Edición Médica

David Cabrera, médico interconsultado de Clínica de Lesiones Deportivas; Ron Borgschulte, CEO de Partners in Medicine de Life Science Robotics, Casey Meyer, especialista asociado de Partners in Medicine de Life Science Robotics.

Jonathan Veletanga. Quito
La Clínica de Lesiones Deportivas se ha convertido en el primer centro médico de Latinoamérica en incorporar el novedoso y revolucionario robot asistente de rehabilitación física denominado ROBERT®.
 
En entrevista exclusiva con EDICIÓN MÉDICA, Ron Borgschulte, CEO de Partners in Medicine de Life Science Robotics (LSR), ha expresado su emoción por haber adaptado esta tecnología de punta en Ecuador y, sobre todo, que la Clínica de Lesiones Deportivas sea pionera dentro del país. “Es una puerta muy grande para Latinoamérica”, ha recalcado.
 
La terapia robótica “definitivamente” ayuda y agilita el proceso de rehabilitación, en comparación a un tratamiento convencional, por ello siempre debe ser manejada por un fisioterapeuta o un médico especializado en el área.
 
“Es un complemento ideal para toda la tecnología de rehabilitación que ya dispone la Clínica de Lesiones Deportivas”, ha considerado.
   
ROBERT® es un robot que se centra en rehabilitación eficiente y movilización temprana de los pacientes. Proporciona Movilización Resistiva Activa (resistencia contra el movimiento del paciente), Movilización Asistida Activa (guía al paciente a través del ejercicio) y Movilización Pasiva (apoya la rehabilitación de pacientes inmovilizados. Además, brinda mejores condiciones para los tratamientos de rehabilitación, con la finalidad de mejorar su eficacia.
 
Borgschulte ha explicado que ROBERT® es un robot asistente que “hace la vida más fácil” a pacientes y profesionales sanitarios, ya que logra de muchas formas que los tratamientos de rehabilitación (convencionales, postquirúrgicos y a largo plazo) sean más eficientes y controlados.
 
Por ejemplo, brinda a los profesionales de la salud una operación rápida, segura e intuitiva, y les permite reducir el tiempo de la terapia y los levantamientos pesados ??y repetitivos. En cambio, a los pacientes les ayuda a mejorar la movilización temprana; prevenir la contractura de los tejidos blandos y las úlceras por presión; minimizar el riesgo de coágulos de sangre y neumonía; reducir la atrofia muscular y los efectos neuropáticos; tener una recuperación más rápida y períodos más cortos de hospitalización.
 
Esta nueva tecnología es tan versátil que puede ser utilizada en todo tipo de pacientes, ya sean pediátricos como adultos jóvenes, adultos mayores, personas con discapacidad, pacientes con trauma y pacientes que han sufrido accidentes en la columna o post strokes (accidentes cerebrovasculares), ha detallado Borgschulte.

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