Edición Médica

Tannia Soria, oncóloga clínica.

Cristina Coello. Quito
La oncóloga clínica, Tannia Soria, ha asegurado que el manejo del cáncer ha experimentado el último decenio una revolución a favor de los pacientes, quienes hoy tienen mayor probabilidad de supervivencia y mejor calidad de vida, gracias a los avances en terapias innovadoras.
 
Es el caso del cáncer de pulmón, un tumor que cada vez se diagnostica con mayor frecuencia tanto en hombres como en mujeres, ha indicado Soria en entrevista con REDACCIÓN MÉDICA.  
 
Es el tumor que causa más muertes en todo el mundo; en el país, de acuerdo a los datos publicados por el Registro Nacional de Tumores de SOLCA (Sociedad de Lucha contra el Cáncer) la incidencia del cáncer de pulmón es de alrededor de 7,7 por cada 100 mil habitantes en hombres y un poco menos en mujeres, 6 por cada 100 mil.
 
Según la especialista, de acuerdo a los datos del Registro Hospitalario de SOLCA Quito se diagnostican entre 15 a 20 casos nuevos por año. La relación hombre /mujer es casi igual y es debido al aumento de hábito tabáquico en las mujeres.
 
En todo el mundo, el 70 por ciento de pacientes es diagnosticado en etapa 3 o 4 de la enfermedad “porque los síntomas de inicio son a veces inespecíficos o pueden ser confundidos con otra enfermedad respiratoria”, ha explicado Soria.
 
Por ello, es importante una detección temprana en pacientes de mayor riesgo (mayores a 50 años y fumadores pesados). “A ellos se les recomienda hacer una tomografía de baja dosis para identificar lesiones en pacientes asintomáticos y disminuir con ello la mortalidad”, ha recomendado.
 
La llegada de la inmunoterapia
 
Según ha considerado Soria, “el cáncer de pulmón es uno de los primeros tumores que ha permitido individualizar o personalizar los tratamientos”.
 
En este tipo de patología, se deben realizar varios estudios moleculares que van a permitir determinar con exactitud cuál es el mejor tratamiento para cada paciente. En el país se realiza el estudio de la mutación del EGFR y reordenamiento del ALK, además del biomarcador para inmunoterapia el PD-L1 (predictor de respuesta).
 
“La inmunoterapia ha cambiado el paradigma de la enfermedad. Este tratamiento permite que el sistema inmune reaccione frente a la enfermedad. Es un mecanismo de acción completamente diferente a los tratamientos tradicionales. La inmunoterapia, también denominada terapia biológica, es un tipo de tratamiento que estimula las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer”, ha señalado la oncóloga.
 
De allí que se ha considerado que la inmunoterapia es lo último en tratamientos oncológicos, “no solo para cáncer de pulmón, sino también para otros tumores y en corto tiempo va a ser el estándar de manejo de muchas enfermedades”, ha adelantado Soria.
 
El acceso a medicamento
 
Como es sabido, el gran problema en esta patología es el acceso a las terapias innovadoras, ya que son medicamentos costosos y en el Ecuador apenas entre un 5 a 7 por ciento de pacientes lo pueden adquirir, en el sistema privado.
 
“El resto debe hacer tratamientos no dirigidos, de hace 30 años y los resultados sabemos que no son los mejores. Tenemos un arsenal de medicamentos nuevos, terapias innovadoras que podemos ofrecer a nuestros pacientes y que van a mejorar su calidad de vida, su sobrevida libre de enfermedad, pero el acceso es muy limitado”, se ha lamentado Soria.
 
Las guías terapéuticas
 
La especialista ha hecho un llamado a las autoridades sanitarias para convocar a la academia y sociedades científicas nacionales para participar en la actualización de las guías clínicas de manejo de las enfermedades oncológicas.
 
A decir de Soria, “debemos sentarnos en la mesa de diálogo las casas farmacéuticas, la autoridad regulatoria, los médicos especialistas y llegar a acuerdos para que más terapias lleguen a los pacientes y se beneficien de ella. La inmunoterapia, por ejemplo, tiene suficiente evidencia científica, por lo que se encuentra en todas las guías clínicas internacionales, americanas, europeas y regionales”, ha sostenido.
 
Las guías de manejo de los diferentes tipos de tumores, deben cumplir el tiempo de revisión establecido de dos años. Y en las actualizaciones debemos incluir otras alternativas terapéuticas que tengan evidencia científica sólida, ha solicitado la experta.

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