ANÁLISIS DE MOLÉCULAS
Presidente CONAMEI: 'El Cuadro de Medicamentos debería ajustarse a las enfermedades prevalentes y eso no se está cumpliendo'
Actualmente la comisión no puede proponer exclusiones de medicamentos
Lunes, 22 de septiembre de 2025, a las 14:03
Enrique Terán, presidente de la CONAMEI.
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Cristina Coello. Quito
Parte del
desempeño institucional se ve afectado por los cambios de ministro de Salud e incluso es uno de los factores por los cuales la continuidad en el proceso de la anhelada actualización del Cuadro Nacional de Medicamentos Básicos (CNMB) “no ha sido la ideal”.
Así lo ha considerado el nuevo presidente de la Comisión Nacional de Medicamentos e Insumos (CONAMEI),
Enrique Terán, quien en entrevista con EDICIÓN MÉDICA ha comentado algunos de los retos para acelerar esta actualización y adecuar el cuadro a las necesidades reales del país.
Tanto pacientes como como médicos tienen muchas expectativas, pero Terán ha dejado claro que la inclusión de medicamentos debe basarse en la
prevalencia epidemiológica y la evidencia científica, priorizando
patologías comunes y diferenciando aquellas de
baja prevalencia como cáncer o enfermedades raras, que requieren mecanismos paralelos de atención.
Terán se ha puesto como objetivo, tener lista la actualización del CNMB para mediados de 2026, pero también ha visto la necesidad de
modificar la normativa para hacer, en lo posterior, este trabajo más ágil.
Por otro lado, ha reconocido la necesidad de crear
vías especiales para el acceso a medicamentos para enfermedades poco comunes, evitando que estas dependan exclusivamente del CNMB y se faciliten los tratamientos oportunos. Aquí la entrevista:
Pregunta: El año pasado se recibieron las solicitudes de inclusión, exclusión de compuestos activos para el Cuadro Nacional de Medicamentos Básicos (CNMB). ¿Qué avances hay? ¿Para cuándo la aprobación del nuevo cuadro?
Respuesta: El CNMB es un instrumento fundamental para la gestión de salud del país y existe un compromiso implícito de
actualización permanente del cuadro que suele tener un rango establecido entre los 2 y 4 años. De hecho, la resolución de la Corte Constitucional hace relación a que la actualización debe darse en ese periodo.
Tomé la responsabilidad de asumir la presidencia de la Comisión Nacional de Medicamentos e Insumos (CONAMEI), en representación del señor ministro y hemos acordado con él que el objetivo fundamental es tratar de darle una
dinámica lo suficientemente adecuada para que se pueda obtener el mejor resultado en el menor tiempo posible.
En el año 2024 se abrió la convocatoria para la actualización del ya grueso CNMB y se recibió un número alto de solicitudes:
475, de las cuales 447 eran de inclusión. Había 28 solicitudes de
modificación y ninguna solicitud de exclusión.
Es evidente que
no logramos entender el ejercicio del CNMB que debe ser dinámico: como ingresan deben
retirarse moléculas que ya no cumplen su papel, pero eso pareciera no estar claro para quienes son justamente los solicitantes.
De esas 447 solicitudes 375 (84 por ciento) cumplieron los requisitos para ser consideradas; hubo 72 con alguna observación y que fueron regresadas a los proponentes, pero tan solo 29 regresaron con la información faltante o con los requisitos que no estaban añadidos y fueron consideradas; el resto de las solicitudes se archivaron como dice la normativa porque no cumplían con los requisitos.
Quedamos, entonces, con un total de
114 principios activos, de los cuales 100 fueron admitidos para evaluación y fueron considerados para una potencial inclusión en el nuevo cuadro. Sin embargo, esos 100 principios corresponden a 156 indicaciones, es decir, hay principios activos que están optando por
múltiples indicaciones simultáneamente.
De las solicitudes de modificación, las 28 están siendo consideradas. Nosotros ahora debemos aterrizar la resolución de ese proceso. Es de conocimiento público que la normativa incluye una secuencia de pasos y una primera fase es la evaluación, se seleccionan los productos que cumplen con los criterios básicos y luego hay una segunda fase de
revisión de aquellos que habían calificado.
El proceso es largo y extenuante. El trabajo fundamentalmente es realizado con los miembros de la CONAMEI, que son los delegados de los diferentes componentes del
sistema nacional de salud.
Había un anhelo inicial de que el CNMB estuviera disponible para finales de este año, pero eso
no es viable. El progreso en la revisión ha sido lento, más de lo esperado, y por ende hemos establecido ya un cronograma de trabajo muy acucioso.
