NUEVA AGENDA MUNDIAL
Según la OMS ¿Cuáles son las prioridades de investigación en las enfermedades que afectan a los niños?
Se publica un informe técnico para orientar la acción coordinada y la inversión en la generación de evidencia para la salud infantil
Jueves, 06 de noviembre de 2025, a las 13:43
Las enfermedades prevenibles siguen causando morbilidad y mortalidad (Foto OMS).
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Redacción. Quito
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un nuevo informe técnico con la agenda global de investigación destinada a fortalecer y coordinar los
ensayos clínicos pediátricos, donde se identificó 172 prioridades para abordar las
enfermedades que más afectan a los
niños y adolescentes de los países de ingresos bajos y medianos.
El documento denominado “
El futuro de los ensayos clínicos pediátricos: establecimiento de prioridades de investigación para la salud infantil”, ha recomendado
una agenda de investigación global diseñada para abordar las importantes lagunas de evidencia que fundamentan las políticas, las
guías clínicas y los programas para niños de 0 a 9 años.
Esta nueva agenda puede marcar un hito en la historia de la investigación médica, pues se ha establecido
172 prioridades, que no son solo una lista de
temas científicos, sino una declaración ética y política de que los niños merecen
medicamentos probados, seguros y adaptados a sus realidades.
Para la OMS, a pesar de los importantes avances en salud infantil durante las últimas dos décadas, el progreso no ha sido equitativo y las
enfermedades prevenibles siguen causando una morbilidad y mortalidad significativas entre los niños, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.
Los niños siguen estando infrarrepresentados en los ensayos clínicos, lo que genera lagunas en la evidencia directamente aplicable a sus necesidades. Esta agenda de investigación se ha desarrollado para ayudar a subsanar estas lagunas mediante la identificación de preguntas prioritarias donde los
ensayos clínicos pueden generar el mayor impacto en la
salud pública, apoyar la
toma de decisiones a nivel nacional y mejorar los resultados para los niños en situación de riesgo, ha explicado el organismo internacional.
En ese sentido, la agenda se ha elaborado ?mediante un proceso inclusivo y sistemático con la participación de expertos internacionales, líderes de programas nacionales, investigadores y representantes de la comunidad.
Más de 380 actores clave aportaron 653
preguntas de investigación, las cuales se refinaron mediante la revisión y priorización por parte de expertos para generar una lista final de 172 prioridades de investigación clínica que abarcan
enfermedades infecciosas, enfermedades no transmisibles,
salud neonatal, desarrollo infantil temprano y
nutrición.
Sin embargo, se ha enfatizado que la agenda está diseñada para ser
práctica y orientada a la acción, con un fuerte énfasis en la viabilidad, la escalabilidad y la
equidad en el impacto.
Al comentar la publicación del informe,
Meg Doherty, directora del Departamento de Ciencia para la Salud de la OMS, ha señalado que se sienta las bases para alinear los esfuerzos de investigación con las necesidades de salud pública. “Esta agenda de investigación ofrece a los gobiernos, socios e instituciones de investigación una
dirección clara para la inversión. Al identificar dónde se necesita más evidencia, crea una oportunidad para coordinar recursos y fomentar la colaboración para abordar las áreas con mayor incidencia que afectan a la infancia en la actualidad”.
Por su parte,
Pascale Allotey, directora del Departamento de Salud Sexual, Reproductiva, Materna, Infantil, Adolescente y Envejecimiento de la OMS y del Programa Especial de las Naciones Unidas sobre Reproducción Humana (HRP), ha resaltado la importancia de una
inversión inclusiva y sostenida.
“Establecer las prioridades de investigación es solo el primer paso. La
financiación estratégica y sostenida será fundamental para impulsar estas prioridades. Esta agenda proporciona una hoja de ruta común que los donantes y socios pueden utilizar para alinear las inversiones, apoyar las necesidades nacionales y garantizar que la investigación se traduzca en
mejoras reales en la salud infantil”, ha señalado.
Además de identificar las preguntas de investigación prioritarias, el informe ha destacado la importancia de la
colaboración regional, la integración de la investigación en los sistemas nacionales de salud y el fortalecimiento de la capacidad institucional para apoyar
ensayos multicéntricos. Asimismo, subraya la necesidad de enfoques de financiación coordinados para acelerar la implementación y garantizar que las inversiones en investigación se destinen a las áreas con mayor potencial de impacto.
La OMS ha señalado que seguirá colaborando con los estados miembros y sus socios para facilitar la aplicación de esta agenda, promover el
diálogo intersectorial y movilizar recursos para la investigación prioritaria.
Pero también ha instado a los países, las instituciones de investigación, los socios y los organismos de financiación a utilizar esta agenda como herramienta para orientar la
planificación estratégica, movilizar recursos y apoyar la acción colaborativa. Al abordar estas deficiencias, la evidencia generada podrá incorporarse a áreas muy necesarias y potencialmente desatendidas de las directrices y políticas de la OMS.
Cabe señalar que, al centrarse en las prioridades compartidas y promover la inclusión equitativa, la agenda pretende garantizar que la investigación futura responda a las
necesidades de todos los niños, incluidos aquellos que históricamente han sido excluidos.
En un planeta aún marcado por la
desigualdad sanitaria, esta iniciativa ha respresentado una oportunidad para cerrar brechas, fortalecer capacidades locales y garantizar que el
progreso científico llegue realmente a todos.
Algunos datos del informe
La OMS ha advertido que más del 60 por ciento de los medicamentos usados en Pediatría carecen de
datos clínicos específicos, lo que afecta de manera desproporcionada a las regiones con menos recursos.
El informe ha propuesto
formar investigadores pediátricos locales y promover la transferencia de tecnología médica.
Se ha planteado la necesidad de armonizar las
regulaciones internacionales para garantizar que los datos obtenidos en África o Asia tengan el mismo reconocimiento que los generados en Europa o Estados Unidos.
Esta agenda global representa un cambio de
paradigma en la salud infantil.
Al colocar la infancia en el centro de la investigación biomédica, la OMS pretende construir una base de conocimiento que sirva para
prevenir enfermedades antes de que se conviertan en crisis.