Joven de 22 años se recupera con éxito de un trasplante simultáneo de cara y manos
El paciente tenía quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo
Joe DiMeo sufrió un accidente automovilístico.
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Redacción. Quito
Un joven de 22 años está aprendiendo nuevamente a sonreír, parpadear, pellizcar y apretar, tras convertirse en la primera persona del mundo en recibir un inusual
trasplante de rostro y manos
Joe DiMeo sufrió un accidente automovilístico que le provocó
quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo en julio de 2018, tras dormirse mientras conducía a su casa luego de trabajar en la noche. Su automóvil volcó y luego explotó.
A los dos años del incidente, fue sometido a una cirugía de cara y ambas manos que duró unas 23 horas, ha relatado el equipo médico del
hospital Langone Health de la Universidad de Nueva York.
Los expertos señalan que aparentemente la cirugía efectuada en agosto pasado fue un éxito, pero
advierten que tomará cierto tiempo estar seguros.
Ha participado un equipo de 96 personas dirigidas por el cirujano
Eduardo Rodríguez, director del programa de trasplante de cara del NYU Langone.
"Todos nosotros opinamos de manera unánime que Joe es el paciente perfecto", ha dicho Rodríguez. "Es el paciente más motivado que he conocido". Este fue
el cuarto trasplante de cara realizado por Rodríguez, y el primero de manos conducido bajo su dirección.
DiMeo tomará medicamentos el resto de su vida para evitar que su cuerpo rechace los trasplantes, y también
tendrá rehabilitación continua para adquirir sensación y funciones en su nuevo rostro y manos.
Dificultades en la compatibilidad
Las pruebas de anticuerpos reactivos señalaban que DiMeo rechazaría un 94 por ciento de los donantes, por lo cual hallar uno
compatible requirió una búsqueda por todo el país equivalente a "encontrar una aguja en un pajar", ha dicho Rodríguez.
Finalmente, el donante compatible fue hallado en Delaware y el paciente recibió un trasplante de ambas manos hasta la mitad del antebrazo,
incluidos los huesos radio y cúbito, tres nervios dominantes, seis venas que requirieron conexiones vasculares y 21 tendones.
También tuvo un
trasplante total de cara, incluida la frente, cejas, ambas orejas, nariz, párpados, labios y huesos del cráneo, pómulos, nariz y mentón.
Tras la operación, DiMeo ha considerado que ahora tiene "una
segunda oportunidad en la vida" y envió un mensaje de esperanza. "Siempre hay luz al final del túnel, nunca te des por vencido", ha dicho en una conferencia de prensa organizada por el hospital.
Situación previa
Aunque otro conductor que pasaba por el lugar consiguió rescatarlo del vehículo en llamas, el accidente resultó en
varios dedos amputados, graves cicatrices en la cara y la pérdida de labios y párpados, lo cual afectó su visión y su capacidad de llevar una vida normal e independiente.
Pasó cuatro meses en la unidad de quemados, donde recibió numerosos injertos y transfusiones de sangre que le salvaron la vida. Los médicos
lo colocaron en coma inducido durante dos meses y medio.