Hicimos una
hoja de ruta y la evaluación de la primera fase va a estar acabada idealmente hasta noviembre de este año; es decir, en lo que resta de septiembre, octubre y noviembre se revisarán esos 100 principios activos y las 156 indicaciones.
Para principios del próximo año esperamos hacer la evaluación de segunda fase de aquellos principios que hayan calificado y pasado los requerimientos necesarios. Y dependiendo del número de moléculas que tengamos, idealmente necesitaremos 3 a 4 meses para evaluar.
Es decir que, en un escenario no pesimista, el
CNMB actualizado debería estar listo a mediados de 2026. Ese es el cronograma que hemos establecido y aspiramos a cumplir.
Pregunta: ¿Debe haber exclusiones?
Respuesta: Lamentablemente la normativa actual no le faculta a la comisión, como tal, actuar y
proponer exclusiones, pues tenemos varias moléculas que ya no deberían estar en el cuadro, pero no hay un proponente.
No obstante, hay un trabajo paralelo importante que estamos realizando y es la actualización del
Manual operativo de elaboración de gestión de actualización del CNMB para darle una dinámica más versátil de lo que la normativa actual permite; y que, de esa forma, logremos quizás 2 o 3 objetivos ambiciosos.
Pregunta: ¿Qué objetivos de trabajo se ha planteado el nuevo presidente de la Comisión? ¿Qué prioridades hay?
Primero, que no exista esa periodicidad en la presentación de las solicitudes, sino más bien que sea un mecanismo dinámico en el que se vayan presentando a lo largo del tiempo.
Segundo, que la comisión que representa al sistema nacional de salud pueda tener una capacidad de gestión independiente en la toma de decisiones respecto a las moléculas que van a ser partícipes del CNMB o que ya no deben estar en el mismo; y la
tercera, es pensar seriamente en involucrar a todos los actores que están vinculados en el ciclo de vida del medicamento, es decir, no solo prescriptores, sociedades científicas, academia, el sistema nacional de salud, sino también la
industria en la que, como propietarios de la molécula, tengan la posibilidad de presentar una solicitud y defender los valores de su molécula, si existen objeciones, presentar los argumentos correspondientes.
Pregunta: Pero, eso abre la puerta a la posible injerencia de la industria en la adquisición de medicamentos de acuerdo con sus intereses ¿Cómo evitarlo?
Respuesta: Es un punto álgido pero que es indispensable manejarlo de manera adecuada. La responsabilidad implícita por detrás de la inclusión o exclusión de los medicamentos es susceptible indiscutiblemente de
injerencias que pueden ser no adecuadas.
Y aun cuando la normativa dice, y es parte del decreto de la Corte Constitucional, que debe haber una declaración de
conflicto de interés; a veces, el papel aguanta todo y no se trata de hacer una declaración, sino de tener una
conducta ética y consecuente con la responsabilidad que hay por detrás.
Por eso hemos realizado un énfasis particular y es que debe haber un ejercicio de
transparencia bidireccional; mientras el proceso sea menos secreto hay menos posibilidades de injerencias inadecuadas.
Ya se ha propuesto un mecanismo para que el proponente pueda seguir el curso de su solicitud durante la revisión, de forma que sea públicamente asequible y no se recurra a sospechas. Además, la decisión respecto a la
evaluación de los productos debe ser una
gestión consensuada que no dependa de un único individuo ni de una sola institución, para diluir la factibilidad de injerencias. Hemos decidido y ratificado que la comunicación debe ser lo más amplia y abierta posible, para evitar sombras y para que la gente se sienta libre de opinar e interactuar; al mismo tiempo, que se castigue frontalmente cualquier injerencia inapropiada.
Pregunta: ¿Existen datos sobre las principales patologías que aquejan a los ecuatorianos? Y dependiendo de ello ¿Qué principios activos son los más utilizados? ¿Se elabora el CNMB basándose en esas realidades del país?
Respuesta: Parte de la evaluación justamente radica en que las moléculas solicitadas efectivamente respondan a una necesidad del país desde el punto de vista epidemiológico sabiendo la prevalencia de la enfermedad al cual el fármaco trata.
¿Qué es lo que dice la evidencia internacional? ¿Qué dicen las agencias internacionales de primer nivel? ¿Qué dicen las guías de
práctica clínica y qué dice el
precio de esa molécula? Todos esos elementos se toman en consideración.
