Edición Médica

Paúl Franco, director del Departamento Procesal de DS Legal Group.

Jonathan Veletanga. Quito
Después del veto total del Ejecutivo, el Código Orgánico de Salud (COS), uno de los proyectos de ley más discutidos y analizados por la Asamblea Nacional a lo largo de los últimos seis años, tiene un futuro muy incierto. Lo único que se sabe es que estará en ‘stand by’ hasta el 25 de septiembre de 2021, según el artículo 138 de la Constitución.
 
Transcurrido este tiempo, ¿cuál es el camino para seguir? Paúl Franco, director del Departamento Procesal de DS Legal Group, ha indicado a EDICIÓN MÉDICA que el COS tiene dos escenarios.
 
En el primero, la Asamblea podrá ratificar en un solo debate el texto del Código de Salud que acaba de ser vetado. Para esto necesitará el voto favorable de las dos terceras partes de sus miembros. De cumplir con este requisito, la ley será enviada inmediatamente al Registro Oficial para su publicación.
 
De no ocurrir lo anterior, el proyecto de Código de Salud irá al archivo. Es decir, “el COS quedaría sin vida” y en este caso la Asamblea Nacional deberá elaborar un nuevo proyecto de ley en Salud, ha señalado.
 
Entonces, ¿qué se puede esperar? A ciencia cierta no se sabe, ya que el próximo año habrá elecciones de presidente y vicepresidente de la República y asambleístas. Por ello, hay muchas probabilidades que los asambleístas que en este período aprobaron el Código Orgánico de Salud ya no estén en los curules de la Asamblea Nacional.
 
“Para septiembre del próximo año estaremos con una nueva Asamblea, de manera que no se sabe si habrá el mismo criterio de aprobación (de la Asamblea actual) o efectivamente ratificarán lo determinado en la objeción total del Ejecutivo. Todo dependerá del nuevo contexto político”, ha sostenido Franco.
 
Para el abogado, es posible que el próximo año existan varios aspectos que jueguen en contra del Código de Salud, de manera que “muy probablemente” se archive este proyecto de ley, aunque esto dependerá del contexto social y político. De ser así tendrá que nacer una nueva normativa, que deberá superar nuevamente dos debates del Pleno para ser aprobado.
 
Por estos motivos, ha considerado como un desacierto el veto total al Código de Salud, principalmente porque al país le urge una reforma a la Ley Orgánica de Salud vigente, la cual es básica, ambigua y genera muchas trabas en la atención médico-paciente.
 
“Las reglas que tenemos ahora brindan inseguridad en contra del médico y también del paciente. Al vetarlo completamente quedamos en un limbo jurídico… El COS ameritaba objeciones parciales, con el fin de mejorar su redacción y estructurarlo de una mejor forma”, ha enfatizado Franco.

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