Edición Médica

Comisión del derecho a la Salud.

Redacción. Quito
La Comisión del derecho a la Salud de la Asamblea Nacional ha concluido la revisión del Libro II del articulado del texto unificado del proyecto de Código Orgánico de Salud (COS), el cual recibió algunas observaciones de los legisladores.
 
Durante el tratamiento del texto, el asambleísta Jorge Yunda ha señalado que la propuesta de ley requiere de una asignación presupuestaria para acciones de promoción de la salud y una política sostenida para realizar campañas en este ámbito.
 
Por su parte, la legisladora María José Carrión ha considerado que el artículo 152, relacionado a la prevención de la violencia, debe tomar en cuenta la Ley de No Violencia contra la Mujer, para que el momento en que una mujer acuda a un centro de salud por temas de violencia de género, se active el sistema de alerta.
 
En cambio, Gabriela Rivadeneira ha anticipado que presentará una propuesta sobre prestadoras gestacionales para que se incorpore en el artículo 189 del documento, relacionado con los vientres subrogantes.
 
Finalmente, Sebastián Palacios ha pedido que el concepto de violencia gineco-obstétrica, establecido en la Ley de no Violencia a la Mujer, sea incluido en el artículo 190 del COS.
 
El vientre subrogado
 
Durante el tratamiento de este segundo libro, el presidente de la Comisión, William Garzón, ha aclarado que en el proyecto de Ley “en ningún momento se promueve un vientre de alquiler, lo que se está haciendo es regular y controlar una actividad que existe desde hace algunos años en el país”.
 
En la actualidad, en el Ecuador las mujeres prestan su vientre a quienes no pueden tener descendencia, a cambio de una compensación económica. “El COS regula esta práctica y prohíbe las contraprestaciones económicas o compensaciones de cualquier tipo, a cambio de la subrogación del vientre. Le da un enfoque altruista, para evitar que esta práctica se convierta en un negocio”, ha añadido.
 
Ha dicho además, que la Autoridad Sanitaria Nacional “tendrá que reglamentar el tema y evaluará los establecimientos prestadores de servicios de salud que brinden este tipo de servicios, quienes deberán contar con protocolos explícitos de consentimiento informado. Estas instituciones tendrán que ser calificadas, previa inspección y cumplir con una serie de requisitos”.
 
Asimismo, Gabriela Rivadeneira ha pedido que “los temas de salud se debatan sin dogmas y que eso permita un debate técnico, científico, investigativo y demostrado, que permita tomar las mejores decisiones en la Comisión para que el Código de Salud represente un Código de vanguardia, de avanzada y, sobre todo, que garantice el sistema integral de salud”.

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