Desde el Área Legal
Origen y propósito del Protocolo de Londres
Martes, 29 de abril de 2025, a las 14:27
Andrea López, abogada en DS Legal Group.
En el complejo entorno hospitalario, donde confluyen la asistencia médica, la gestión administrativa y el cumplimiento normativo, surge la necesidad de herramientas que permitan tomar decisiones fundamentadas, especialmente cuando se trata de determinar la relación entre causas y efectos en la salud de los pacientes. En este contexto, el Protocolo de Londres se ha convertido en un referente internacional para guiar evaluaciones clínicas en las que se requiere establecer causalidad entre una exposición y un daño en la salud.
Origen del Protocolo de Londres: el Protocolo de Londres fue desarrollado en 1997 por expertos en medicina ocupacional y ambiental del Reino Unido, con el objetivo de crear una metodología clara, sistemática y científicamente válida para evaluar si existe una relación causal entre un agente externo (químico, físico o biológico) y una enfermedad o condición médica. Originalmente orientado hacia el ámbito laboral y ambiental, su rigor metodológico ha facilitado su adopción en entornos hospitalarios, particularmente en unidades de medicina ocupacional, medicina interna, epidemiología clínica, auditoría médica y gestión de riesgos.
Propósito del Protocolo de Londres en los Hospitales
Se lo utiliza principalmente en tres escenarios clave:
1. Evaluación de Eventos Adversos y Reacciones Clínicas Inesperadas: cuando un paciente presenta un evento adverso, ya sea por medicamentos, procedimientos médicos o exposiciones intra-hospitalarias (como sustancias químicas o agentes infecciosos), los equipos clínicos deben establecer si existe una relación causal. El Protocolo de Londres proporciona una guía para esa evaluación, basada en criterios como temporalidad, biológica, consistencia con otros casos documentados y relación dosis-respuesta.
2. Medicina Ocupacional Hospitalaria: en hospitales públicos y privados, los profesionales de salud están expuestos a múltiples riesgos ocupacionales. El Protocolo se aplica en la investigación de enfermedades del personal médico o auxiliar, como infecciones nosocomiales, patologías respiratorias por exposición a desinfectantes o efectos crónicos de radiación. Permite, de esta manera, determinar si existe un nexo causal entre la actividad laboral hospitalaria y la condición médica del trabajador.
3. Comités de Auditoría y Calidad Asistencial: en el marco de los comités de auditoría médica o de calidad, el Protocolo de Londres se convierte en una herramienta valiosa para el análisis de casos complejos, donde deben tomarse decisiones administrativas, legales o éticas. Su aplicación ayuda a establecer si una condición del paciente fue causada o agravada por factores institucionales, procedimientos médicos o condiciones del entorno hospitalario.
Ventajas de su implementación
Implementar el Protocolo de Londres en hospitales ecuatorianos aporta múltiples beneficios, como por ejemplo, la reducción de la incertidumbre médica-legal en casos de eventos adversos, soporte técnico para la toma de decisiones clínicas complejas, especialmente en casos con implicaciones legales o de seguro médico. Mejoramiento de los informes de auditoría interna y peritajes médicos, con criterios claros y verificables, así como el fortalecimiento de la seguridad del paciente y de los trabajadores de salud, al contar con un sistema preventivo y reactivo más sólido.
La metodología que seguir se estructura en tres procesos principales: investigación, análisis y acciones de mejora; todas ellas dirigidas a prevenir el citado incidente en el futuro. Aquí es fundamental que dichas acciones no estén orientadas hacia un carácter disciplinario y punitivo del profesional sanitario.
En conclusión, el Protocolo de Londres, aunque originalmente concebido para la medicina ocupacional, ha demostrado ser una herramienta altamente útil dentro del entorno hospitalario. Su aplicación permite a los profesionales de la salud y a los equipos de gestión hospitalaria abordar con mayor objetividad y claridad situaciones en las que es necesario establecer una relación causal. En un sistema de salud como el ecuatoriano, en constante búsqueda de calidad, transparencia y seguridad, la incorporación de metodologías como esta puede marcar una diferencia significativa. De hecho, algunas casas de salud públicas ya lo han adoptado considerando que el Protocolo de Londres es una versión revisada y actualizada de un documento previo conocido como “Protocolo para Investigación y Análisis de Incidentes Clínicos” y constituye una guía práctica para administradores de riesgo y otros profesionales interesados en el tema.
En caso de que los profesionales o establecimientos de la salud del sector público o privado requieran asistencia legal o mantengan dudas respecto de la implementación del Protocolo de Londres, desde DS LEGAL GROUP estaremos gustosos de asesorarlos como despacho jurídico especialista en derecho médico a nivel nacional al número de contacto 098 100 1289.
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