Edición Médica

Jenny Olivia Caicedo Rodríguez, Patología Clínica/Medicina de Laboratorio, docente universitaria Medicina, miembro titular de la SEPCL/ML.
 
La práctica de la Medicina ha cambiado significativamente en los últimos años y actualmente no es posible ejercer Medicina sin auxilio del laboratorio Clínico, ya que aproximadamente el 70 por ciento de las decisiones tomadas por los médicos se basan en los resultados de laboratorio. El uso de métodos auxiliares en el diagnóstico clínico ha aumentado en forma dramática en los últimos tiempos, sin embargo, gran parte de este aumento representa un uso inadecuado de pruebas de laboratorio por parte del personal médico, incrementando el gasto sanitario con consecuencias sociales y económicas para nuestro país.
 
Cuando preguntamos el rol de un médico oncólogo, ginecólogo, dermatólogo muy de seguro que contestaríamos sin dudar, sin embargo, no es nada infrecuente que cuando queremos entender el rol de los especialistas en Patología Clínica/Medicina de Laboratorio, exista confusión directa con la función que desempeñan los anatomopatológos.
 
La especialidad Médica de Patología, históricamente, una vez incluyó la patología anatómica o Anatomía Patológica; con el pasar del tiempo ambas especialidades se separaron, sin embargo, la mayor parte de la patología de fluidos, los análisis bioquímicos de rutina, los estudios microbiológicos comunes fueron dejadas al personal técnico como: licenciados, bioquímicos, tecnólogos médicos de Laboratorio. Como resultado, los servicios de patología clínica que cubren las investigaciones de laboratorio, comúnmente ordenadas en un hospital, quedaron sin especialistas en este campo.
 
A nivel mundial, la especialidad ha crecido bajo la nomenclatura de Patología Clínica o Medicina de Laboratorio. No se precisa con exactitud cuándo se instauró la nomenclatura “Medicina de Laboratorio” como sinónimo de “Patología Clínica”, aunque el primer artículo sobre su historia se ha publicado en el Boletín Informativo de la ACLPS de enero de 1989.
 
Según la definición propuesta de Medicina de Laboratorio referida por Lippi y Plebani, esta es “una ciencia y disciplina clínica, dedicada a la medición cuantitativa o evaluación cualitativa de cualquier sustancia que pueda ser ensayada en cualquier tipo de fluido biológico de cualquier especie, incluyendo así a los humanos, ya sea con fines médicos o de investigación. Los resultados de estas mediciones se traducen en información procesable para mejorar la atención y/o mantener el bienestar tanto de un individuo como de toda una población”.
 
La Medicina de Laboratorio se ocupa de los estudios requeridos para el diagnóstico y manejo de los pacientes. Incluyendo dentro de su campo, la selección, operación e interpretación de pruebas diagnósticas que utilizan principalmente las muestras de los pacientes y contribuye en la gestión clínica, además de las actividades administrativas, financieras, docentes y de investigación, todo ello enfocado a trabajar con una visión integral, desde una ámbito médico, epidemiológico, social, económico, tecnológico y humano,  con una cuidadosa consideración hacia las variaciones preanalíticas, analíticas y biológicas, que a menudo no son apreciadas por muchos médicos y administradores de hospitales, desarrollándose para apoyar o extender la práctica médica clínica.
 
En la actualidad, frente a la evolución tecnológica continua el aporte de la especialidad a los servicios de salud tanto públicos como privados, el patólogo clínico es un gestor que brinda sus servicios basado en las recomendaciones de guías nacionales e internacionales, a la constante actualización en cuanto a metodologías, equipos y flujos de trabajo, adecuándose a la demanda y presupuesto de los servicios de salud en pos de brindar resultados precisos, oportunos y confiables.
 
De acuerdo a datos de registros de la Sociedad Ecuatoriana de Patología Clínica, el número actual de profesionales miembros titulares es de 40 médicos especialistas; de acuerdo a lo indicado por Figueroa-Montes en su artículo: Una visión peruana sobre los servicios de patología clínica, países como Perú presentan 2.2 médicos Patólogos Clínicos por cada 100.000 habitantes; en la mayoría de países africanos observamos un promedio de un patólogo por cada 500.000; 2.5 millones; 5 millones o más de 5 millones de habitantes. En comparación en países como Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y Asia el promedio de patólogos es de 1 por cada 50.000 habitantes.
 
Aún existe mucho por hacer para que la especialidad de Patología Clínica sea reconocida y ocupe el lugar que merece en los servicios de salud en Ecuador, siendo una de las principales disciplinas de "Diagnóstico", con contribuciones esenciales para el manejo del paciente.