Edición Médica

Henry Gaibor, cirujano  del HCAM.

Cristina Coello. Quito
El equipo médico del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) ha realizado por primera vez un doble trasplante (hígado y riñón) a una mujer de 27 años con hiperoxaluria primaria.
 
Henry Gaibor, cirujano general del HCAM ha explicado a REDACCIÓN MÉDICA que la paciente adolecía de un desorden metabólico hereditario que la llevó a tener múltiples episodios de cálculo en el riñón y posteriormente una calsificación de los riñones, lo cual le generó una insuficiencia renal.
 
La hiperoxaluria primaria (HOP) se debe a un desorden metabólico hereditario autosómico recesivo, del metabolismo del glioxalato, que causa una producción excesiva de oxalato.  El trastorno más frecuente y grave se debe al déficit enzimático de alanin: glioxalato aminotransferasa (HOP tipo I) específico en el peroxisoma hepático.
 
Dado que el oxalato no se metaboliza en los humanos y se elimina por vía renal, el riñón es el primer órgano afectado, dando lugar a la aparición de litiasis a repetición, nefrocalcinosis e insuficiencia renal precoz.
 
Según el especialista, no era oportuno hacer solo el trasplante de riñón porque “al poco tiempo iba a volver a tener el problema (calsificación). Entonces la indicación era hacer un doble trasplante para que el nuevo hígado con la enzima no vuelva a generar el problema”.
 
“La particularidad del caso es que debíamos ver la compatibilidad con los órganos (riñón e hígado) y que el donante tenga una antropometría similar al receptor, sobre todo en peso y talla, porque no se puede poner un hígado grande en un abdomen pequeño. Debimos juntar todas estas particularidades”, ha detallado Gaibor.
 
“Era un reto importante pero el trabajo en equipo y coordinación entre instituciones (el donante fue reportado en el Hospital Eugenio Espejo) ha terminado con el éxito” de la compleja intervención. Hoy el HCAM es el principal centro de trasplantes del país”, ha resaltado el especialista. 

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