Edición Médica

John Farfán, presidente de Anamer.

Jonathan Veletanga. Quito
Se estima que los pagos de los sueldos, décimos y bonos geográficos que el Ministerio de Salud Pública (MSP) aún adeuda a los profesionales de la salud rural se realizarán durante el mes de noviembre, así ha informado la Asociación Nacional de Médicos Rurales (Anamer)
 
“Esperamos que el ministerio cumpla con lo que se acordó con César Calderón, coordinador administrativo y financiero del MSP”, ha enfatizado John Farfán, presidente de Anamer, en diálogo con EDICIÓN MÉDICA.
 
Según lo acordado, los sueldos adeudados (de septiembre y octubre) deberían pagarse hasta este 5 de noviembre, los décimos (tanto de los rurales que terminaron su servicio en agosto y de quienes han decidido recibirlo cada mes) hasta la tercera semana de este mes, y los bonos geográficos tendrían que cancelarse en la última semana de noviembre.
 
A pesar de que los rurales estuvieron activos en la emergencia sanitaria tanto en el área hospitalaria y en el primer nivel de atención, alrededor de un 30 por ciento de los profesionales que terminaron su Año de Salud Rural el pasado mes de agosto siguen sin recibir los décimos, mientras que cerca del 80 por ciento de rurales no han recibido el bono geográfico, de acuerdo a cifras de Anamer.
 
Esta situación “nos preocupa bastante, por ello hemos estado en diálogos permanentes… Esperemos que ya no se demoren y respeten estos tiempos”, ha manifestado el presidente de Anamer.
 
Farfán ha pedido a las autoridades respectar a los profesionales de la salud rural, quienes están en pie de lucha en el primer nivel de atención.
 
Ley humanitaria   
 
Anamer ha participado en la mesa de trabajo de la Subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional, que está debatiendo reformas al Reglamento General de la Ley Orgánica de Apoyo Humanitario, en relación a la estabilidad laboral del personal sanitario que estuvo y está brindado servicio en esta pandemia.
 
Entre los planteamientos del gremio se encuentra que se los tome en consideración dentro del reglamento general de la Ley Humanitaria, es decir, que sus beneficios también lleguen a los profesionales de la salud rural. “No olvidemos que muchos fuimos voluntarios hacia las grandes ciudades del país cuando la pandemia puso de rodillas al Ecuador, sin ninguna clase de remuneración extra”, ha destacado Farfán.
 
Adicional, han planteado que se les otorgue un reconocimiento para futuros concursos de méritos y oposición; y que el Estado sea ente de financiamiento para posgrados nacionales e internacionales para los rurales.

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