Colombia importa un tipo raro de sangre para salvar a niña
Destacan el cumplimiento de la logística compleja
Equipo sanitario que transportó y recibió el material biológico.
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Redacción. Bogotá
En un
esfuerzo de cooperación sin precedentes en la región, el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, el Ministerio de Salud de Brasil y el Instituto Nacional de Salud de Colombia (INS) han transportado un
raro tipo de sangre para salvar a una niña de 15 meses.
Según información proporcionada a REDACCIÓN MÉDICA por el Instituto Suramericano de Gobierno en Salud (ISAGS), la menor había llegado al hospital de Antioquia con vómito y respiración entrecortada. La revisión médica encontró que la niña presentaba bajo peso para su edad, anemia y una
hemorragia en las vías digestivas lo cual hacía urgente una trasfusión.
Según los exámenes iniciales, el tipo de sangre a trasfundir era O negativo, pero ninguna de las muestras resultaba compatible. Por ello se hicieron exámenes especializados que concluyeron en que la menor tenía el
fenotipo Bombay, que, de acuerdo con la escasa literatura científica, la tiene uno cada 10.000 habitantes en la India (país donde se describió por primera vez) y uno de cada millón en Europa.
“El cuerpo de la niña no reconoce ningún tipo de sangre conocido y una trasfusión con el tipo equivocado habría provocado daño renal e incluso la muerte”, ha explicado
María Isabel Bermúdez, coordinadora de la Red Nacional de Bancos de Sangre del INS.
Una vez informado del caso, el INS comenzó a buscar posibles donantes en Colombia. Dado que el esfuerzo resultó infructuoso, expandió la búsqueda a otros países de la región, a través de una red conformada por la
Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La red de bancos de sangre de Brasil fue la única que informó tener identificado un posible donante. Era un joven de 23 años, residente en la ciudad de Fortaleza (nororiente de Brasil), consciente de su particularidad biológica y
sensibilizado en el tema de la donación. El joven donó 370 mililitros de su sangre, una cantidad equiparable a la de una botella personal de gaseosa.
Los siguientes retos han sido obtener
los permisos para exportar la sangre, lo que implicó la participación de la Oficina de Cooperación Internacional del Ministerio de Salud de Colombia y de su par en Brasil, y garantizar que la sangre llegara en buen estado al cuerpo de su destinataria final.
Una enfermera del hemocentro de Fortaleza se ofreció como voluntaria para viajar con la bolsa de sangre y asegurar que, dentro de una nevera, mantuviera la temperatura adecuada durante las más 20 horas de viaje.
Bermúdez ha explicado que “al no ser el fenotipo Bombay causa de enfermedad,
las personas con este tipo de sangre por lo general están sanas y por eso no se tienen identificadas”.
Martha Lucía Ospina, directora del INS, ha destacado que “esta es una historia inédita nos demuestra que hemos alcanzado unas
capacidades impensables hace un par de décadas. Encontrar un donante en un país distinto, obtener los permisos en tiempo récord, trasportar la sangre, conservar la cadena de frío y trasfundir de manera oportuna son pasos que requieren una
logística compleja. Acá no solo estamos viendo un buen uso de las nuevas tecnologías y del trabajo en red. Estamos viendo cómo la
cooperación internacional salva vidas”.