Edición Médica

Dionisio Pérez, lider de Reumatología del HAGP.

Cristina Coello. Quito
Al recordarse el Día Mundial de la Artritis Reumatoide, el líder de Reumatología del Hospital Abel Gilbert Pontón (HAGP) de Guayaquil, Dionisio Pérez, ha resaltado en REDACCIÓN MÉDICA la importancia de una derivación oportuna de estos pacientes, para detener la enfermedad si se la diagnostica a tiempo.
 
“Si de inicio se diagnostica y se logra incorporar un fármaco modificador de la enfermedad que en el sistema público hay disponibilidad, la enfermedad se logra detener. No obstante, hay un porcentaje de pacientes que independientemente de la terapéutica que se use, alrededor del 30 por ciento, llegan a un deterioro de la articulación y a una discapacidad funcional”, ha explicado Pérez.
 
El diagnóstico precoz es muy importante porque, aunque es una enfermedad crónica que no tiene cura, “existe una ventaja en el tratamiento. Si se diagnostica en los dos primeros años de aparecidos los síntomas, la terapéutica actual logra detener el proceso inflamatorio y el deterioro radiológico que puede producir esta enfermedad”, ha asegurado el especialista.
 
El paso al tercer nivel

“En la atención primaria, luego de una evaluación al paciente, si tiene más de 8 semanas con proceso inflamatorio articular, debe ser derivado obligatoriamente al tercer nivel para diagnosticar tempranamente”, ha considerado Pérez.
 
El directivo ha señalado que “la mayoría de casos que llegan al tercer nivel son de forma tardía y sistémica” y por otra parte, “el mismo paciente no se preocupa o no le da mucha importancia. Recurre a la automedicación para aliviar el dolor”.
 
“Los pacientes llegan tarde al hospital cuando tienen varios años de establecidos los síntomas o han deambulado por diferentes casas de salud y no han visto un especialista. Muchas veces acuden al traumatólogo”, ha comentado Pérez.
 
De allí que ha insistido en que los médicos primarios deben asegurarse de los síntomas y realizar una derivación en casos inflamatorios articulares con dolor y rigidez, luego de descartar una lesión traumática o contusión.
 
Más en mujeres

La enfermedad predomina principalmente en mujeres en edad media entre 25 y 45 años de edad. Según Pérez, en Ecuador no hay estudios demostrados de incidencia y prevalencia de ninguna enfermedad reumática.
 
Sin embargo, el país se ajusta a la incidencia a nivel mundial del 1 por ciento del total de la población con esta enfermedad.

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