Edición Médica

Imagen del I Congreso Nacional de Salud Indígena, en Venezuela.

Redacción. Quito
La importancia de generar políticas de salud que faciliten a los pueblos indígenas disfrutar de una integración efectiva entre los servicios de salud modernos que reciben en sus comunidades, con la práctica preventiva y curativa basada en su medicina tradicional fue la principal conclusión del II Congreso Nacional de Salud Indígena, que concluyó este jueves en la comunidad pemona de Kumarakapay, en el sur del estado Bolívar, en Venezuela.

Así lo informó el presidente del Instituto de Salud Pública de la entidad (ISP), José García, quien destacó la participación en este evento de 197 especialistas y facilitadores en salud indígena de varios estados de Venezuela, así como expertos de México, Perú, Ecuador y Bolivia, que durante toda la semana, compartieron experiencias con chamanes y ancianos de los pueblos pemón, wayúu y kariña asistentes al encuentro.

García enfatizó la necesidad de reforzar la integración del sistema de salud moderno con el ancestral, lo que incluye, además, la formación de enfermeros, facilitadores interculturales y médicos. "Esto ha facilitado que muchos indígenas acudan hoy en día a los ambulatorios y tengan acceso a los servicios médicos más modernos", refirió.

"Una de las cosas que más destaca es la gran eficacia de la medicina tradicional indígena en la prevención de enfermedades, por lo que debe ser tomada en cuenta dentro de las políticas de salud que ejecutan los gobiernos de países con población originaria", señaló.

Resaltó que el uso de los recursos botánicos y minerales presentes en el entorno de las comunidades indígenas ha sido clave para mantener a estos hombres, mujeres y niños en un nivel de salud adecuado, a pesar de la dureza del entorno.

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