Desafortunadamente tenemos una disyuntiva para aquellas
patologías no prevalentes en el país, como
cáncer y enfermedades raras. Lastimosamente el CNMB se ha convertido en un instrumento de compra, resulta que, si la molécula no está en ese listado, la adquisición se vuelve tortuosa y terminamos en prácticas no adecuadas de
judicialización, lo que genera que el Estado sea demandado.
Ha existido, por presión, por necesidad la inclusión de estas moléculas para poblaciones específicas de baja prevalencia y muchas de ellas incluso de
alto impacto económico dentro de CNMB.
Eso es parte de lo que queremos reformar, porque no es el espíritu del documento. El CNMB debería ajustarse a las
enfermedades prevalentes, a las que soluciona la mayoría de las enfermedades de la mayoría de la población, y eso no se está cumpliendo. Sin desmerecer que las moléculas para enfermedades menos prevalentes sean provistas por el
sistema nacional de salud, pero a través de un canal distinto. En un futuro ideal habrá que disociar esas patologías de baja prevalencia, pero de alta relevancia para que tengan un
manejo directo, distinto que no esté vinculado al CNMB.
Es una equivocación procesal que se ha venido arrastrando, pero ahora estamos claros sobre la oportunidad de corregirla, para diversificar el proceso, simplificar la adquisición y darles a los pacientes con patologías menos prevalentes un canal de atención más versátil.
Pregunta: En resumen ¿cuáles son los principales objetivos que usted se ha propuesto como presidente de la comisión?
Respuesta: Tengo dos objetivos básicos. Primero:
entregar el CNMB actualizado para mediados de 2026; y segundo: hacer las modificaciones pertinentes a la
normativa de actualización del cuadro para corregir errores existentes, evitar complicaciones actuales y diversificar la usabilidad de este.
Pregunta: Eso significa que ¿La actualización será más ágil?
Respuesta: Sin duda, el objetivo final de esa propuesta es lograr que la actualización sea en tiempo real y que aquellas moléculas que no ameritan estar en el cuadro no tengan que estar equivocadamente vinculadas a un documento con una finalidad distinta.
La modificación que se quiere hacer es integral: el proceso de adquisición debe volverse dinámico, reduciendo el tiempo entre la
identificación de la necesidad por parte del médico y la aplicación de terapia en el menor tiempo posible.
Pregunta: ¿Estas acciones pueden influir en la compra masiva de mediocentros planeada por el gobierno?
Respuesta: No, pero estamos trabajando en paralelo. La
compra centralizada está fundamentada en la versión actual del CNMB. Pero la compra tiene que respetar aquellas decisiones judicializadas que tienen que cumplirse.
Pregunta: ¿Cómo se mejorará el acceso a las fórmulas para patologías menos prevalentes, como el cáncer?
Respuesta: En el concepto puro de la comisión la responsabilidad decae sobre la gestión del cuadro nacional de medicamentos y ahí es donde nosotros sentimos que
existe un vacío que tiene que ser solventado para evitar justamente que patologías como el
cáncer, en los que la actualización de tratamiento tiene una dinámica mucho más rápida que en la de otro tipo de enfermedades, no esté atado al CNMB.
En la revisión actual tenemos que
cumplir con la normativa que está vigente y la gran mayoría de esas solicitudes apuntan justamente hacia
oncología. Habrá que incluir algunas de las moléculas, aquellas que se considere que son de mayor relevancia.
Pero desafortunadamente no se va a poder considerar todas. Porque
la lógica no es que el cuadro nacional siga engrosando el contenido, sino que sea suficientemente adecuado para lo que es prevalente en el país, y con la sensibilidad del caso, se tiene que reconocer que afortunadamente para la población ecuatoriana el
cáncer sigue teniendo una prevalencia relativamente baja en relación con otras patologías, por eso lo que intentaremos hacer es generar la discusión para que se creen los mecanismos paralelos que provean a esas otras enfermedades.
Pregunta: Un mensaje dirigido a los médicos y a los pacientes
Respuesta: Tanto pacientes como como médicos tienen muchas expectativas de este CNMB y todos quienes integramos la comisión tenemos un compromiso de lograr los mejores resultados en el menor tiempo posible desde el punto de vista
técnico, científico y académico.
El compromiso es trabajar con las
puertas abiertas y de acelerar la aparición del nuevo cuadro. Reconocemos que no se pueden cumplir todas las expectativas, pero sí asegurar que exista un mecanismo para garantizar el acceso y que nadie quede sin tratamiento adecuado como manda la constitución. Se debe asegurar la
sostenibilidad del sistema y evitar que la inclusión de medicamentos afecte negativamente la gestión del sistema de salud. Estamos siendo cautelosos en el análisis para
maximizar beneficios en salud y en términos financieros.