Edición Médica

Primer hospital público del país en realizar el procedimiento.

Redacción. Quito
La primera cirugía de colocación de válvula aórtica sin sutura del sector público se ha realizado de manera exitosa en el Hospital de Especialidades José Carrasco Arteaga (HJCA).
 
De esta manera se ha convertido en el primer hospital público del país en realizar esta cirugía de alta complejidad, que requirió toda la precisión y experticia del equipo médico, y que benefició a un paciente de 77 años que presentaba un problema cardíaco, con signos de cansancio y desmayos frecuentes, que podían causar una posible muerte súbita.
 
Según un comunicado de la HJCA, la válvula aórtica controla el flujo de sangre que viaja del corazón a la aorta, que es el mayor vaso sanguíneo que lleva sangre rica en oxígeno al cuerpo. En algunas ocasiones se puede degenerar (estenosis de la válvula) dificultando la salida de sangre del corazón hacia todo el cuerpo, por lo que es necesario la colocación de una prótesis. 
 
Usualmente los pacientes que son intervenidos con una cirugía de colocación de prótesis de válvula aórtica requieren de sutura y de medicamentos de por vida. Sin embargo, con la nueva tecnología (válvula biológica) ya no se necesitará medicación durante toda la vida y la cirugía es sin sutura, lo cual mejora la calidad de vida del paciente, entre otros beneficios. Además, en comparación con una cirugía convencional se realiza una incisión mínima.
 
Fabián Alvarracín, gerente (e) del HJCA, ha manifestado que “con esta cirugía somos pioneros en el ámbito público, pues el contar con equipos de la más alta tecnología y la experticia del equipo de profesionales nos ha permitido este gran logro para la salud pública”.
 
Detalles del procedimiento
 
Javier López, jefe de la unidad de Cardiotorácica, ha indicado que para este tipo de cirugías de alta complejidad se necesita mucha experticia por parte del equipo quirúrgico, puesto que se realiza una incisión mínima y, por ende, el espacio intervenido  es muy reducido para tener movilidad, comparado con una cirugía convencional.
 
“Lo hemos logrado gracias al apoyo y experiencia de todos”, ha enfatizado López.
 
El proceso duró dos horas y estuvo conformado por un equipo de 10 profesionales del área de cirugía cardiotorácica, entre médicos y enfermeras.
 
Al paciente se le colocó una válvula biológica, que se adhiere al organismo con la presión de la sangre, de manera que no requiere suturas ni de medicamentos de por vida a diferencia de otras cirugías de similar patología que conllevan a esta necesidad de continuar con medicación.
 
Los galenos del HJCA esperan que más establecimientos públicos se sumen a la realización de este procedimiento, que hasta ahora solo se realizaba en casas de salud privadas.

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