Edición Médica

Luis Bravo, docente investigador de la carrera de Ingeniería en Sonido y Acústica de la UDLA.

Jonathan Veletanga. Quito
En el marco del Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido, REDACCIÓN MÉDICA ha conversado con Luis Bravo, miembro del Grupo de Investigación de Entornos Acústicos de la de la Universidad de Las Américas (UDLA), que realizó un estudio en el que se evaluó el impacto del ruido del tráfico en la zona urbana de Quito y se determinó las zonas más ruidosas y más silenciosas de la ciudad.
 
Este estudio da cuenta de la contaminación acústica que hay en la ciudad, la población afectada, y cómo este problema (el ruido) molesta y genera perturbación en el sueño de la gente, ha detallado Bravo, docente investigador de la carrera de Ingeniería en Sonido y Acústica.
 
Estos resultados permitieron desarrollar el Primer Mapa de Ruido de Quito, que ya está disponible en la web: https://tabsoft.co/2F9g1jo, y que muestra los resultados del estudio de manera global, ha sostenido.
 
Sin embargo, ahora los investigadores están trabajando en el desarrollo de una plataforma web que muestra los resultados del mapa a detalle, así en el mapeo de las parroquias que en un principio no fueron consideradas, como por ejemplo Calderón, Los Valles, el nuevo aeropuerto, etc.
 
Problema de salud pública
 
Para Bravo, la exposición prolongada al ruido puede generar molestias, desconcentración, perturbación del sueño, estrés, alteraciones a nivel gástrico, endócrino, cardiovascular, entre otros problemas de salud. Por lo que, ha sostenido que el ruido ya debería ser considerado como un problema de salud pública.
 
“Es hora que el ruido sea considerado como un problema de salud pública. Así es considerado en otros países. Aquí estamos acostumbrados a verlo como un problema ambiental que sí lo es, pero se tendría mayor impacto si también se trabajar desde la perspectiva de salud pública porque causa problemas en la salud de las personas, y la gente no es muy consciente de esto. Hay que fomentar la cultura ciudadana contra el ruido”, ha insistido el investigador.
 
Por este motivo, ha recomendado a las autoridades de salud y ambientales, así como la comunidad médica y científica, que empiecen a preocuparse por este tema, realizar estudios epidemiológicos sobre los efectos del ruido, hacer mejor gestión del transporte y promover campañas de concientización al respecto.
 
Resultados principales
 
Según el investigador, los resultados principales del estudio son: 1 de cada 4 personas están expuestos a niveles de ruido de tráfico que superan las directrices que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son 65 decibeles en el día y 55 decibeles en la noche.
 
“En el día el 25 por ciento de la población supera ese umbral y en la noche el 38 por ciento de la población está expuesta a niveles que superan esos índices”, ha mencionado el investigador.
 
También se encontró que el 40 por ciento de la población expresa molestia media o extrema con respecto a la contaminación acústica.
 
Asimismo, se identificaron cuáles son las zonas más ruidosas de la ciudad: cruce entre las avenidas Simón Bolívar y autopsita General Rumiñahui, sector de Los Túneles, La Marín, entre otros; así como los puntos donde el ruido es menor: parques de la ciudad, Panecillos, laderas del Pichincha, etc.

Fuente UDLA.

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