OMS eleva la alerta por los millones de personas que viven con problemas de salud mental
Se presentaron dos documentos: Salud mental mundial hoy, y, Atlas de Salud Mental 2024.
Martes, 02 de septiembre de 2025, a las 12:46
Entre los efectos están la reducción de la productividad y el rendimiento. (Foto OMS).
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Redacción. Quito
Los trastornos de
salud mental, como la
ansiedad y la
depresión, tienen una alta prevalencia en todos los países y comunidades, y afectan a personas de todas las edades y niveles de ingresos, según el último
informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha determinado que más de
mil millones de personas viven con trastornos de salud mental.
Esos problemas representan la segunda causa más importante de
discapacidad a largo plazo, contribuyendo a la pérdida de una vida saludable, ha informado la OMS, lo cual aumenta los costos de la
atención médica para las personas y familias afectadas, a la vez que causan
pérdidas económicas sustanciales a escala mundial.
Si bien muchos países han reforzado sus
políticas y programas de salud mental, se necesita una mayor inversión y acción a nivel mundial para ampliar los servicios que protejan y promuevan la salud mental de las personas, ha pedido el organismo.
Según los nuevos hallazgos, publicados en dos informes:
Salud mental mundial hoy y
Atlas de Salud Mental 2024, hay algunos avances, pero también se han revelado importantes deficiencias en el abordaje de las afecciones de salud mental a nivel mundial.
Para la OMS, estos informes constituyen
herramientas cruciales para fundamentar las estrategias nacionales y orientar el diálogo global de cara a la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas de 2025 sobre enfermedades no transmisibles y
promoción de la salud mental y el bienestar, que se celebrará en Nueva York el 25 de septiembre de 2025.
“Transformar los servicios de salud mental es uno de los desafíos más urgentes para la salud pública”, ha considerado
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Invertir en salud mental significa invertir en las personas, las comunidades y las economías; una inversión que ningún país puede permitirse descuidar. Todo gobierno y todo líder tiene la responsabilidad de actuar con urgencia y garantizar que la atención de la salud mental no se considere un privilegio, sino un
derecho fundamental para todos”.
Los datos del informe sobre la salud mental mundial hoy
El informe ha mostrado que, si bien la prevalencia de los trastornos de salud mental puede variar según el sexo, las
mujeres se ven afectadas de forma desproporcionada en general. Los trastornos de
ansiedad y depresión son los más comunes tanto en hombres como en mujeres.
El
suicidio sigue siendo una consecuencia devastadora, cobrándose aproximadamente 727 000 vidas solo en 2021. Es una de las principales
causas de muerte entre los jóvenes en todos los países y contextos socioeconómicos. A pesar de los esfuerzos mundiales, el progreso en la reducción de la mortalidad por suicidio es demasiado bajo para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas de reducir en un tercio las tasas de suicidio para 2030. De seguir la trayectoria actual, solo se logrará una reducción del 12 por ciento para esa fecha.
“El
impacto económico de los trastornos de salud mental es asombroso. Si bien los costos de la atención médica son considerables, los costos indirectos, en particular la pérdida de productividad, son mucho mayores. Se estima que la depresión y la ansiedad le cuestan a la economía mundial un
billón de dólares estadounidenses al año”, ha determinado el estudio.
Estos hallazgos han subrayado la necesidad urgente de una
inversión sostenida, una priorización más fuerte y una colaboración multisectorial para ampliar el acceso a la atención de salud mental,
reducir el estigma y abordar las causas profundas de los problemas de salud mental, ha sugerido la OMS.
¿Qué encontró el Atlas de Salud Mental 2024?
Desde 2020, los países han logrado avances significativos en el fortalecimiento de sus
políticas y planificación de salud mental. Muchos han actualizado sus políticas, adoptado enfoques basados ??en derechos y mejorado la preparación para la salud mental y el apoyo psicosocial durante emergencias sanitarias, ha dicho el organismo internacional.
Sin embargo, este impulso no se ha traducido en
reformas legales. Menos países han adoptado o aplicado leyes de salud mental basadas en derechos, y solo el 45 por ciento de los países evaluaron si sus leyes cumplían plenamente con los estándares internacionales de derechos humanos.
El informe ha revelado un “preocupante estancamiento en la inversión en salud mental. El gasto público medio en salud mental se mantiene en tan solo el 2 por ciento del presupuesto total de salud, sin cambios desde 2017”.
Un punto que ha resaltado la OMS en el documento está relacionado a las marcadas
disparidades entre países, ya que mientras los de altos ingresos gastan hasta 65 dólares estadounidenses por persona en salud mental, los
países de bajos ingresos gastan tan solo 0,04 dólares estadounidenses. La mediana mundial de profesionales de la salud mental se sitúa en 13 por cada 100.000 personas, con una escasez extrema en los países de ingresos bajos y medios.
Así mismo, se ha evidenciado que la reforma y el desarrollo de los servicios de salud mental avanzan lentamente. Menos del 10 por ciento de los países han realizado la transición completa a
modelos de atención comunitaria, y la mayoría aún se encuentra en las primeras etapas de la transición. La atención hospitalaria sigue dependiendo en gran medida de los
hospitales psiquiátricos; casi la mitad de los ingresos son involuntarios y más del 20 por ciento duran más de un año.
La integración de la salud mental en la atención primaria está avanzando, y el 71 por ciento de los países cumple al menos tres de los cinco criterios de la OMS. Sin embargo, persisten lagunas en los datos;
solo 22 países proporcionaron datos suficientes para estimar la cobertura de los servicios para la psicosis. En los países de bajos ingresos, menos del 10 por ciento de las personas afectadas reciben atención, en comparación con más del 50 por ciento en los países de altos ingresos, lo que pone de relieve la
urgente necesidad de ampliar el acceso y fortalecer la prestación de servicios.
Para el organismo internacional ha sido alentador que la mayoría de los países reporten contar con iniciativas funcionales de promoción de la salud mental, como programas de desarrollo infantil temprano, salud mental escolar y
prevención del suicidio. Más del 80 por ciento de los países ofrecen actualmente
apoyo psicosocial y de salud mental como parte de las respuestas a emergencias, en comparación con el 39 por ciento en 2020. Los
servicios ambulatorios de salud mental y la
telesalud están cada vez más disponibles, aunque el acceso sigue siendo desigual.
El llamado de la OMS a los gobiernos
Tras presentar estos datos se ha podido evidenciar que los países “aún están muy lejos de alcanzar los objetivos” establecidos en el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental de la OMS.
Por ello se ha instado a los gobiernos y a los socios mundiales a “intensificar urgentemente los esfuerzos para la
transformación sistémica de los sistemas de salud mental en todo el mundo lo que incluye financiamiento equitativo de los servicios de salud mental; reformas jurídicas y política para defender los derechos humanos; inversión sostenida en la fuerza laboral de salud mental; y expandir la
atención comunitaria centrada en la persona.