Edición Médica

Se destacó la importancia del juego en la vida colectiva.

Redacción. Quito
En Quito se ha desarrollado el festival de salud mental comunitaria “¿Dónde está mi cabeza?”, un evento organizado por la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) en coordinación del Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Secretaría de Salud del Municipio de Quito, con el apoyo de USAID.
 
“La salud mental se hace desde la comunidad, en espacios públicos, con la participación de todos y todas, a través de actividades artísticas, recreativas, deportivas, para así fortalecer el tejido social y los vínculos interpersonales. Ello es el soporte para transitar situaciones de dolor, de angustia, de temor que se puedan presentar en nuestra vida”, ha dicho Adrián Díaz, representante encargado de la OPS/OMS en Ecuador.
 
Para Cecilia Tamayo, secretaria de Salud subrogante del municipio de Quito, es fundamental trabajar los temas de salud mental, ya que “lamentablemente 958 suicidios han sucedido en Quito, al 2021. Esto debe movernos a todos para actuar en conjunto. Esto no es jornada de un día, sino de todos los días”. 
 
De su parte, Gabriela Aguinaga, viceministra de Gobernanza de la Salud del MSP, ha señalado que esta cartera de Estado, comprometida con la salud mental comunitaria, ha trabajado en un manual de atención y prevención del suicidio con estrategias basadas en la participación.
 
Terapia colectiva
 
El festival de salud mental ha contado con un extenso programa de actividades y talleres que se llevaron a cabo en el parque Itchimbía. Los asistentes han disfrutado de talleres de body music, twerking, serigrafía, respiración, manejo del estrés, pintura, elaboración de muñecas quita penas, elaboración de historietas. Todas las actividades han sido dirigidas por expertos en cada una de las disciplinas y han contado con un enfoque especial en la salud mental.
 
Adicional, se ha realizado el taller “Camino creativo: la importancia del juego en la vida colectiva”, a cargo de Nicolás Cambas. Inició con una explicación de la evolución de las especies y se ha destacado que el juego, que se ve en todos los seres vivos, en la edad adulta no es habitual.
 
Por ello, Cambas ha reflexionado con el público que este juego es uno de los disparadores creativos, que permite salirse del límite que impone la sociedad. A través de este taller el público ha podido mostrar con maromas, gruñidos, que aún es posible divertirse, perdiendo la vergüenza y sumándose a una terapia colectiva. 
 
Hoy aún se sigue creyendo que la salud emocional no está ligada a la salud física, y a la inversa. Sin embargo, eso no es cierto. Esto es lo que se debe comprender para permitirse una bienestar individual y colectivo, ha expresado.
 
Entre el público participante estaban Pamela Rosero y Alexis Morales, ambos de 27 años. Ellos han considerado que las actividades planteadas en el festival son necesarias porque provocan una descarga emocional, lo cual muchas veces se reprimen.
 
“Hay un rango de edad en el que nos estamos cuidando para mejorar nuestra salud mental. Pero siento que no le estamos dando la importancia que merece, y quizá por ello tenemos cada vez problemas de femicidios y personas con depresión”, ha expresado Rosero.
 
Por su parte, Morales ha mencionado que estas actividades hacen que la comunicad socialice y entienda que por más problemas serios que existan es posible vencerlos. 
 
La OPS ha indicado que la campaña “¿Dónde está mi cabeza?” pretende brindar herramientas a la sociedad para que pueda trabajar en su vida emocional. Lamentablemente, la pandemia dejó cifras alarmantes en la salud mundial.
 
Se ha calculado que cada 40 segundos ocurre un suicidio en el mundo; alrededor de 1 de cada 5 niños, niñas y adolescentes son diagnosticados con un trastorno mental; las personas con trastornos mentales graves mueren de 10 a 20 años antes que la población general; y la depresión es uno de los principales trastornos que afecta a la población mundial, siendo una de las causas más importantes de discapacidad. Por ello, es importante que se aborde la salud mental desde la comunidad siendo conscientes que todos podemos hacer nuestra parte.
 

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