DECLARACIÓN OFICIAL
Iglesia hace un llamado para enfrentar los desafíos en salud pública
El CMI pide que actúen ante las amenazas por las reducciones de la inversión en sanidad
La iglesia pide trabajar por un futuro de sanación. (Foto MSP)
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Redacción. Quito
El
Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ha hecho un llamado a sus miembros,
gobiernos y comunidad internacional para enfrentar lo que han denominado “la crisis sanitaria global”, frente a la reducción de inversión en el sector.
“Responder adecuadamente ahora es una
tarea generacional”, ha pedido el CMI, tras instar la adopción de “medidas prácticas, coherentes y
sostenibles para marcar una diferencia significativa en la vida de las personas”, se ha recalcado en un comunicado oficial.
El Comité Central del CMI ha pedido a los países que “den
prioridad a la salud en los presupuestos nacionales para aumentar y mantener la financiación sanitaria nacional, que aumenten sus contribuciones a las instituciones sanitarias multilaterales y que financien centros regionales de
fabricación de vacunas, diagnósticos y medicamentos esenciales, con el fin de apoyar la fabricación local y la resistencia de la cadena de suministro”.
Ejes de acción
La declaración del CMI ha planteado un plan con cuatro ejes de acción: el fortalecimiento de los “ministerios históricos de salud que las iglesias han mantenido por siglos”; la
incidencia política para exigir mayores recursos destinados a salud, justicia climática y desarrollo social; la
innovación en la prestación de servicios sanitarios; y, la construcción de
resiliencia comunitaria.
Así pues, se ha pedido a las iglesias miembros del CMI y a los asociados ecuménicos “reflexionar y movilizar en oración la contribución que la iglesia puede hacer para construir comunidades sanadoras y que escuchen, se preocupen y compartan. Que sean espacios seguros y sagrados que
promuevan la dignidad, la salud y el bienestar de todos, prestando especial atención a los más
vulnerables”.
Considerando los ejes de acción, la declaración del CMI ha instado a las iglesias a participar directamente en las actividades de
sensibilización, reunirse con representantes de los gobiernos para reclamar más fondos y medidas en materia de
salud, clima y justicia social.
El órgano rector del CMI ha reiterado que las iglesias están llamadas a comprometerse con la
comunidad sanitaria y a desarrollar formas de hacer más
asequible y accesible la atención sanitaria, especialmente en aquellas zonas donde nadie más ofrece dicha atención.
La declaración señala que parte de la implicación de las iglesias en este tipo de atención significa ayudarlas a crear resiliencia para contrarrestar las
repercusiones sanitarias del cambio climático; y utilizar las
nuevas tecnologías de forma responsable, ya sea para la comunicación, la atención o la sensibilización.