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Gestión

ENTREVISTAS EXCLUSIVAS
Médicos relatan momentos difíciles frente al CoVID19 en el Abel Gilbert Pontón y HCAM
Frente a esta situación la autoeducación ha sido un elemento muy importante para los profesionales de salud
Lunes, 06 de abril de 2020, a las 18:31
En el Abel Gilbert Pontn se vivieron das muy crticos, especialmente al inicio de la pandemia.

En el Abel Gilbert Pontón se vivieron días muy críticos, especialmente al inicio de la pandemia.


Jonathan Veletanga. Quito
Ecuador se estuvo preparado para brindar una atención aportuna a los pacientes con CoVID19 antes que se confirmara el primer caso positivo en territorio nacional, así sostenían las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP). Entre las medidas preventivas implementadas se encontraba la socialización constante de los criterios recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para identificar casos sospechosos y manejo de pacientes con la enfermedad. Esto se daba entre el personal de salud, principalmente, de los hospitales centinelas (de referencia y de aislamiento).
 
Pero, ¿esta situación se dio en los 27 los hospitales que actualmente brindan atención específica a los casos de CoVID19? Al parecer no, o al menos esto no sucedió en los hosptitales de especialidades Abel Gilbert Pontón de Guayaquil y Carlos Andrade Marín (HCAM) de Quito, instituciones en las que no se socializaron los lineamientos de la OMS. Tampoco se prepararon adecuadamente para enfrentar esta crisis sanitaria, pese a que las autroridades lo habían anunciado, han asegurado dos profesionales de salud que trabajan en esas unidades médicas, en díalogo con EDICIÓN MÉDICA. Para evitar represalias se omitirá sus nombres.
 
A su parecer, esta situación se pudo haber repetido en la mayoría de hospitales destinados a paciente con CoVID19, especialmente en Guayaquil, donde al inicio de la epidemia el número de personas con sintomatología respiratoria se multiplicó rapidamente. Además, este es uno de los motivos por los cuales la contensión del CoVID19 se les fue de la mano a las autoridades, pues debido a esta situación no se hizo un triaje adecuado.
 
Hasta este 6 abril se reportan a nivel nacional 3.747 casos confirmados y 5.449 casos sopechosos, es decir, personas que esperan los resultados de la prueba diagnóstica.
 
Problemas en el Abel Gilbert Pontón
 
“En el hospital nunca recibimos tuvimos algún tipo de capacitación de cómo actuar ante el virus, ni cuando estuvimos con la pandemia. Si bien es cierto que el infectólogo tuvo una pequeña conversación con pocos compañeros, jamás se socializaron los lineamientos de una manera formal con todo el personal del hospital”, ha dicho uno de los entrevistados, tras asegurar que las dos primeras semanas de atención a pacientes sospechosos de CoVID19 fueron muy complejas por la falta de preparación, coordinación e insumos.  
 
La autoeducación fue importante para ver qué tipo de medidas podíamos tomar”, ha señalado.
 
Para el galeno, la falta de información y capacitación hizo que el Abel Gilbert Pontón pase días muy críticos al inicio de la pandemia. La situación se complicó poco a poco por la falta de equipamiento, insumos médicos y pruebas diagnósticas. Como parte de las concecuencias muchos pacientes fallecieron sin diagnóstico definitivo, muchos profesionales de salud se contagiaron de la enfermedad, algún médico tratante habría fallecido a causa del coronavirus e, incluso, hasta se tomó la decisión de separ temporalmente a los médicos posgradistas.
 
El hospital nunca se preparó para este tipo de eventos, por ello todo sigue siendo un caos”, ha sostenido.
 
Según el médico, al inicio de la epidemia por falta de insumos unicamente se valoraba clinicamente a los pacientes y todos quedaban como sospechosos. “Recien a la semana se tuvo las pruebas y se empezó a relizarlas en pacientes y en el personal de salud que presentaban ya síntomas”.
 
A partir del 16 - 17 de marzo, cuando empezaron a llegar los primeros pacientes sospechos de CoVID19 al hospital, todos los posgradistas independientemente de la especialidad que estudiaban, tuvieron que ir al Servico de Emergencia. “Muchos hicieron sus guardias sin la protección adecuada, tan solo con una mascarilla y su mandíl; una semana después se vieron los resultados: muchos tuvieron síntomas respiratorios, algunos dieron positivo y otros todavía se mantienen en cuarentena. Esa fue la razón por la que los posgradistas fueron separados temporalmente de la institución”, ha explicado.
 
“Cuando un colega caía sentiamos triteza e impotencia por no poder alzar la voz producto de las malas decisiones de los administrativos… Estamos de brazos cruzados y manos atadas, no tenemos respaldo para poner una queja sobre las cosas que están pasando acá”, ha agregado el galeno.

Carlos Andrade Marín

Si bien la situación inicial del HCAM no es tan compleja como la del Hospital Abel Gilbert Pontón. En esta casa de salud tampoco se socializaron con anticipación los lineamientos de la OMS o MSP entre el personal de salud. 
 
 “Al inicio fue una incertidumbre porque no tuvimos apoyo. Para muchas de las cosas que suceden aquí no existe un apoyo inicial. Cuando tuvimos una alerta de CoVID19, algunas autoridades internas (jefaturas) empezaron a socializar algunos elementos generales, sin embargo, no hubo una adecuada socialización de lo qué se debe hacer en esta situación. Fuimos aprendiendo a medida que pasaban los días”, ha sostenido el galeno entrevistado por EDICIÓN MÉDICA.
 
En este hospital la autoeducación también tuvo un papel importante para tomar de decisiones en cuanto al menejo de los pacientes, los protocolos de aislamiento y protección del pesonal de salud.
 
A decir del médico, otro de los problemas que afrontan en esta casa de salud es la dotación de equipos de protección personal (EPP). Mejoró a raíz de las denuncias por parte de diferentes profesionales en redes sociales y en medios de comunicación, no obstante, la escacez de estos insumos es un problema persistente. Esto ha generado miedo de llevar el virus a sus hogares. 

Se cambiarlos las guardias a cada quinto día para poder ahorrar el número de trajes”. Esto ha llevado a tener jornadas de trabajo extenuantes, ha comentado.  
 
La situación no es como dicen las autoridades. Ellas nos ofrecer una idea muy romantica de lo que sucede y no es así”. Sin embargo, el personal de salud no se atreve a denunciar  las realidades de sus hospitales por miedo a represalias, ha concluido.



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