Genotipificación es 5 veces más efectiva que el papanicolau para detección de HPV
El cáncer de cérvix es una enfermedad que se puede evitar a tiempo con las pruebas necesarias
Fernando Endara Flores, ginecólogo tratante de SOLCA.
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Diego Mosquera. Quito
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Genotipificación es una de las pruebas más importantes que existen para detectar problemas de cáncer de cuello uterino y virus de del HPV,
además es 5 veces más efectiva que un papanicolau”, ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA
Fernando Endara Flores, ginecólogo tratante de SOLCA.
Según Endara esta es una prueba relativamente nueva que se está usando cada vez más en el mundo, “el papanicolau tiene un problema que muchas veces no descubre a tiempo el HVP y tenemos nuevas pruebas que demuestran que
produce 4.2 veces más lesiones que la citología, según las últimas publicaciones el 50 por ciento de los casos el papanicolau no detecta el problema”, ha sostenido
El profesional ha sostenido que si
la genotificación se realiza entre los 20 y los 30 años seguramente saldrán muchas pruebas positivas ya que estas edades es muy común tener el virus que “generalmente desaparece por si solo”.
“Este virus ha vivido siempre con el ser humano, incluso se ha descrito su incidencia desde tiempos bíblicos. De hecho, los datos indican
que entre el 75 por ciento y 80 por ciento de personas que ha tenido relaciones sexuales en algún momento de su vida han presentado este virus, pero en la mayoría de los casos ha desaparecido en algún tiempo sin causar daños”, ha señalado.
Por este motivo el especialista ha recomendado que
la tipificación se debe hacer desde los 30 hasta los 65 años.
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No es que esté en contra del papanicolau pero esta prueba generalmente las pacientes se la hacen en periodos muy largos, hay descuidos y la recomendación es que se haga cada año”, ha sostenido.
Alternativas terapéuticas para el cáncer de cérvix
Carol Moreno, directora médica de Roche.
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Carol Moreno, directora médica de Roche, ha comentado a este medio que el trabajo de la empresa sobre el cáncer de cérvix es buscar programas de diagnóstico temprano a través de pruebas moleculares y un tratamiento con un
anticuerpo monoclonal que es biotecnológico.
“Este medicamento está aprobado para aquellas
pacientes que tienen un cáncer de cérvix recurrente y que ya ha fallado el tratamiento, este anticuerpo se coloca junto con la quimioterapia convencional que pude disminuir la mortalidad de las pacientes en un 29 por ciento”, ha comentado.
Moreno, ha destacado que este medicamento
forma parte del Cuadro Básico de Medicamentos y muchas casas de Salud lo utilizan , “ojala ingrese en las guías porque ha sido la única innovación que puede disminuir la mortalidad de las pacientes que ya acuden con su cáncer avanzado.
Datos estadísticos
Según información de SOLCA, en Ecuador, este tipo de cáncer es el segundo más frecuente en mujeres después del de mama.
En Quito ocupa el tercer lugar, pues la incidencia del cáncer de tiroides se incrementó desde el 2006 y superó al cáncer de cuello uterino. Cada año se diagnostican cerca de 1.600 casos nuevos de cáncer de cuello uterino en el país.
De estos, 650 pacientes murieron en el 2014. La edad media al momento del diagnóstico fue de 54 años.
La presentación de este cáncer ha tenido una disminución sostenida en el tiempo; sin embargo, preocupa el período entre el 2010 y el 2012 en el que se ve una ligera tendencia al incremento. Las personas más afectadas son las de condiciones socioeconómicas deficitarias,
llegando a ser hasta 10 veces más frecuente entre las mujeres más pobres de Quito.
Las mujeres con instrucción superior tienen una incidencia menor a 5 por 100 000, lo que ubica a esta tasa entre las más bajas del mundo. Las mujeres sin instrucción o de nivel primario llegan a tener tasas de hasta 50 por 100 000 mujeres, principalmente por la limitación de los sistemas de Salud para
articular un programa de prevención que capte a las pacientes en etapas tempranas e incluso antes de que se desarrolle la enfermedad.
Son indispensables acciones coordinadas que garanticen altas coberturas, el seguimiento de las mujeres en riesgo, buena calidad en el diagnóstico y tratamiento oportuno.
La prevención de este cáncer mediante la vacunación tendrá un gran impacto en las próximas décadas y marcará un hito histórico en el manejo del cáncer.