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AVANCE FARMACOLÓGICO
La inmunoterapia ya demuestra efectividad en etapas tempranas de cáncer pulmonar
El fármaco responde mejor en pacientes con mutaciones asociadas al tabaquismo
Miércoles, 23 de noviembre de 2022, a las 11:37
Oscar Arrieta, onclogo del Instituto Nacional de Cancerologa de Mxico.

Oscar Arrieta, oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología de México.


Cristina Coello. Quito
La esperanza de vida para los pacientes con cáncer de pulmón ha cambiado a partir del uso de las terapias dirigidas, pero la posibilidad de curación es mayor cuando la enfermedad es identificada en etapas tempranas, de allí la importancia de un tamizaje y diagnóstico oportuno.
 
Así lo ha considerado el oncólogo mexicano, Oscar Arrieta, del Instituto Nacional de Cancerología de México, quien ha visitado el Ecuador y en entrevista con EDICIÓN MÉDICA ha señalado que estas nuevas terapias son más eficaces y menos tóxicas para el cáncer de pulmón.
 
Según ha detallado, “no hay otra neoplasia que haya tenido más avances científicos que el cáncer de pulmón” y ha informado que se han identificado alrededor de 15 biomarcadores (alteraciones genéticas o mutaciones, oncodrivers) que ocasionan que las células tumorales crezcan y adquieran propiedades más invasivas.
 
En ese sentido, actualmente se realizan análisis genéticos para identificar esas mutaciones y con ello se aplica un tratamiento específico para inhibir las alteraciones de las mutaciones, con lo cual se mejora la respuesta frente a la enfermedad.
 
Arrieta es también jefe del laboratorio de Medicina personalizada y jefe del departamento de oncología torácica del Instituto de Cancerología, donde ha podido ratificar la estadística mundial que establece la identificación de la enfermedad generalmente en etapas avanzadas.
 
“Cuando está en etapa temprana se puede operar y tener posibilidad de curación. En México, por ejemplo, solo el 1 por ciento de los pacientes van en etapa temprana. Mientras que en Japón es el 40 por ciento; en Estados Unidos es el 26; en Reino Unido el 22; en Brasil el 15 por ciento. Es decir que en general, en Latinoamérica, menos del 5 por ciento de casos acude en etapa temprana. Es un problema grave porque hay menos posibilidad de curación y además el costo del tratamiento (en etapa avanzada) es de 10 a 15 veces más alto”, ha señalado.
 
Opciones de tratamiento
 
El oncólogo mexicano también ha recordado que hasta hace algunos años “era impensable” hablar de sobrevida cuando un paciente llegaba en etapa avanzada de cáncer de pulmón. Pero con la inmunoterapia “es posible lograrlo”, en conjunto a otros métodos más agresivos.
 
El tratamiento en las diferentes etapas incluye cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia biológica e inmunoterapia y su uso dependerán del tipo de tumor. Pero los análisis genéticos abren la posibilidad de personalizar el tratamiento en cáncer de pulmón.
 
“Particularmente los pacientes no fumadores tienen una mayor frecuencia de mutaciones que requieren tratamiento directo. Pero los que fuman desarrollan mutaciones inespecíficas y eso genera proteínas diferentes a las que produce nuestro cuerpo, generando alarma al sistema inmunológico y por ello los fumadores responden muy bien a la inmunoterapia, mientras los no fumadores lo hacen a la terapia biológica personalizada”, ha explicado el especialista mexicano.
 
La inmunoterapia en diferentes estadios
 
Al ser consultado sobre cómo actúa la inmunoterapia en cáncer de pulmón, ha explicado que esos medicamentos bloquean los sistemas que usa el cáncer para esconderse del sistema inmunológico, permitiendo a los linfocitos detonar la respuesta cuando detecten las proteínas alteradas y el mismo sistema inmune “puede conducir a la eliminación del cáncer”.
 
Arrieta ha recordado que hace algunos años la inmunoterapia empezó a usarse como segunda línea de tratamiento en enfermedad metastásica. Hace cuatro años se aplicaba también en tumores localmente avanzados (sin metástasis), pero “este 2022 el tratamiento ya está disponible para las etapas tempranas, mejorando el pronóstico de los pacientes”, ha destacado.
 
No obstante, el especialista ha considerado que cada año se van identificando dos o tres nuevas mutaciones y se generan nuevos medicamentos, con lo cual se abre el abanico de posibilidades de tratamiento.
 
Por otra parte, según Arrieta, el reto para los sistemas de salud también está en disponer de la nueva tecnología de tratamiento que complementa al farmacológico. “Desgraciadamente la brecha va aumentando en países en vías de desarrollo. La tecnología va más rápido de lo que nosotros podemos reaccionar con nuestros recursos”, por lo que ha sugerido trabajar en conjunto entre gobiernos, academia, médicos especialistas y la industria farmacéutica para buscar acceder a esos nuevos tratamientos innovadores.
 
El estigma del tabaquismo
 
Arrieta ha reconocido que el cigarrillo es la causa más común del cáncer de pulmón, pero ha mencionado que también es el causante de otras neoplasias, por ejemplo, en el páncreas, vejiga, lengua, cabeza y cuello, hepatocarcinoma, cérvico uterino, etc.
 
“El 33 por ciento del cáncer está asociado al tabaquismo. En Europa está asociado al cigarrillo en un 80 por ciento, pero en Latinoamérica hemos identificado que alrededor del 55 a 60 por ciento son fumadores y las mujeres entre 60 a 70 por ciento no son fumadoras”, ha comentado.
 
En ese sentido, el especialista ha sido enfático en señalar que hay en la sociedad un estigma frente al tabaquismo, “pensamos que es un hábito y no lo es, es una enfermedad, es una adicción ocasionada por la nicotina que es una de las substancias más adictivas. Es como ser diabético, hipertenso o depresivo”.
 
A eso se suma el componente genético en algunos fumadores. “Se sabe que hay genes asociados al tabaquismo”. Y, por otro lado, “no se ha hecho lo suficiente para prevenir que jóvenes y niños inicien con el tabaquismo o que dejen de fumar”, ha comentado.
 
En definitiva, según el especialista, el cáncer de pulmón tiene también otros factores de riesgo entre los que están la radiación, los riesgos laborales y la contaminación urbana. “Entonces hay que hacer investigación local para tener otras medidas de prevención y detección temprana, ha concluido.
 
Unos datos
 
El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte en el mundo.
 
Se presentan más de 2 millones de casos y fallecen 1,8 millones al año, es decir que hay una relación directa entre incidencia y mortalidad.
 
El 65 por ciento de las muertes por cáncer de pulmón se producen en países en vías de desarrollo como Latinoamérica, mientras en Estados Unidos y Europa la mortalidad está disminuyendo, en la región se está incrementando.
 
En etapa temprana la enfermedad es asintomática, pero en Latinoamérica hay pocos o casi ningún programa de tamizaje de cáncer de pulmón.
 
En Estados Unidos se ha demostrado que una tomografía de baja dosis puede reducir la mortalidad por cáncer de pulmón en un 20 por ciento.


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