Edición Médica

Eréndira Betancourt, presidenta de la FENOE.

Jonathan Veletanga. Quito
Las obstetrices y obstetras del Ecuador han visto como positivo la aprobación del Código Orgánico de la Salud (COS) porque reconoce a la atención en Salud Sexual y Reproductiva como un servicio esencial y brinda un marco legal para su inclusión profesional en los establecimientos del Sistema Nacional de Salud.
 
“Es importante porque se incluyen artículos de atención en Salud Sexual y Reproductiva, lo que favorece la inclusión de las profesionales que estamos preparadas para esta atención en todos los establecimientos de salud”, ha manifestado Eréndira Betancourt, presidenta de la Federación Nacional de Obstetrices y Obstetras del Ecuador (FENOE), en diálogo con EDICIÓN MÉDICA.
 
Betancourt ha explicado que actualmente existe una brecha de inclusión de obstetrices y obstetras en los establecimientos de salud de todos los niveles de atención. Sin embargo, el COS brinda “un marco legal” que obliga al Estado, MSP y otros establecimientos de la red pública a incorporar a las obstetrices para ofrecer atención en Salud Sexual y Reproductiva.
 
Para Betancourt, esto es fundamental actualmente, puesto que la pandemia ha disminuido el acceso a la atención en Salud Sexual y Reproductiva, e incrementado las muertes maternas en relación al 2019 (30 adicionales en lo que va del año, de estas 21 son por la nueva enfermedad, según datos del MSP). Por lo tanto ha considerado oportuna la aprobación de esta normativa.
 
En este sentido, ha recordado la importancia de las obstetrices y obstetras en la atención de la Salud Sexual y Reproductiva. Además, ha enfatizado que son miembros esenciales del equipo de salud.
 
Betancourt ha hecho un llamado de unidad a los profesionales en Obstetricia para continuar luchando en pro de sus derechos porque, si bien el COS representa un avance para su inclusión profesional, aún no han sido incluidos en el manual de puestos de todos los niveles de atención.
 
El dato
 
En estos meses de pandemia, la FENOE ha conformado dos comisiones. Una para la capacitación de las obstetrices y obstetras, y la segunda para realizar trabajo comunitario con el fin de fortalecer capacidades en las mujeres de diversas comunidades y desarrollar líderes comunitarios en salud sexual y reproductiva.
 
“En tiempos de pandemia el liderazgo de las mujeres en sus comunidades es muy importante para salvaguardar su salud y velar por sus familias”, ha sostenido Betancourt.

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