Edición Médica

Se prioriza el bienestar universitario a través de varias estrategias.

Redacción. Quito
La pandemia ha revelado con crudeza una verdad ineludible: que el bienestar psicológico es tan vital como la salud física. Por esta razón, el Día Mundial de la Salud Mental es un recordatorio global sobre necesidades humanas fundamentales.

Las universidades, espacios tradicionalmente dedicados al rigor intelectual, han enfrentado el desafío de responder al creciente estrés académico, las transiciones vitales y la incertidumbre que afectaba a su comunidad. Para la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), esto ha significado reconocer que la formación integral requiere cimientos emocionales sólidos, por lo que  esta conmemoración se ha convertido en un compromiso activo de visibilizar, prevenir, cuidar y brindar ayuda.

Este compromiso se ha materializado en una estrategia dual que combina formación académica y acompañamiento institucional. De esta manera, la UTPL ha asegurado que forma profesionales en Psicología capacitados para intervención clínica, comunitaria y educativa, mientras implementa el Modelo Integral de Acompañamiento (MIA) y programas de bienestar para estudiantes, docentes y personal administrativo.

Por ejemplo, hay consultorios psicológicos gratuitos, programas de bienestar y proyectos de investigación construyen entornos educativos más protectores. A lo que la universidad extiende una invitación a la comunidad universitaria para que participe activamente en esta transformación, donde se normalice la búsqueda de ayuda y se priorice el bienestar integral como eje del desarrollo humano.

Según un comunicado de la UTPL, MIA es una guía personalizada que acompaña a los estudiantes en todas las etapas de su vida universitaria.

Otro pilar fundamental es la investigación aplicada, con estudios sobre el impacto pandémico en la población estudiantil, análisis de prevalencia de trastornos y evaluación del capital psicológico. En este sentido, grupos interdisciplinarios abordan depresión, ansiedad y resiliencia, mientras los estudiantes extienden este conocimiento a la sociedad.

Sofía Faggioni Luna, docente titular de la carrera de Psicología, ha explicado que "en el 2024, mediante proyectos de vinculación con la sociedad, se trabajó con alrededor de 8.000 personas en programas de intervención primaria para prevenir problemáticas psicosociales".

La persistencia del estigma representa un desafío constante. Por ello, la UTPL desarrolla estrategias de psicoeducación a través de talleres y campañas informativas. Este trabajo diario incluye programas de promoción e intervención primaria en psicología, mediante la enseñanza a identificar factores de riesgo y protección, y estrategias de afrontamiento basadas en evidencia científica, ha agregado Faggioni.

En este sentido, los aprendizajes de la pandemia han permitido el fortalecimiento de servicios de acompañamiento, con modalidades híbridas de atención y guías de autocuidado, con lo cual se promueve el equilibrio entre bienestar psíquico, físico y espiritual como base de la formación humanista.

Este enfoque se refleja en el rol docente, donde "el papel que juega el docente es muy importante porque le permite brindarle al estudiante estrategias, herramientas y, sobre todo, información basada en ciencia, para formar futuros profesionales que tengan calidad en su trabajo y ética", ha precisado Faggioni.

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