada muerte en las vías es prevenible”, ha enfatizado Malo.
Cada vida cuenta, ha subrayado el funcionario. Por esta razón, además de las medidas implementadas por el Municipio (basadas en evidencia científica) se requiere que la ciudadanía asuma su responsabilidad.
“Está claramente demostrado que el riesgo de morir aumenta exponencialmente con la velocidad. A 30 kilómetros por hora un golpe puede ser leve, pero a 60 el impacto equivale a caer desde un sexto piso… Por ganar dos minutos ponemos en riesgo la vida. Eso es un absurdo, sobre todo cuando en la ciudad la velocidad real de circulación, debido al tráfico, rara vez supera los 40 kilómetros por hora”, ha sostenido el funcionario, quien ha hecho un llamado a la corresponsabilidad frente a este problema de salud pública.
Entonces, para Malo, la siniestralidad vial no solo es un asunto de seguridad o movilidad, también debe abordarse desde la educación y la salud pública ya que “detrás de cada siniestro hay vidas truncadas, trauma emocional y un profundo costo económico y social”. Asimismo, deben generarse políticas que protejan a los más vulnerables, como peatones, ciclistas y motociclistas.
Para prevenir los siniestros viales, el Municipio ha implementado
7 medidas basadas en evidencia científica y que tienen un enfoque de salud pública:
- Aumentar los controles de velocidad en 13 puntos críticos de la av. Simón Bolívar y Ruta Viva.
- Restringir la circulación del transporte pesado en estas vías de 06h00 a 10h00 y de 16h00 a 20h00.
- Reforzar la señalización en zonas de alta siniestralidad.
- Instalar radares preventivos-educativos, reconocidos por la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial.
- Impulsar campañas en pantallas y espacios públicos para recordar que la velocidad excesiva mata.
- Implementar el programa Conductor Elegido, junto a bares y discotecas, para evitar la conducción bajo efectos del alcohol.
- Fortalecer la alianza con medios de comunicación para mantener una campaña permanente de concientización vial.
En este sentido, Malo ha reiterado que las políticas de prevención, educación y control son esenciales para reducir la mortalidad y mejorar la convivencia en las vías. “Promover hábitos saludables y responsables”, acompañados de espacios seguros y el fortalecimiento de la cultura vial son acciones que salvan vidas.
“Podríamos tener cero muertes por siniestros de tránsito. Este es el desafío”, ha concluido el secretario metropolitano de salud.