EXITOSO PLAN PILOTO
Hospital Eugenio Espejo pionero en la gestión de residuos orgánicos
Actualmente funcionan tres composteras entregadas por la EMGIRS
Funcionarios de la EMGIRS y del HEEE.
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Redacción. Quito
El Hospital de Especialidades Eugenio Espejo (HEEE), en conjunto con la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS), ha puesto en marcha pionero proyecto de
compostaje hospitalario, convirtiéndose en el primero del Distrito Metropolitano de Quito en incorporar esta
gestión de residuos orgánicos.
En ese sentido ha puesto en funcionamiento tres composteras de 400 kg de capacidad, instaladas en el
área de nutrición, que permitirán transformar diariamente aproximadamente 150 kg de residuos orgánicos (como cáscaras de frutas, vegetales y restos biodegradables) en
abono sólido (compost) y
fertilizante líquido (biol), aprovechables en jardines y
espacios verdes del hospital.
“El proyecto arrancó como
plan piloto hace tres meses con una sola compostera, pero debido al volumen de desechos y a los
resultados positivos, ahora se amplía con dos unidades adicionales”, ha informado
Carlos Terán, técnico
del área ambiental del hospital. Según mencionó, la actividad “representa un paso clave hacia un modelo más sostenible dentro del sistema de salud”.
Durante una visita a las instalaciones,
Santiago Andrade, gerente general de EMGIRS, ha destacado que el programa se expande en toda la ciudad y que el HEEE es pionero entre los grandes generadores institucionales en adoptarlo.
“Este proyecto no nace de una imposición municipal, sino del
interés ciudadano. De las 210 composteras ya entregadas en el Distrito Metropolitano, más del 80 por ciento han tenido una respuesta positiva. Nuestra meta es llegar a 800 composteras para finales de 2026”.
Además de los beneficios ecológicos, el gerente ha mencionado el impacto económico que implica esta
gestión responsable, al reducir los costos municipales de recolección, transporte y disposición de residuos, que oscilan entre 80 y 100 dólares por tonelada.
Ismael, responsable de
residuos peligrosos del HEEE, ha resaltado que la alianza con EMGIRS “permite aprovechar residuos que antes se mezclaban con
desechos comunes, perdiendo todo valor. Ahora aportamos al ambiente y optimizamos nuestra gestión interna de
residuos aprovechables”.
Las composteras instaladas han sido diseñadas para
evitar olores, atraer plagas o roedores, y poseen un
sistema de ventilación que acelera el proceso de descomposición. El biol líquido obtenido se utiliza en jardineras, plantas ornamentales y frutales, tanto dentro como fuera del hospital.
Por otro lado, Andrade ha considerado que el compostaje también fortalece el tejido social porque “no solo tiene beneficios ambientales o económicos, también une a la comunidad. Cuando hay un objetivo común, como el
cuidado del entorno, se generan lazos y conciencia”.
Según ha informado el hospital en un comunicado, la proyección es contar con al
menos seis composteras operativas para cubrir completamente el tratamiento de los residuos orgánicos del área administrativa y de alimentación.