Edición Médica

Enrique Terán, profesor de la Escuela de Medicina de la USFQ, y Sebastián Oleas, profesor del Instituto de Economía de la USFQ.

Jonathan Veletanga. Quito
En Guayaquil se ha realizado la presentación de un estudio realizado por dos especialistas de SOLCA Guayaquil sobre el uso de una nueva terapia para el manejo del linfoma de Hodgkin CD30 positivo en pacientes refractarios. Este evento denominado “Linfoma Hodgkin: experiencia institucional del uso del anticuerpo anti-cd30 en pacientes adultos refractarios” fue organizado por IQVIA con el aval académico de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
 
Enrique Terán, profesor de la Escuela de Medicina de la USFQ y quien asistió al evento, en conversación con REDACCIÓN MÉDICA ha considerado que este estudio fue muy interesante puesto que “empieza a cerrar el vacío de información que existe en el país respecto al uso de medicamentos que son novedosos, que están recién poniendo a disposición y que deberían sustentar su usabilidad en experiencias clínicas locales”.
 
“A este tipo de actividades solemos etiquetarles bajo la denominación de ‘estudios de la vida real’ porque adaptan las necesidades del día a día de los pacientes. Entonces, desde esta perspectiva es muy bueno”, ha dicho el especialista.
 
Para Terán, si bien este estudio es una experiencia pequeña, es “sumamente valioso” para el país porque documenta en gran medida lo que sucede con el anticuerpo anti-cd30 (Brentuximab) en la población ecuatoriana en términos de usabilidad del producto, seguridad para el paciente, tolerabilidad y hasta resultados positivos en los usuarios.
 
Terán ha explicado que el uso de este tipo de productos de alta complejidad debe ser analizado de manera individual, es decir, paciente por paciente, y sin que el trámite de aprobación y justificación sea “engorroso”. Por esta razón, ha considerado que ciertos medicamentos deben tener una preaprobación.
 
En Ecuador el Ministerio de Salud Pública (MSP) sacó en 2017 una guía para el manejo del linfoma, donde ya está incluido el Brentuximab. Este documento especifica en qué circunstancias y en qué tipo de pacientes debe ser utilizado. Esto quiere decir que el producto no es desconocido para el sistema, por lo que cuando un médico identifica un paciente en el que se debe utilizar el medicamento, el caso no debería entrar en un proceso complejo de aprobación y justificación, ha explicado el profesor de la USFQ.
 
Además, con los aportes que han realizado los especialistas de SOLCA en su estudio “ya no debería existir inconveniente alguno en usar el producto”, puesto que existe una guía que lo ampare y se han generado datos locales al respecto. Por lo tanto, “si el médico encargado justifica que el paciente es candidato para el producto, se debería dar pase de manera simplificada a la usabilidad”, ha manifestado.
 
Terán ha hecho un llamado a todos los colegas para que sigan sistematizando, analizando y comunicando la información y los datos sobre el manejo de sus pacientes, para así generar información “más nutritiva” para la comunidad médica.
 
Economía de la Salud
 
Sebastián Oleas, profesor del Instituto de Economía de la USFQ, quien también asistió a la presentación de este estudio, ha comentado que, en este tipo de iniciativas, además de los resultados médicos del medicamento, se debería asociar un estudio de Farmacoeconomía para conocer el costo estimado que implicaría implementar este producto frente a las cosas que eventualmente se obtienen o se sacrifican.
 
Por este motivo, para Oleas, es importante considerar y tomar en cuenta esta perspectiva en cualquier estudio, ya que es una herramienta para que las decisiones sean más informadas.

El dato 

Acceda a la nota apliada sobre el estudio realizado por los especialistas de SOLCA Guayaquil en el siguiente link: http://bit.ly/2N5J6kQ 

---