Las muertes por tuberculosis aumentan por primera vez en más de una década debido a la COVID-19
En 2020 los servicios de tuberculosis se han visto interrumpidos
La OMS ha publicado un nuevo informe sobre la situación mundial de la tuberculosis.
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Redacción. Quito
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la pandemia de COVID-19 ha revertido años de progreso mundial en la lucha contra la tuberculosis y,
por primera vez en más de una década, las muertes por tuberculosis han aumentado.
Según el informe Global TB 2021 de la OMS, en 2020 aumentó el número de personas que murieron por tuberculosis, mientras que menos personas fueron diagnosticadas y tratadas o recibieron tratamiento preventivo para la enfermedad, en comparación con 2019. También
disminuyó el gasto general en servicios esenciales para la tuberculosis.
En 2020 aproximadamente
1.5 millones de personas han fallecido a causa de tuberculosis, incluidas 214.000 entre las personas VIH positivas.
De acuerdo al informe de la OMS, el aumento en el número de muertes por tuberculosis se ha producido principalmente en los 30 países con la mayor carga de tuberculosis. Además, las proyecciones de modelos de la OMS sugieren que la cantidad de personas que desarrollan tuberculosis y mueren a causa de la enfermedad
podría ser mucho mayor en 2021 y 2022.
Los 30 países con la mayor carga de tuberculosis son Angola, Bangladesh, Brasil, República Centroafricana, China, Congo, República Popular Democrática de Corea, República Democrática del Congo, Etiopía, Gabón, India, Indonesia, Kenia, Lesotho, Liberia, Mongolia, Mozambique, Myanmar, Namibia, Nigeria, Pakistán, Papua Nueva Guinea, Filipinas, Sierra Leona, Sudáfrica, Tailandia, Uganda, República Unida de Tanzanía, Viet Nam y Zambia.
“Este informe confirma nuestros temores de que la interrupción de los servicios de salud esenciales debido a la pandemia pueda comenzar a desentrañar años de progreso contra la tuberculosis. Esta es una
noticia alarmante que debe servir como una llamada de atención mundial a la urgente necesidad de inversiones e innovación para cerrar las brechas en el diagnóstico, el tratamiento y la atención de los millones de personas afectadas por esta enfermedad antigua pero prevenible y tratable”, ha dicho
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Para la OMS, el primer desafío es la
interrupción del acceso a los servicios de tuberculosis y la reducción de recursos. Por ejemplo, en muchos países, los recursos humanos, financieros y de otro tipo se han reasignado de la lucha contra la tuberculosis a la respuesta a la COVID-19, por lo que se limita la disponibilidad de servicios esenciales.
El segundo desafío es que
las personas han luchado por buscar atención en el contexto de los encierros.
En 2020 los servicios de tuberculosis se han visto interrumpidos, entre muchos otros, por la pandemia de COVID-19, y el
impacto en esta enfermedad ha sido particularmente severo.
Por estos antecedentes, los desafíos para brindar y acceder a los servicios esenciales de tuberculosis han significado que muchas personas no fueron diagnosticadas en 2020. La cantidad de personas recién diagnosticadas con la enfermedad y las notificadas a los gobiernos nacionales
disminuyó de 7.1 millones en 2019 a 5.8 millones en 2020.
En este contexto, la OMS ha estimado que alrededor de
4.1 millones de personas padecen tuberculosis actualmente, pero no han sido diagnosticadas con la enfermedad o no han informado oficialmente a las autoridades nacionales. Esta cifra es superior a los 2.9 millones de 2019.
Asimismo, se ha reportado una
reducción en la provisión de tratamiento preventivo de la tuberculosis. Unas 2.8 millones de personas accedieron a este en 2020, es decir, se registró una reducción del 21 por ciento. Además, el número de personas tratadas por tuberculosis farmacorresistente se redujo en un 15 por ciento, de 177.000 en 2019 a 150.000 en 2020, lo que equivale a solo alrededor de 1 en 3 de los necesitados.