Edición Médica

Gina Watson, representante OPS/OMS en Ecuador.

Cristina Coello. Quito
Al Estado ecuatoriano (a través de sus autoridades) se le propuso ser parte del mayor ensayo clínico sobre tratamientos contra la CoVID19 desde mediados de marzo, pero hasta la fecha no existe una adhesión oficial a la propuesta.
 
Así lo ha dicho Gina Watson, representante en Ecuador de la Organización Mundial y Panamericana de la Salud (OMS/OPS), en entrevista con EDICIÓN MÉDICA.
 
Aunque Ecuador reporta una cantidad importante de contagiados, y mortalidad, por el nuevo virus SARS-CoV-2, era un candidato óptimo para ser parte del grupo de estudio. Sin embargo, eso requiere cumplir una serie de requisitos y principalmente la confirmación del gobierno para incorporarse a la investigación.
 
Aun así, Watson ha sido enfática en señalar que el organismo no dispone de ningún documento que manifieste alguna “expresión de interés de ninguna universidad y de ningún investigador” para integrar e iniciar este proyecto investigativo.  
“Desde mediados de marzo informamos a las autoridades nacionales de la realización de Solidarity 1 (actualmente hay dos investigaciones en curso)” relacionada a ensayos clínicos de cuatro esquemas terapéuticos de tratamiento que incluyen el uso de remdesivir; cloroquina o hidroxicloroquina; lopinavir con ritonavir; lopinavir con ritonavir más interferón beta?1a.
 
En la región de las Américas, Canadá y Argentina fueron de los primeros países en sumarse al proyecto investigativo. Actualmente ya suman 100, incluidos nuestros vecinos Colombia y Perú.
 
El número de países “ha ido incrementándose de acuerdo con las solicitudes de los gobiernos de participar en el estudio”, el cual debía ser considerado antes de iniciarse la terapéutica y el uso masivo de los medicamentos objetos de investigación.
 
“El 26 de marzo se envió la comunicación oficial con el protocolo adjunto y los requerimientos para el estudio. Se hizo la invitación al país a ser parte del estudio”, ha insistido Watson.
 
Además ha relatado que la propuesta surgió de “la inquietud de algunos colegas que estaban en el COE (Comité de Operaciones de Emergencia) y que manifestaron su interés de que Ecuador sea parte del estudio”.
 
“Había colegas que estaban de acuerdo en hacer el estudio. Pedimos la comunicación oficial, porque hay algunos requisitos que se tienen que cumplir como definir las condiciones y los requerimientos del estudio y las personas que van a hacer partícipes en él. Además, el cumplimiento de las necesidades metodológicas y de acuerdo con el protocolo el rigor que existe porque es un estudio mundial, no es al azar, pero si aleatorio y debía cumplirse esas condiciones”, ha detallado la representante.
 
Uso indiscriminado
 
Por otra parte, Watson ha señalado que en el país se ha presentado “el problema del uso indiscriminado de la cloroquina, incluso en algunos casos de orden profiláctico”, así como el uso previo de antirretrovirales y otros esquemas terapéuticos, lo cual “reduce las posibilidades de tener una muestra aleatoria en el país”.
 
“Eso no quiere decir que no pudieran participar, pero nosotros no hemos recibido ninguna respuesta al respecto. En mi oficina no hay ninguna solicitud, ni requerimiento, de ninguna universidad, de ningún investigador en relación con Solidarity 1. Queremos dejar bien claro eso. Si algo tiene la organización es ser responsable y siempre respondemos sea sí o sea no”, ha reiterado la representante del organismo.
 
Esta investigación, que requiere el compromiso del país, a través del Ministerio de Salud, COE o del gobierno son los que gestionan la inclusión. “No es una iniciativa individual, personal o de una escuela académica”, ha aclarado Watson.
 
Aun así, ha reiterado que “si (los investigadores)  tienen interés, deben comunicarse con el ministerio”, ha concluido.
 
EDICIÓN MÉDICA ha enviado una solicitud al Ministerio de Salud Pública (MSP) para conocer su posición, sin embargo, hasta el cierre de esta publicación no se ha respondido el requerimiento.

---