Edición Médica

Cristian Calero, neurólogo del HCAM.

Cristina Coello. Quito
Después que el gobierno de Perú decretó el estado de emergencia sanitaria por el "aumento inusual" de casos del Síndrome de Guillain-Barré y la inquietud que se ha generado entre la población y personal sanitario, las autoridades ecuatorianas han asegurado que se mantiene la vigilancia epidemiológica.
 
EDICIÓN MÉDICA ha consultado con Cristian Calero, médico tratante de Neurología del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) sobre las posibles implicaciones en la salud pública del país.
 
Calero ha considerado que este brote en Perú puede ser un problema estacional, pues se ha identificado que se produce como respuesta a infecciones de origen viral o bacteriano, y, hasta por la aplicación de ciertas vacunas. Afecta tanto a hombres como a mujeres en edad adulta, pero “el síndrome no es contagioso”, ha asegurado.
 
Por otro lado, ha mencionado que no existe un método para prevenir la aparición de la enfermedad y ha insistido que el diagnóstico de Guillain-Barré principalmente “se sustenta en la evaluación clínica” y puede ser confirmado con estudios neurofisiológicos y de líquido cefalorraquídeo, pero el acceso a esos resultados demoraría su tratamiento.
 
El especialista ha resaltado el anuncio oficial de impulso a la vigilancia epidemiológica ante la enfermedad, pues eso permite a las unidades de salud tener el suficiente suministro de tratamiento que incluye el uso de inmunoglobulina endovenosa o plasmaféresis, además de la atención multidisciplinaria.
   
En la casuística ecuatoriana, Calero ha mencionado que son los patógenos gastrointestinales los relacionados a casos de Guillain-Barré, y por ello ha considerado importante alertar a las personas sobre los alimentos mal cocidos que ocasionen diarrea.
 
Por otro lado, también ha mencionado a los cuadros respiratorios virales como posibles causantes del aumento en la incidencia de casos de la enfermedad rara, que en sus inicios provoca amortiguamiento o debilidad en manos y piernas que avanza con rapidez, ha recalcado el neurólogo.

En el HCAM, según el especialista, en lo que va de julio no se ha reportado casos, ni un registro inusual en lo que va del año. El Ministerio de Salud Pública (MSP) ha confirmado 22 casos en todo el país de enero a mayo del 2023.
 
“Mientras más rápido se aplique el tratamiento, se reduce la posibilidad de desarrollar secuelas”, aunque eso también dependerá del tipo de Guillain-Barré que afecte a la persona, ha aclarado el especialista, quien ha explicado que la axonal es la forma más grave pero menos común, y la desmielinizante con efectos menos delicados.
 
El especialista ha recomendado al personal médico de primer nivel y del sector rural que al evidenciar amortiguamiento y debilidad muscular en un paciente piensen en Guillain-Barré y deriven a tiempo, a un nivel superior de atención.
 
También ha recordado que algunos mantienen hospitalizados a estos pacientes “con medicamentos que sabemos no son útiles, por ejemplo, corticoides” y por ello ha insistido en la derivación a tiempo.
 
La importancia de estudios locales
 
Con todos estos antecedentes, Calero ha sido enfático en señalar que no existe en el país estudios que señalen una estación específica del año en que se evidencie un aumento de casos de la enfermedad, como para emprender campañas de prevención y tampoco de las posibles causas que lo desencadenen.
 
“Hay que tratar de hacer estudios para identificar en qué estación del año se presenta. Probablemente a finales del invierno es un poco más frecuente por la presencia de cuadros respiratorios”, ha considerado.
   
 

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